Nuria Orellana. Ex titular del juzgado de los mercantil de Cádiz

"La carga de trabajo en el Juzgado de lo Mercantil llegó a ser inhumana"

  • La juez se incorpora a su primer destino fuera de la provincia de Cádiz Un total de 600 concursos están hoy día en trámite "Los casos son proporcionales al impacto de la crisis"

La magistrada jerezana Nuria Orellana confiesa que el trabajo en el Juzgado de lo Mercantil de Cádiz "llegó a ser inhumano" pues se le exigía como juez un esfuerzo del 300% imposible de asumir aunque, como fuera el caso, se levantara a las cuatro de la mañana para adelantar sentencias. Tras ser designada magistrada de lo Mercantil de la Audiencia de Málaga, sale por primera vez de la provincia en la que ha desarrollado toda su carrera.

- Estaba en su Juzgado de lo Mercantil y, de repente, llega la crisis. ¿Se sintió desbordada?

- Pues sí, evidentemente sí. En marzo de 2011 nombraron juez, secretario y funcionarios de refuerzo, una medidas que fueron paliativas pero absolutamente insuficientes. A mi ya me avisaban los 'sabios' con más experiencia que yo cuando opté por lo Mercantil. Me decían: "Cuando venga una crisis te vas a enterar". Y me enteré. En aquella época no pensé que iba a ser tanto. Pero sí, sí me enteré. El juzgado ha funcionado como un barómetro de la crisis y hasta cuando el Gobierno decía que no había crisis los concursos ya se iban incrementando y desde entonces no han parado de crecer. De hecho, más de cien al año y tenemos en la actualidad 600 concursos en trámite. La carga de trabajo es extraordinaria, inhumana. Se me ha exigido el 300%. Tal carga de trabajo es imposible para un solo juzgado. Ya en 2008 dije que la situación había pasado de preocupante a alarmante. Ahora, sinceramente, ya no sé cómo calificar la situación. No tengo calificativos.

- ¿Avisaron de la que llegaba?

- Cuando se crearon los segundos juzgados de lo Mercantil para Sevilla y Málaga también se tenía que haber creado el número 2 de Cádiz... y si me apuran hasta un tercero. Ahora mismo llevamos tres años sin que se creen juzgados. Seguimos con unas estructuras decimonónicas. Han sido muchos años reivindicando la mejora de los medios y dejo un juzgado con los referidos 600 concursos en trámite y no porque no se haya trabajado, sino porque los concursos llevan una tramitación larga. Los plazos que dice la ley luego son imposibles de cumplir, luego está que hay que liquidar los concursos... Resulta frustrante que un juez que lleva los procedimientos te lo esté diciendo desde 2008 y que haya hasta una Memoria del TSJA en la que se dice que hace falta un juzgado más. Repito que es frustrante que la situación, cinco años después, esté peor que cuando se pidió ayuda.

- Mientras tanto, en los juzgados de lo Social se montan juicios uno dentro de otro...

- Se han incrementado los despidos. Los EREs ya no los autoriza la autoridad judicial sino que es el propio empresario el que abre el periodo de consultas. Hay gran cantidad de despidos y estos son preferentes. En lo Social no pueden hacer otra cosa porque los despidos son lo primero.

- El Xerez CD, el Cádiz CF, Delphi, Jale, Nueva Rumasa... La avalancha fue enorme.

- Ya le dije que me lo avisaron, pero no esperaba tanto. El aumento de asuntos ha sido directamente proporcional a la crisis, no solo los concursos sino también los incidentes de los mismos. Son complejos y como tales tienen tramitaciones complejas. En principio cayeron las empresas más débiles, las que dependían más de los bancos. Las más fuertes, las más independiente de la banca, resistieron, pero al cabo de los años dejaron de resistir, no pudieron. Al principio fueron constructores, promotoras, después llegaron las auxiliares...

- ¿Puede el juez salvar empresas?

- Me gustaría salvar tanto las empresas como el empleo, pero el objetivo de la Ley Concursal es satisfacer a los acreedores. Pero si este objetivo es a costa o lleva aparejada la salvación de la empresa mediante el convenio con los acreedores y el mantenimiento del mayor número de puestos de trabajo se valora positivamente. Lo malo es que muchas empresas han llegado al juzgado en la UCI, con todo hipotecado. Es en el primer año cuando hay que sacar la empresa a flote. Después, por ejemplo ya sin naves, la empresa no es viable. Creo que se llega tarde al juzgado. Y también considero que es evidente que los juzgados deberían de haber estado más dotados de medios. Los juzgados de lo Mercantil eran una de las armas de lucha contra la crisis y la verdad es que no se hizo nada.

