Violencia de género

El juicio al acusado de intentar matar a su pareja con un martillo, en septiembre

  • La vista, prevista para este lunes, se suspendió y se volvió a señalar para los días 17 y 18 de septiembre

  • El tribunal de la Sección Tercera acordó prorrogar la prisión preventiva del procesado

El acusado, esposado, a su entrada a la Audiencia Provincial de Cádiz

El acusado, esposado, a su entrada a la Audiencia Provincial de Cádiz / D.C.

El juicio al acusado de intentar matar a su pareja con un martillo de grandes dimensiones, cuya celebración estaba prevista este lunes a las diez de la mañana en la Audiencia de Cádiz, se suspendió después de una intensa mañana repleta de incidencias y vicisitudes. Todo un cúmulo de despropósitos.

El procesado llegó en un furgón policial procedente de la prisión de Puerto III –donde se encuentra interno de forma preventiva– con más de dos horas de retraso. Un problema en la conducción de los presos provocó esta demora.

Después, una vez que la fiscal de caso, el abogado de la acusación particular, los letrados de la defensa y el propio encausado entraron en sala, el juicio no pudo celebrarse. Un informe psicológico del acusado aportado por la defensa fuera del plazo previsto fue el motivo de la suspensión. Tanto la fiscal como la acusación particular solicitaron que esa prueba pericial fuese valorada por otros forenses con objeto de poder practicar una contrapericial.

Así las cosas, el tribunal de la Sección Tercera tuvo que fijar una nueva fecha de juicio. Se celebrará, en principio, los días 17 y 18 de septiembre.

La vista de ayer, no obstante, sirvió para que la Audiencia de Cádiz acordase mantener al procesado en prisión preventiva.

Los más de 25 testigos que estaban citados a declarar y la denunciante abandonaron el Palacio de Justicia gaditano sobre las 13:00 horas, después de horas de espera. Tendrán que volver a la Audiencia de Cádiz en el mes de septiembre, salvo nuevo contratiempo.

Calificación fiscal

La Fiscalía expone en su escrito de acusación que el procesado, vecino de un pueblo de Sevilla, mantuvo una relación sentimental sin convivencia cerca de tres años con una gaditana.

El 16 de julio de 2017 la pareja pasó el día en Chipiona con otros amigos. Durante el trayecto de vuelta hacia Sevilla, el hombre le dijo a su novia que “que era muy chula, que siempre había que hacer lo que a ella le saliera del coño, que era muy temprano para marcharse de Chipiona, que se estaba aprovechando de él y que le iba a dar un volantazo al vehículo” mientras ella conducía.

Una vez que la pareja llegó a la vivienda donde él residía con su madre, mantuvieron una fuerte discusión en el patio de la casa. En el transcurso de la pelea, sostiene la fiscal del caso, el procesado la agarró por la camiseta, le dio varios empujones hasta llegar a un cuarto auxiliar que había en el mencionado patio, la empujó de nuevo hacia un pasillo que terminaba en la puerta que daba a la calle y, con ánimo de acabar con su vida, la golpeó varias veces en la cabeza con un martillo de 22 centímetros de mango y 18 centímetros de cabeza.

La mujer, prosigue la fiscal en sus conclusiones, cayó al suelo, situación que el acusado aprovechó para agarrarla fuertemente del cuello hasta hacerla perder el conocimiento.

La paliza cesó gracias a la intervención de la madre del encausado. Acto seguido, la víctima fue trasladada al centro de salud más cercano, donde recibió los primeros auxilios.

La Fiscalía pide para el procesado la pena total de nueve años y nueve meses de prisión por los delitos de homicidio en grado de tentativa, amenazas y vejaciones.

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