Provincia de Cádiz

10 años de cárcel por intentar matar a su ex novia y a un amigo de ella

  • Las víctimas recibieron 6 y 8 puñaladas tras una fiesta en una vivienda de El Puerto

La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a diez años de prisión a N.V.A., de 25 años de edad, porque considera probado que fue él quien en junio de 2008 apuñaló a sus ex novia, C., y un amigo de ésta, O., al término de una fiesta casera en El Puerto. Las dos víctimas sobrevivieron a los navajazos. O. recibió ocho. C., seis. La sentencia estima que el procesado cometió dos delitos de tentativa de homicidio y aplica una atenuante de embriaguez.

Los hechos sucedieron en una vivienda del barrio de El Tejar. Según explica la resolución, el procesado y las víctimas bebieron cerveza, charlaron y bailaron sin problema alguno durante horas. Sólo había una cuarta persona más en el grupo. Ya de madrugada, todos se acomodaron para dormir. Fue entonces cuando N.V.A. vio a O. entrar en el dormitorio en el que se hallaba su ex novia, C., y se fue hacia él y después hacia ella. N. no explicó por qué se abalanzó sobre la pareja, no ofreció ningún dato que permitiese ir más allá de imaginar que sufrió un ataque de celos. En el juicio, celebrado a principios del pasado febrero en la Sección Primera de la Audiencia, N. aseguró que no recordaba lo ocurrido y se limitó a pedir perdón.

La sentencia relata que el procesado, su ex novia y un amigo de ambos, A., se trasladaron a El Puerto desde Madrid para pasar un fin de semana y que así llegaron al domicilio de O., donde comenzaron a beber cervezas y decidieron luego no salir a la calle y hacer la fiesta en casa. De madrugada, C. mostraba síntomas de embriaguez. Así que O. le ofreció su habitación para que durmiese allí y él se fue a otra. Finalmente, como los otros dos también optaron por quedarse a dormir en el piso, O. entró en la habitación que ocupaba C. y fue cuando el procesado se abalanzó sobre él y comenzó a apuñalarlo.

La resolución narra que O. quedó inconsciente en el suelo y que N. atacó a continuación a C., que salió despavorida de la habitación. La mujer, que gritaba pidiendo auxilio, consiguió salir al rellano de la escalera perseguida por N. y acabó por entrar de nuevo en la casa y dejar fuera al acusado. Los vecinos alertaron a la Policía, que sorprendió al procesado en la escalera. Iba con el torso desnudo y estaba cubierto de sangre de las víctimas.

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