Varios barcos artesanales con base en el puerto de Conil están regresando con sus cubiertas llenas algas incrustadas en sus redes, una situación que se repite cada día y que está provocando innumerables pérdidas a esta flota artesanal.

Bartolomé Sánchez, uno de los profesionales de la pesca conileña ha mostrado algunas de las fotografías en las que se recoge el fruto de una jornada intensa de trabajo, con apenas una cubeta de pescado que, una vez subastado en la lonja, no compensa el gasto en combustible, hielo, víveres, y seguros sociales que precisa cada embarcación.

Acompañando a esas imágenes apuntó que este es “El principio del fin de la pesca ... la ruina del sector pesquero”. Un sector que viene alertando a todas las administraciones de que hay que invertir en sacar de la mar éste alga invasora o acabará con los pocos recursos que quedan en esta zona de pesca.

Los pescadores de Conil, junto con los de Barbate, y otros puertos como Tarifa vienen insistiendo desde hace varios años que este es un daño muy preocupante para sus embarcaciones y redes, lo que está haciendo que la presión pesquera sobre las zonas que aún quedan de pesca entre Conil y el Castillo de Sancti Petri, estén llenas de embarcaciones profesionales y deportivas.

Un alga, que también aparece en muchas playas del litoral gaditano y que provoca el rechazo de muchos turistas.

Desde la Diputación se han librado una serie de partidas económicas para ayudar a varios municipios costeros en los costes que supone su retirada de las playas, sobre todo tras temporales de viento que las arrastran a la costa con la marea bajante.