Día Internacional del Trabajo

Algo ha cambiado... a peor

  • Hoy hay en Cádiz 14.400 parados más que hace un año, han cerrado nuevas empresas, el sector naval languidece y los ayuntamientos casi están en la quiebra · Hoy, 1 de mayo, llegan las reivindicaciones

 El año pasado, por primera vez en la historia, la manifestación del 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, se celebró en Jerez. Un año después, la situación es mucho peor que la de entonces, laboral y económicamente hablando, y no sólo en Jerez.

Lo cierto es que, si se echa la vista atrás, por ejemplo, a hace una década, las consignas de los dos principales sindicatos no han cambiado mucho. Aunque entonces el lema principal era Por la mejora de las prestaciones por desempleo, aquel 1 de mayo de 2002, los líderes de CCOO y UGT criticaban al Gobierno del entonces presidente Aznar. Y es que, como ahora, entonces se preparaba una reforma laboral. Entonces, CCOO reprochaba que el Ejecutivo buscase el pleno empleo "eliminando e insultando a los parados, favoreciendo el despido de los trabajadores y procurando únicamente hacer caja en el Inem, para conseguir superávit". Desde UGT se decía hace diez años que era "una auténtica putada" para los parados y los trabajadores en activo las medidas dispuestas por el Gobierno en la nueva reforma laboral que tenía en mente. "La derecha más rancia de este país está dejando España como un solar, convirtiendo el trabajo en un infierno para los obreros", decía UGT.

Claro que las diferencias son muy evidentes. Entonces, la Encuesta de Población Activa del primer trimestre de 2002 marcaba la cifra de parados en 132.700. Hoy, el dato es aún más demoledor: 204.100 gaditanos sin trabajo.

Pero no hay que irse tanto tiempo atrás para comprobar el deterioro de la provincia. En el último año, sin ir más lejos, Cádiz ha sido noticia en el ámbito laboral por muchos motivos, todos ellos negativos. El dato más claro es el paro registrado. En marzo de 2011, la cifra en la provincia era de 181.856 personas sin trabajo. En marzo de 2012, el paro registrado ha subido hasta los 196.339 gaditanos sin empleo. Esto significa varias cosas: no sólo que más de 181.000 vecinos de esta provincia no hayan podido encontrar un sustento económico. Significa, además, que 14.483 personas más han perdido el suyo en los últimos doce meses: casi 40 parados al día. Es el drama de la provincia de Cádiz.

Lo es porque, el principal sustento del empleo, las  pequeñas y medianas empresas, lejos de recuperarse, siguen en caída libre. Ya lo dijo recientemente la Confederación de Empresarios de Cádiz: desde que comenzó la crisis, más de 8.000 negocios han tenido que cerrar sus puertas.

En las páginas de los periódicos, informativos de radio y de televisión, las que toman protagonismo son las grandes industrias que dejan en el paro a cientos de trabajadores. Pero son muchas más las que ponen cada día el ladrillo de ese muro infranqueable tras el que se esconde la prosperidad, el empleo, la liquidez.

Esos casos mediáticos son, cierto es, igual de dramáticos que los de los empleados de un pequeño comercio de ultramarinos, de una panadería, de un bar.  En esta provincia, aún colea el caso Delphi: 1.800 personas de golpe al desempleo. Como resultado, 600 prejubilados, más de 500 en cursos de formación que acaban en septiembre y más de 300 que ya habían logrado volver al mercado laboral, de nuevo a la cola del Servicio Andaluz de Empleo (SAE).

Porque, dos de las empresas que habían intentado arrojar luz a la eterna oscuridad que significa en la provincia de Cádiz el nacimiento de nuevos negocios,  una ha naufragado y la otra intenta asomar la cabeza. Son los casos de Gadir Solar, nacida al calor de las subvenciones creadas tras el cierre de Delphi, que creó una plantilla de más de 200 operarios (la mitad de Delphi) y que ayer hizo oficial los despidos. El otro caso es Alestis: llamado a ser el principal proveedor de Airbus, acaba de anunciar un preconcurso de acreedores, una gran reestructuración interna y con más de un centenar de trabajadores inmersos en un ERE temporal  (todos procedentes de Delphi).

Y Cádiz Electrónica. 450 puestos de trabajo extinguidos (entre directos e indirectos) y la antigua fábrica a la espera de que alguna nueva inversión se decida a retomar la actividad que, según los trabajadores, nunca debió cesar porque los números así lo indicaban. 

Tampoco ha sido un buen año para  el sector naval. Hoy, las factorías de Cádiz han entrado en un coma que se veía venir. La inanición ha acabado por adormecer a unos astilleros que ya no tienen barcos que construir. Se dedican a esperar que los mercados sean benévolos, que la competencia les deje un resquicio o que la Armada de algún país lejano se decida a dejar en manos de los expertos e inmejorables operarios gaditanos la construcción de su nueva flota de guerra.

Y, en cuanto a flota, pero pesquera, Barbate sigue en su particular lucha por la supervivencia de un arte milenario, la almadraba, que da de comer a cientos de barbateños. Eso sí, lo hace sin poder pescar en Marruecos.

Y los ayuntamientos. Jerez, La Línea o Barbate son sólo la punta de un iceberg que, en año de Titanic, se está llevando por delante a muchos grandes trasatlánticos que no vieron venir el golpe. Evidentemente, algo ha cambiado este año. Pero todo, sin duda, a peor.

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