Ciudad

El turismo vuelve a la Plaza de Toros por la puerta grande

  • El público se vuelca en las visitas guiadas al coso taurino de El Puerto de Santa María, un monumental foco de atracción para portuenses y foráneos 

Uno de los grupos que ha participado en las visitas guiadas.

Uno de los grupos que ha participado en las visitas guiadas. / Andrés Mora Perles

"Quien no ha visto toros en El Puerto no sabe lo que es un día de toros". Esta frase de Joselito El Gallo, enmarcada en un azulejo a la entrada del impresionante edificio taurino de El Puerto de Santa María está lejos de ser un tópico. Hace mención a una realidad que si bien se escribió hace ya tiempo, sigue plenamente vigente en la monumentalidad de su plaza que interesa, y mucho, tanto a los aficionados a los toros como a quienes no se identifican con la fiesta brava.

A todos pertenece la Plaza de Toros, que está declarada Bien de Interés Cultural (BIC), y todos por igual tienen derecho a conocer un monumento que traspasa las fronteras portuenses y es sin dudad el que mayor interés despierta. La plaza ha recuperado este sábado las visitas guiadas, después de permanecer cerrada durante meses, las cuales serán todos los sábados, hasta final de año, desde las 10:00 hasta las 13:00 horas.

Este diario ha podido estar en el arranque de estas visitas guiadas, comprobando cómo los turistas han vuelto por la puerta grande al impresionante coso taurino portuense. De esta forma, a las once de la mañana tan sólo dos personas aguardaban para participar en la iniciativa, cámara en mano; uno de ellos para hacer un reportaje para Andalucía Patrimonio Cultural, y el otro, un fotógrafo, para tomar imágenes artísticas de la arquitectura del edificio. La guía turística y el concejal Curro Martínez se encontraban también en el lugar, la entrada principal de la plaza.

A partir de ahí, como en la salida de una carrera cronometrada fue llegando a la plaza un incesante goteo de visitantes y turistas, de distinta procedencia: Madrid, Barcelona, Granada, Salamanca, Cantabria, País Vasco, y también extranjeros, como un matrimonio holandés con su hijo, que nunca habían visto una plaza de toros, sólo por televisión. El grupo se completó en apenas unos minutos.

La iniciativa de la concejalía de Turismo ha despertado un gran interés. La iniciativa de la concejalía de Turismo ha despertado un gran interés.

La iniciativa de la concejalía de Turismo ha despertado un gran interés. / Andrés Mora Perles

Contrariamente a lo que cabría pensar, la mayor parte de los interesados no eran aficionados a los toros ni tenían nociones de tauromaquia, ya que acudieron atraídos por la arquitectura y la historia de la plaza. Algunos conocían otras plazas de Toros, como La Monumental de Barcelona, la plaza de toros de Granada, o la de Ronda, aunque otros no había entrado nunca en un recinto taurino, pese a ser españoles de procedencia. La mayoría eran de fuera de la ciudad e incluso era la primera vez que visitaban El Puerto. ¿Cómo se habían enterado de la convocatoria? En su mayor parte a través de la Oficina de Información Turística, aunque también por otras vías. 

Con la ciudad llena de visitantes, se encontraban alojados sobre todo en establecimientos hoteleros. Se sumaron a la visitas guiadas matrimonios, grupos de amigos de mediana edad, familias completas, un variado número de personas con un denominador común: sus ganas de conocer el edificio, que luce como nunca después de las numerosas inversiones realizadas tanto por algunos de los concesionarios de la plaza como por las administraciones públicas.

Para rematar el interés de la convocatoria, al poco de comenzar la visita llegaron dos autobuses de Linares cargados de pasajeros. Cuando todo el grupo estuvo reunido el concejal de Turismo, artífice de esta reapertura de la Plaza Real, dirigió una palabras de bienvenida a los recién llegados. 

En cuanto a la visita en sí, la guía especializada se encargó de explicar la más que centenaria historia de la plaza, construida en el año 1880. Comenzando por la puerta grande del edificio a través de su amplio pasillo, el grupo accedió al ruedo, donde recibió explicaciones sobre la construcción del monumento, edificada por iniciativa de Tomás Osborne Böhl de Faber, que lo promovió como parte del complejo bodeguero que la rodea, ya que en el caso de El Puerto, su Plaza de Toros está muy vinculada también al negocio del vino.

Posteriormente, el grupo pasó a conocer la enfermería y otras dependencias muy bien conservadas tras las restauraciones, interesándose por las gradas y palcos del edificio, al que algunos denominaban "circo romano". Los turistas mostraron especial curiosidad por el Palco Real, rematado por el antiguo escudo de la ciudad, y los palcos laterales, conocidos antaño como "los de gañote", y que ahora están destinados a autoridades e invitados. El colorido de las columnas de forja y las balaustrada del graderío, instalado hace cuatro años tras hallarse los planos originales, añaden una nota pintoresca al edificio, que es parte de la historia portuense, donde hubo hasta seis plazas anteriores al actual coliseo.

El concejal Curro Martínez mostró su satisfacción por el "éxito rotundo" que ha supuesto la recuperación de las visitas al coso portuense, ya que, aunque no se trata de un recorrido en profundidad, ofrece a los interesados una visión general del edificio, que puede albergar (y de hecho lo hace) muchos tipos de eventos. Las visitas por el momento se mantendrá los sábados y cuando llegue la temporada alta se estudiará la ampliación de las fechas y horarios, adelanta el concejal.

Curro Martínez ha querido manifestar que "El Puerto no merecía tener más tiempo la plaza cerrada, ya que es el monumento más importante de la ciudad". Y por lo que se ha podido ver, tampoco los visitantes y turistas, que hasta la fecha debían limitarse a contemplar el edificio desde afuera. 

 

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