Las cosas han cambiado mucho en la banca desde septiembre de 2010 y, sobre todo, en las cajas de ahorro. Un directivo de una de ellas en Jerez explica, guardando su anonimato, algunas de las nuevas directrices. Lo primero es que se acabó el grifo cerrado. "Las entidades entendieron que tenían un 'stock' de viviendas en propiedad, impagados, promotoras que se habían quedado en la estacada, que no tenían salida a los precios que durante un tiempo sostenían y que aparecían en sus balances en un lavado de cara, ya que no se podían convertir en dinero. También entendieron que el mercado no estaba en condiciones de aportar entradas. Se eliminó la orden, que existía de manera tajante, de no ofertar hipotecas que superaran el 80%. La orden fue, y llegó, que yo sepa, a todas las entidades, que se podía ofertar hipoteca del 100%, e incluso del 110%, siempre y cuando fueran viviendas del banco porque había que soltar lastre. Esto tenía cierta trampa, ya que en realidad se ofertaba un 100% de hipoteca sobre una vivienda en la que el precio se había visto reducido en un 20%. Para ello se fue muy agresivo. Los bancos entraron en los portales de Internet en los que los particulares ofertan su vivienda de segunda mano y se utlizaron todos los instrumentos de estas páginas para hacer sus pisos los más atractivos. Eso acabó con la reticencia de una parte del mercado, que volvió a acudir a las sucursales. Es que antes habían desaparecido. El mercado 'privado', viendo la jugada, también redujo en los niveles de los bancos y si querías vender la vivienda tenías que ajustar precio, pero con hipotecas al 80%. La segunda orden fue tan clara como ésta: refinanciar expedientes de dudoso cobro. No se podía disparar la morosidad". El directivo se sonríe: "Y así fue como me convertí en un vendedor de pisos".