Espera

Una bicicleta que da alas

  • La entidad Anpehi, que lucha por la inclusión social, consigue una bicicleta de última generación para personas con discapacidad

Una usuaria de la Asociación Anpehi, montando en bici, con su entrenador de artes marciales.

Una usuaria de la Asociación Anpehi, montando en bici, con su entrenador de artes marciales. / Anpehi

Hay una bicicleta en la Sierra de Cádiz que da alas. Literalmente, puede cambiar emociones, reforzar capacidades, superar barreras y procurar mayor autonomía a personas con discapacidad.

“Es la primera vez que monto en bicicleta. Es una experiencia única, repetiría mil veces. Se lo recomiendo a todo el mundo”, cuenta Ana, una de las beneficiarias de la Asociación Anpehi (discapacitados físicos, psíquicos, sensoriales y orgánicos). La entidad, con sede en Espera, se ha hecho con una bicicleta muy especial, una Hase Pino  modelo 2021, de última generación, que permite montar en tándem y es ideal para las personas con discapacidad. Además, es un instrumento para mejorar las capacidades de pequeños y mayores pues se trabaja el equilibrio y se ejercita la motricidad cuando se usa.

Así que la Asociación Anpehi cuenta con este bicicleta que forma parte de un proyecto que apadrina denominado ‘Incluye Sierra’, que tiene el cometido de trabajar por la inclusión social a través del ocio y los deportes como el ciclismo y las artes marciales como factores de beneficio en la autonomía personal de personas con discapacidad. Este proyecto cuenta con una ayuda de la Fundación La Caixa. “Es una bici muy activa porque la persona con discapacidad puede pedalear y ayudar al conductor de la misma. Habrá quien no pueda pedalear y podrá simplemente disfrutar del paseo, pero también puede mejorar las condiciones físicas de quien pueda practicar el ciclismo”, sostiene Antonio Pedro Hirch, gerente de la Asociación Anpehi y maestro de artes marciales.

Y es que esta organización lleva más de 15 años rompiendo barreras a través de la práctica de las artes marciales, el senderismo y la equitación terapéutica para mejorar las habilidades y capacidades de sus alumnos.

Esta organización y sus beneficiarios de distintas edades han viajado por medio mundo compitiendo en campeonatos de nivel de artes marciales adaptadas y triunfando en muchas pruebas. Han llegado, incluso, hasta Indonesia con esta práctica deportiva.

Alumnos del Club Anpehi, durante una prueba deportiva de artes marciales, junto a su maestro. Alumnos del Club Anpehi, durante una prueba deportiva de artes marciales, junto a su maestro.

Alumnos del Club Anpehi, durante una prueba deportiva de artes marciales, junto a su maestro. / Anpehi

“La sociedad ve en muchas ocasiones una persona con discapacidad. Yo, como entrenador, veo a una persona, sin más, sin apellido. Para mí mis alumnos son iguales a la hora del trato”, confiesa Antonio Pedro.

Así que esta organización con matriz espereña y vocación provincial, que atienda a 330 alumnos de la provincia distribuidos en 14 puntos, se ha marcado un reto cuando pueda. Y no es otro que un usuario de la entidad se sume, junto a su entrenador, a recorrer con esta bici adaptada el Camino de Santiago, teniendo como partida la localidad de Espera. La salida simbólicamente se hará desde la ermita local que lleva el mismo nombre del apóstol, en las inmediaciones del Castillo de Fatetar.

De momento, los beneficiarios de Anpehi ya han empezado a disfrutar su paseo en esta bicicleta pionera recorriendo, por ejemplo, la Vía Verde de la Sierra. Y la entidad la pone también, de manera gratuita, a disposición de todas las personas que quieran probarla.

Una de las deportitas participantes en campeonatos de artes marciales. Una de las deportitas participantes en campeonatos de artes marciales.

Una de las deportitas participantes en campeonatos de artes marciales. / Anpehi

La Asociación Anpehi trabaja en el proyecto ‘Incluye Sierra’, que ha logrado una ayuda de 10.000 euros en la convocatoria de Acción Social en el Ámbito Rural 2020 de la Fundación ”la Caixa”. Este proyecto tiene como bandera el interés común que genera el deporte, con el fin de promocionarlo para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y crear redes comunitarias sólidas. Su ámbito de desarrollo está en Espera, Bornos, Torre Alháquime y El Gastor.

Con esta vocación de romper estereotipos y barreras, Antonio Pedro Hirch, el maestro de artes marciales, añade que “tengo claro que quiero mejorar la vida de estos chavales. No comparto que un chico o chica lleve 20 años coloreando cartulinas. Yo viajo con los chavales por todas Europa. Sé que es un pollo mover 10 sillas de rueda en un aeropuerto, por ejemplo. Lo sé. Pero eso es lo que nos mueve en esta asociación, que es trabajar por las capacidades de mi gente”, concluye.

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