- Un reciente artículo en la prensa nacional criticaba que los jueces nombraran administradores concursales a personas a las que conocían de haberles invitado a simposios...

- Leí ese articulo y no comparto opinión del catedrático, ni que ponga en duda el sistema de nombramientos por parte de los jueces, pero debo reconocer que es verdad que el sistema puede dar lugar a sospechas. Ciertamente, hay muy pocos concursos que sean rentables económicamente para un administrador. Yo siempre he sido muy crítica con el arancel de los administradores concursales. Estuve en la comisión de codificación e intenté una modificación, pues da unas retribuciones desorbitadas a unos administradores y mínimas a otros, pero no se modificó. El Juzgado de lo Mercantil de Cádiz es el único que aplica criterio de designación por el orden alfabético de las listas, pero aún así cuando hay un concurso bueno se nombra un administrador y hay uno contento y 299 descontentos. Las críticas vienen del propio gremio.

- ¿Es una forma de negocio?

- Ahora se ha visto como una vía de negocio ser administrador concursal. Sería necesario que hubiera una selección previa más rigurosa de los administradores. Pero ahora mismo sólo se exige un compromiso de formación, pero no se dice qué tipo y hay muchas desigualdades. Hay casos en los que se tienen pocos conocimientos incluso de la Ley Concursal.

- Los EREs son como el pan nuestro de cada día...

- Tenemos que partir de la base de que los EREs que yo he tramitado por al articulo 64 de la Ley Concursal son EREs de empresas en concurso que yo antes declaré insolventes y que han tenido que afrontar regulaciones. Hay ocasiones incluso en las que los trabajadores han venido a pedir que se aplicara cuanto antes el ERE porque tenían que acceder al desempleo tras estar meses sin cobrar. Es una situación lamentable. El que más trascendencia social tuvo fue el de Delphi, que afectó a 1.540 trabajadores. Yo, que soy jerezana y de esta provincia, conozco a muchas personas a las que les afectó. Me resultó lamentable una pérdida tan grande de empleos.

- ¿Actuó bien la Administración pública en el 'caso Delphi'?

- La ley me impide censurar o felicitar las gestiones. En su momento se consiguió que la subvención de los trabajadores fuera muy superior a la del despido objetivo, por que la matriz dio 120 millones de euros y se dieron 45 días con un máximo de 200.000 euros y un incremento lineal de 1.600 y pico de euros por cada trabajador. La pena es que se extinguieran los contratos porque lo que un trabajador quiere es seguir trabajando, no una indemnización. También se pactaron prejubilaciones al margen del juzgado. Pero ahí están unos 500 trabajadores en desempleo en una provincia con los índices más altos de España y Europa.

- ¿Las insolvencias familiares superan a las empresariales?

- Vamos a ver, ha habido insolvencias familiares, del consumidor, del padre, de la madre de familia... Lo que ocurre es que la Ley Concursal no es la solución. La Ley no es solución para las familias porque lo máximo que pueden obtener, todo lo más, es la suspensión de ejecuciones. Por ejemplo, no has pagado el gasto de la tarjeta... pues eso se suspende mientras dura el concurso y todos los acreedores pasan al mismo saco. Lo lamentable han sido los desahucios de las viviendas habituales. Esa subasta, esas ejecuciones, no se suspenden ni siquiera por un año como sí les sucede a las empresas por lo que en muchas ocasiones la familia acude al concurso para parar la subasta y eso con el concurso no se consigue.

-Creo que hubo un antes y un después de que los jueces alzaran la voz contra el incremento de suicidios de personas desesperadas por perder su vivienda...

- El CGPJ encargó un trabajo y los jueces decanos hicimos un comunicado pidiendo que, tal y como estamos sometidos al imperio de la ley, se adoptaran medidas. Los jueces estamos concienciados, en la realidad, somos personas y además tenemos una relación muy directa con el ciudadano, es algo que nos llega cuando estamos en primera instancia, en la trinchera.

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