Agentes de la Guardia Civil detuvieron ayer a dos personas más por llevarse algo más de 300 gramos de hachís de la playa de La Barrosa. Concretamente las detenciones se produjeron nuevamente en la zona del Farillo, donde apareció el primer cadáver del presunto narcotraficante marroquí en la mañana del pasado domingo.

A pesar de que ya han pasado 10 días desde el naufragio de las tres neumáticas cargadas con 2,2 toneladas de hachís, el mar sigue escupiendo su cargamento. Ahora ya no son fardos sino tabletas sueldas que se han quedado sueltas tras los golpes de los fardos con las rocas. Algunos miembros de la investigación han comentado que la droga parece no venir demasiado bien envuelta y protegida en los fardos, por lo que estos se podrían haber roto con más facilidad y esparcir su mercancía por las aguas gaditanas.

La pasada semana quedaron en libertad con cargos los 70 busquimanos detenidos por la Benemérita y la Policía Local de Chiclana, aunque no es de extrañar que algunos de ellos sigan intentando pescar en río revuelto y no se resignen a dejar escapar algún fardo. En una ocasión, a uno de estos busquimanos lo detuvieron el sábado por la tarde, el lunes por la mañana lo dejaron en libertad y el martes volvieron a detenerlo con hachís.

El caso de los busquimanos de Chiclana está despertando el interés informativo de numerosos medios nacionales, que están acudiendo hasta la localidad chiclanera para hacer reportajes de un fenómeno que ha menguado en los últimos días pero que no se ha finalizado, porque mientras que exista la posibilidad de que una tableta de hachís aparezca en la arena de La Barrosa habrá busquimanos al acecho.