VEJER

"Todo cambió cuando hubo orgullo de ser vejeriego"

VEJER"Todo cambió cuando hubo orgullo de ser vejeriego"

VEJER"Todo cambió cuando hubo orgullo de ser vejeriego" / José Ortiz con nuestro compañero José María Ruiz en su paseo por Vejer.

Pasear a primera hora de la mañana por la plaza de España, los callejones o desayunar en una terraza escuchando de fondo el trinar de los pájaros puede ser para un vejeriego algo a su alcance todos los días. Pero para alguien que vive en una gran ciudad, cargado de estrés y siempre con prisas, disfrutar de eso es como estar en el paraíso, símil que utilizó la periodista Pepa Bueno cuando en un programa de la Ser, con casi tres millones de oyentes, dio el saludo de bienvenida a Gemma Nierga, que se encontraba realizando un programa en directo desde Vejer, dentro de las actividades programadas en el Congreso del Bienestar y que ha permitido que lleguen al municipio en los últimos años los más destacados intelectuales, artistas y famosos del país.

Y es que promociones como esa, y otras tantas en televisiones, periódicos y revistas han marcado un antes y un después para que este municipio de poco más de 12.800 habitantes se convierta en un referente turístico nacional. Incluso una representación del Ayuntamiento de Rota se desplazó a Vejer para intentar descubrir su secreto.

Para conocer ese secreto hemos quedado a las nueve y media de la mañana con su alcalde, José Ortiz, que a su vez es responsable de la Concejalía de Turismo. Comenzamos la conversación en el Arco de la Villa, para seguir por los callejones, donde nos encontramos con Manuel y Antonio, dos vecinos que están cumpliendo con lo marcado en un Bando Municipal que se viene emitiendo desde hace muchos años, y donde se anima al vecindario a blanquear sus fachadas.

Hablando con ellos, uno ya se da cuenta de que limpian sus casas para contribuir a dar esa imagen de pueblo blanco que tanto caracteriza a este municipio, donde tanto en el casco histórico como en la última de las promociones de viviendas impera el color blanco. Y quieren presentar sus mejores galas a todo el que llega a visitarlos.

El recorrido continuó hacia la calle Corredera, recién remodelada, y convertida en uno de los rincones gastronómicos más destacados y con mejores vistas al interior de la comarca de la Janda. Ahí, se encuentra la escultura dedicada al héroe local, Juan Relinque, que defendió ante la Real Chancillería de Granada que los vejeriegos disfrutaran de la explotación de las tierras comunales, un privilegio que se mantiene en la actualidad, y que se espera logre su sorteo de rentas de esas tierras el respaldo de la Unesco, como Bien Inmaterial de la Humanidad.

Nos adentramos por la que fue hace muchos años 'La clínica', hoy convertida en un paseo realizado con los jornales del paro comunitario, como destaca una placa en su inicio. Ahí, un lienzo de murallas recuperado con esas obras da más majestuosidad a la torre del Mayorazgo, desde la que pudimos divisar minutos antes otra parte de la comarca de la Janda, además de sus dos patios exornados con más de 450 macetas.

Tras pedir un zumo de naranja, con agua fría y una tostada con aceite de oliva y tomate, el alcalde comienza el análisis de cómo Vejer ha llegado a la cresta de la ola.

José Ortiz me explica que cuando llegó hace seis años al Ayuntamiento se encontró una situación mala con respecto al empleo. Por sectores, el primario tenía poca actividad, el secundario tenía pocas industrias, apenas suelo y sin empresarios que quisieran invertir. Solo el turismo tenía cierto auge.

Por lo primero que se apostó es por hacer una programación cultural de calidad aprovechando que ya se disponía del teatro San Francisco, haciendo actividades distintas a las que se ofrecían en otros municipios. Ahí, el alcalde recordó cuando estaba en la Facultad de Ciencias Políticas y le explicaron que el turismo era algo tan complicado porque cuando una familia decide ir de vacaciones es su tiempo más preciado, y de ahí le vino esa apuesta por ser diferente.

Así, recordó que la oferta que se tenía por aquel entonces eran monólogos de humor por las esquinas, que estaba bien, se reía y se disfrutaba, pero no quería que Vejer fuese eso solo, y apostó por poner en valor el municipio desde la apuesta cultural y aprovechando las maravillas monumentales y que sus ciudadanos se hiciesen copartícipes y que se sintiesen orgullosos de ser vejeriegos.

El alcalde recuerda que antes los propios vejeriegos decían para indicar dónde estaba su pueblo que se ubicaba cerca de Los Caños o Barbate. Eso cambió con la Noche de Velas, donde las colas de coches llegaban hasta Conil, y ahí los vecinos se dieron cuenta de que su pueblo empezaba a ser el protagonista de la provincia de Cádiz.

También se marcó un antes y un después cuando fue elegido uno de los pueblos más bonitos de España, "algo que sabíamos, pero que no nos lo habían reconocido públicamente", comentó. A esa lista se unió ser elegido uno de los pueblos más limpios del país, con la entrega de la Escoba de Plata, que "también lo sabíamos", lo que animaba a la población a sentirse más orgullosa de sí misma.

A todo eso se han unido muchos programas en directo de televisión, la promoción que se está haciendo con las Hazas de Suerte, "una labor muy minuciosa, que está dando los frutos", me dice.

En cuanto a la limpieza, me apunta que durante la temporada veraniega se contratan diez personas más para limpiar las calles, y se han colocado bocas de riegos para llevar el baldeo a todas ellas, algo que también es un paso, ya que se mejora la seguridad ante un incendio al disponer de esos puntos de abastecimiento. En cuanto a la basura, reconoce que, aunque hay más colaboración, hay que poner más papeleras, aunque tenemos que dar ejemplo, y "si veo un papel en la calle me agacho, y lo deposito en una papelera, es una forma de decir que todos queremos que el pueblo esté limpio".

Otra de las cosas que ha cambiado en la mentalidad del vejeriego es el uso del vehículo particular, que hace unos años lo utilizaba para ir de un punto a otro del municipio, y que ahora ese mismo recorrido lo hace a pie. También quiso agradecer a los vecinos del casco histórico que hayan aceptado retirar sus vehículos de zonas monumentales como la iglesia, el castillo o el Ayuntamiento, y lo han hecho sin protestar, "eso era impensable", reconoce. La última retirada de vehículos se ha producido en la calle Corredera.

Ahí me reconoce que "el mayor logro que se ha conseguido no es solo que el vejeriego se sienta orgulloso de ser de Vejer, sino que el vejeriego vea que el turismo es nuestro sector estratégico y que hay que tomar medidas para que Vejer sea atractivo. Han cedido, se han adaptado a los tiempos y es digno de admirar la capacidad de adaptación del vejeriego". El Ayuntamiento, en su beneficio, ha creado zonas verdes de aparcamientos, que se quieren aumentar a otros barrios. "El Ayuntamiento y los ciudadanos tienen que ir juntos, esa ha sido la clave".

Algo que también ha cambiado ha sido el concepto de vender una propiedad en el casco histórico. Ahora se apuesta por ofrecerla como vivienda turística, lo que también ha supuesto una nueva forma de vivir del turismo, lo que hace que el dinero se quede en el pueblo. Para esto, el alcalde tiene una frase: "Hay que vivir en Vejer, pero también tenemos que saber trabajar para poder vivir de Vejer".

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