Vuelca una hormigonera en San Fernando

"¡Cavada, arregla las calles del barrio!"

  • El volcado de una hormigonera en la calle Jorge Juan al ceder parte de la calzada congrega a numerosos vecinos que muestran sus quejas por la falta de arreglo de las calles de la zona

La hormigonera volcada en la calle Jorge Juan.

La hormigonera volcada en la calle Jorge Juan. / Román Ríos

La operación de rescate de la hormigonera que ayer quedó atrapada en un socavón abierto en pleno centro de San Fernando, concretamente en la calle Jorge Juan, despertó durante toda la tarde la expectación de numerosos ciudadanos y curiosos que se acercaron a ver cómo la grúa sacaba parte del vehículo del agujero. Pocos de los que allí estaban se quedaron callados, el espectáculo arrancó numerosos comentarios y risas entre los presentes, desde niños a personas mayores.

Desde los edificios cercanos, los vecinos se asomaban a ventanas, balcones, azoteas y puertas para asistir a las complicadas maniobras que la maquinaria desarrolló a lo largo de la tarde, desde poco después de las cinco, hasta las ocho de la tarde aproximadamente. En las calles San Pedro Apóstol y Jorge Juan, epicentro del suceso y la actuación, se agolpaban otros tantos, residentes cercanos, ciudadanos de camino hacia sus quehaceres que no dudaban en pararse o sorprendidos transeúntes que no esperaban encontrarse con la imagen del camión volcado.

Los comentarios, por supuesto, fueron de toda la clase. Desde quienes observaban a los implicados en la operación, mientras subían y bajaban del vehículo para colocar los amarres. "Por ahí no puede, porque se va a llevar el bombo, tienen que cogerlo más al centro", decían entre los espectadores. "Eso se lo va a cargar, no va a poder levantarlo", apuntaba otro corrillo. "Al final, no lo van a poder sacar y se lo van a llevar de aquí a trozos", advertían, mientras el tiempo pasaba, se había producido algún que otro movimiento sin que se hubiera terminado de sacar la hormigonera del hueco abierto en la calle a su paso.

El vehículo de un peso aproximado de 22.000 kilos (con la carga incluida) se dirigía a descargar a la obra de una finca en la calle Jorge Juan, vía a la que accedía en marcha atrás cuando "la tierra se abrió", manifestaba el propio camionero, y volcaba hacia el lateral izquierdo, con parte dentro del socavón, apoyado finalmente en la finca más cercana.

Eso fue sobre la una de la tarde, y las tareas de recuperación no comenzaron hasta las cinco de la tarde, cuando llegó la grúa, maniobró para situarse y anclarse en el lugar exacto para poder desplegar la pluma sin contratiempos y desarrolló toda una serie de acciones para desencajar el vehículo y moverlo hacia delante de forma que quedara apoyado en tierra. Unos operarios habían comprobado la firmeza de la calzada abriendo una grieta para comprobar si el suelo estaba hueco, como en el punto en que el camión había quedado atrapado al ceder el terreno. 

El dueño de la finca afectada, ausente en el momento del incidente, Sebastián Romero, apuntaba más tarde que la casa tiene un antiguo aljibe que salía hacia la calle, para conectar con vivienda de enfrente, de ahí el vacío. Eso unido al peso de la hormigonera había provocado que la superficie cediera. 

A pesar de eso, el agujero abierto despertó muchas quejas entre los vecinos, que mostraban su indignación por el estado de muchas calles de la barrio de la Iglesia. "Cavada arregla las calles, no solo San Nicolás", criticaba un vecino, que hacía referencia al buen estado de esta vía, frente a cómo están otras calles de la zona. Uno apuntaba al callejón de la Soledad, "que la alcaldesa decía que lo iba a arreglar en enero y no lo ha hecho", abundaba otro. "Si dirán que no hay dinero", insistían. San Servando, la propia Jorge Juan afectada por el suceso de ayer o incluso San Marcos fueron algunos de los nombres que surgieron. 

Retirado el camión, el agujero quedó al descubierto y el propietario de la finca sobre la que había volcado la hormigonera accedió con los bomberos al interior del inmueble para descubrir -mientras fuera apenas era visible algunos desconchones y la peor parte parecía habérsela llevado una señal de tráfico- una grieta que recorría el muro, ancho y consistente, de arriba a abajo en una de las habitaciones. "Dormimos en otra parte de la finca y los bomberos no me han dicho que no podamos quedarnos", explicaba. Eso sí, ahora tendrá que iniciar los trámites oportunos para que le arreglen los desperfectos.  

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