La Sierra da el pistoletazo de salida a la campaña de la aceituna que será menos productiva que la del año pasado, pero que alcanzará altos niveles de calidad. El fenómeno de la ‘vecería’ en el olivar (a un año abundante de cosecha le sigue otra siguiente más pequeña por descanso del árbol) y la sequía condicionarán la recolecta, que se ha adelantado unos 20 días en algunas zonas como Olvera, y que se prevé más corta que campañas anteriores. En total, las tres grandes cooperativas de la comarca que dan cobertura a una docena de pueblos molturarán en total 32,5 millones de kilos de aceitunas de los olivares de montaña que salpican la geografía serrana.

La cooperativa de los Remedios, en Olvera, que este miércoles ha formalizado el inicio de la recogida con un acto institucional, al que acudieron agricultores, autoridades y almazaras y en el que se designó a la delegada del Gobierno de la Junta, Ana Mestre, como madrina de esta campaña, recogerá este año alrededor de 17 millones de kilos de aceitunas, que se convertirán en 3 millones de kilos de aceite. Eso significa que será una recolección de entre un 35% y en 40% menos de producción en Olvera por los efectos de la vecería y la sequía con respecto a la edición del año pasado, que fue récord. “Los aceites que están saliendo son de mucha calidad. Son frescos y aromáticos”, dice Antonio Villalba, gerente de la cooperativa Los Remedios, que agrupa a unos 6.000 socios, de los que 1.500 de ellos son olivareros.

En el caso de la cooperativa Nuestra Señora del Rosario, asentada en Algodonales, la campaña se presenta también con menos producción. Se cosechará la mitad de olivas que el año pasado, cifrándose la producción en 2,5 kilos de aceitunas y medio millón de kilos de aceites que saldrán al mercado. En Setenil de las Bodegas, los estragos se aminoran y la producción estará en torno a los 12,5 millones de kilos de aceitunas, que se traducirán en 2,6 millones de kilos de aceite. “La campaña es más tardía pero vamos a tener bastante calidad. Se han adoptado medidas novedosas en control de plagas y han dado buenos resultados”, adelanta el gerente de la cooperativa El Agro, Juan Sánchez.

Precisamente, las flamantes instalaciones de la cooperativa de los Remedios, en Olvera, acogió este miércoles el arranque de la campaña olivarera de la Sierra con un acto oficial en el que se designó a la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía en Cádiz, Ana Mestre, como madrina de los aceites de oliva de esta recolección. Ana Mestre mostró su satisfacción por sentirse “embajadora” de unos aceites que ponen en valor la producción agroalimentaria de la provincia y son eje “vertebrador y generador de riqueza” en la zona.  Ante un nutrido grupo de representantes de organizaciones agrarias, almazaras, cooperativas y alcaldes de la Sierra, la delegada del Gobierno dijo que la Junta de Andalucía es “consciente de las amenazas y necesidades del sector”, con lo que se comprometió a impulsar esta industria de cara a los mercados. “El Gobierno andaluz estará por delante para fortalecer al sector ante las amenazas”, apostilló para animar a los productores en pro de la calidad del oro líquido gaditano “para que abra las puertas de restaurantes y de muchos mercados como marca de calidad de la provincia”, afirmó.

También el alcalde de Olvera, Francisco Párraga, pidió a Ana Mestre su compromiso para “que sea cómplice en la lucha en defensa por el olivar de montaña, que tantas dificultades tiene que sortear y del que dependen muchísimas familias, que genera mucha mano de obra y que es nuestro patrimonio ecológico y cultural, fundamental en la lucha contra el cambio climático”. 

Por su parte, el presidente de Los Remedios Picasat, Francisco Panduro, habló de la   apuesta por la calidad y el esfuerzo de muchos años de los olivareros de la comarca, que buscan seguir desarrollando su actividad. Se refirió al papel de la Denominación de Origen de los Aceites de la Sierra como elemento diferenciador y pidió a las administraciones que peleen en Bruselas para que la nueva PAC refleje un "trato preferente" para el olivar de montaña, con más costes y menos productivo que el intensivo.