Provincia de Cádiz

Las almadrabas solicitan autorización para engordar a los atunes en las redes

  • Las empresas de Zahara, Conil y Tarifa quieren sumarse a la de Barbate y alimentar a los peces antes de su captura para incrementar su valor · La campaña arranca el día 13 con la misma cuota de 2011

Las almadrabas de Zahara, Conil y Tarifa preparan este año un cambio sustancial en su estrategia de faena. En lugar de pescar los atunes, atendiendo a las condiciones del mar, en las tradicionales levantás, pretenden mantener parte de las capturas en las redes durante varias semanas para proceder a su engorde e incrementar así su valor en el mercado. Según confirmaron fuentes de la Organización de Productores Pesqueros de Almadraba OPP-51, los empresarios están tramitando ante la Junta de Andalucía y el Gobierno central los permisos necesarios para realizar esta práctica. "Confiamos en que las dos administraciones faciliten estos trámites", señalaron las mismas fuentes.

La almadraba de Barbate, la última de las cuatro que se calan en la costa gaditana, ya apostó por el engorde el año pasado. Habilitó una piscina de redes junto a la almadraba a la que derivó parte de su cuota asignada para engordarla. En esta jaula, cientos de piezas son alimentadas principalmente con caballas, sardinas y jureles, de forma que incrementan su tamaño y su valor. La estrategia también permite elegir el momento la llegada del producto al mercado.

Barbate ya dispone del permiso necesario para mantener sus artes caladas, que es el correspondiente a la faena del revés (el retorno de los atunes al Atlántico después de su migración). Aunque el año pasado la decisión de engordar los atunes provocó resquemor entre otras empresas jandeñas, donde se opinaba que se trataba de una competencia desleal y no ajustada a la tradición de la artesanía almadrabera, ahora todas han entendido que el engorde puede convertirse en una medida "positiva" desde un punto de vista comercial en tiempos muy complicados para esta modalidad de pesca.

La campaña de 2012 arrancará a partir del 13 de este mes, fecha en la que las plantillas de las artes de Conil y Tarifa han sido convocadas para incorporarse a sus puestos de trabajo. Las otras dos almadrabas se pondrán en marcha en torno a esa fecha. Para unas 350 personas, quedan por delante dos meses de trabajo en tierra, en el ensamblaje y calamento de los complejos laberintos de redes que atrapan al atún.

La pesca comenzará entre los últimos días de abril y los primeros de mayo, y se prolongará en función de lo que tarden en cubrirse las 637 toneladas de cuota asignada para este ejercicio.

La cifra es similar a la de la última campaña, a expensas de que se pueda conseguir algún plus a través del Fondo de Maniobra (la cantidad extra de capturas que el Gobierno gestiona y que proceden de negociaciones con otros países) o de operaciones de compraventa de cupo con otras flotas nacionales, que ya se están negociando, informó la OPP-51.

El año pasado no se alcanzaron las 700 toneladas incluyendo estos recursos adicionales. Son mínimos históricos, provocados por las restricciones fijadas por la Comisión Internacional del Atún en el Atlántico Norte (ICCAT). Con 637 toneladas, advierten los empresarios, obtener rentabilidad de las artes es imposible. De ahí que en la campaña de 2012 vuelva a ser decisivo el mantenimiento de la campaña científica que el Ministerio de Medio Ambiente y el Instituto Español de Oceanografía (IEO) desarrollan en las almadrabas. Esta iniciativa permite al Gobierno mantener un control de los cardúmenes que migran por el Estrecho, de las condiciones de este recurso pesquero y de su evolución. Los científicos del IEO acompañan a los pescadores durante los lances y, cuando la almadraba agota su cuota, siguen trabajando mano a mano con los pescadores para contabilizar y analizar los atunes que pasan por las redes antes de ser liberados.

De esta forma, tal y como explica la OPP-51, las empresas de La Janda prolongan su actividad hasta un total de seis meses, posibilitando el acceso de su plantilla a la prestación por desempleo, y reciben una subvención estatal que contribuye a su supervivencia.

Tres años después de que se establecieran cuotas para la conservación del atún, las investigaciones, incluso las que se desarrollan en la almadraba, arrojan indicios esperanzadores sobre la recuperación de la especie. En 2012, la ICCAT volverá a analizar los estudios científicos sobre los cardúmenes y deberá decidir si mantiene las restricciones actuales a la pesca o si empieza a incrementar las posibilidades de captura.

Los almadraberos son optimistas y confían en que, superado este "año de transición", mejore su negocio: "Seguimos al filo de la navaja, aguantando el tirón, pero la especie se está recuperando y las cuotas deben empezar a elevarse", apuntaron desde la OPP-51. Las sesiones de evaluación del stock de atún rojo de la ICCAT se están programadas en septiembre en Madrid.

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