Fue una de las escritoras más prolíficas de la Villa. Una de las pocas autoras que ha destacado en el mundo de la novela y la única que consiguió ser finalista de uno de los certámenes literarios más importantes de España: el Premio Nadal. Sin embargo, después de su desaparición, un 3 de febrero de 2008, su obra quedó prácticamente en el olvido.

Francisca de Paula Contreras Márquez, conocida cariñosamente como Doña Paquita, nació en la Aldea de Los Zapateros, actual Moriles (Córdoba), pero era puertorrealeña de adopción y de decisión. Aquí decidió instalarse en 1941 tras casarse con el farmacéutico Fermín Sánchez de Medina.

Desde su llegada a la localidad, Paula Contreras abandonó su labor como maestra de la escuela pública, aunque no su amor por la enseñanza. Siempre que pudo se volcó en enseñar en distintas asociaciones o a todo aquel que, de manera particular, le pedía ayuda y consejo.

Desde que era muy joven empezó a a escribir, a desarrollar un talento innato que se empezó a plasmar en su primera novela; El Brujo del Tiempo, cuya acción se desarrolla en Puerto Real. Tras ella siguieron Cangilones de noria o El Majuelo, que tienen a su Moriles natal como escenario. Fue en esa época, a principio de los años 50, cuando terminó Historia de un pueblo sin historia, también centrada en la aldea cordobesa, con el que fue finalista al Premio Nadal en 1954.

Once novelas, 30 cuentos infantiles y más de una decena de relatos conforman la biblioteca creada por la escritora. Entre ellos hay una obra muy especial La botica de la calle de la plaza. Una novela inacabada que Doña Paquita escribió en sus últimos años de vida y que refleja una crónica de los años 40. La obra, según explica una de sus hijas, Rosa Sánchez de Medina, "tiene muchos guiños autobiográficos y sus personajes nos recuerdan a personas que conocemos , que son y no son al mismo tiempo. Mi madre, además de novelista, era muy novelera", sonríe.

La publicación de este trabajo es una de las pretensiones de la familia Sánchez de Medina Contreras, que son los verdaderos guardianes del legado de Doña Paquita. También trabajan en digitalización de todos sus libros, cartas, cuentos, artículos o sus intervenciones en la desaparecida Radio Puerto Real. La reedición de algunas de sus obras, como la trilogía de Moriles, es otro de los objetivos de la familia.

Para orgullo de la escritora, con Paula Contreras no se puede decir eso de que "nadie es profeta en su tierra", al menos en su tierra natal, Moriles, donde ha recibido multitud de homenajes y reconocimientos pese a haber abandonado el pueblo cuando apenas tenia 14 años. La casa de la cultura de esta localidad cordobesa lleva su nombre y ahora una ruta literaria dirige a los visitantes por los lugares que Doña Paquita tan bien describió en sus libros.

Sin embargo, los reconocimientos a Paula Contreras en Puerto Real no pasaron de instalar en la biblioteca pública un stand con algunas de sus obras durante la celebración del día del libro en 2008, año en el que falleció. Para ser justos, Doña Paquita si tuvo una importante parcela dentro de la cultura de la Villa gracias al Grupo Madrigal, que ella misma presidió en 1951. Fue en la revista de este colectivo cultural donde se publicó, por capítulos, su primer libro.

Ahora, siete años después de su fallecimiento, Puerto Real empieza a saldar deudas pendientes con la autora. La primera será el nombramiento como hija adoptiva de la localidad, que ayer se hizo público.

La alcaldesa, Maribel Peinado, se lo transmitió a una representación de su familia. La intención de Ayuntamiento es nombrar a Paula Contreras Hija Adoptiva de Puerto Real en el pleno extraordinario que se celebrará con motivo de la conmemoración del día de la Villa.

Una forma de ofrecer un justo reconocimiento a título póstumo a una persona que ha significado una pieza fundamental en la sociedad cultural local.