Carlota García Barón es una médica de 26 años. Aterrizó en Madrid hace menos de un año después de prepararse el MIR en Oviedo. Recaló en la Fundación Jiménez Díaz de la capital española, donde eligió la especialidad de Radiodiagnóstico. No podía imaginar entonces que en su primer año de residencia tendría que hacer frente a una pandemia en la comunidad española con mayor número de contagios y muertes por coronavirus.

-¿Cómo es su día a día en hospital madrileño desde que estalló el brote del Covid-19?

-A pesar del elevado número de contagios que hay en Madrid, la población se está portando genial con el sistema sanitario. La gente ha asumido muy bien su rol. Aquí, cualquier persona con fiebre acepta que tiene el virus y se queda en su casa. Solo acuden a los centros hospitalarios los que se encuentran realmente mal. 

-¿Pero el volumen de trabajo será alto igualmente?

-Sí, sí. Paso muchas horas en el hospital, hago más guardias...De hecho, me han anulado las vacaciones hasta el próximo 15 de mayo. En cualquier caso, para mí ahora lo importante es estar donde tengo que estar, que es al servicio absoluto del hospital.

-¿Qué ha cambiado en su rutina?

En un día se pueden realizar en la Fundación entre 100 y 120 placas de tórax en casos sospechosos de coronavirus. Pues bien, el 70% de esas placas que nos remiten revelan neumonía. Esas pruebas, las placas de tórax, son las que más han aumentado en nuestro servicio a raíz del Covid-19. Por contra, otras como los Tac, las resonancias y las ecografías se han limitado bastante salvo que sean urgentes o preferentes. No podemos olvidar que un hospital no deja de ser un foco de infección. 

García muestra la comida donada al personal sanitario.

-Si yo le hablo de unos 50 casos positivos en Cádiz frente a los casi 5.000 de Madrid, no suena tan grave, pero lo es.

-Confío en que en Cádiz de controle el virus. Allí todavía estáis a tiempo de frenarlo. En Madrid, sin embargo, ya es más difícil, se ha convertido en la Milán de España. 

La herramienta más eficaz para combatir al coronavirus es el sentir comunitario de responsabilidad de la población. Ahí está la clave, en quedarse en casa, evitar la propagación y no colapsar el sistema sanitario. Ésta no es una cuestión ideológica ni de individualismo. Es un asunto de comunidad. Deseo que esta crisis saque lo mejor de cada uno de nosotros. 

-Es importante apelar a la disciplina social cuando lo peor está por llegar.

-Sí, nos esperan semanas duras por delante. No obstante, también creo que nos hemos sabido adelantar al mirar a Italia. Entrar en pánico y en caos no ayuda en nada, por eso considero que aporto más siendo positiva. 

(Durante el desarrollo de esta entrevista, realizada por teléfono el lunes 16 de marzo sobre las 20:00 horas, comienzan a sonar los aplausos de cientos de gaditanos que salen a sus balcones para agradecer al personal sanitario su labor)

-Escucha usted los aplausos

-¡Sí! Es tan emocionante y gratificante. Cómo médica, cuando oigo estas ovaciones, me entran ganas es de ir al día siguiente a trabajar 25 horas seguidas.

-Para terminar, ¿qué mensaje lanza a los gaditanos?

-Pues que no es el momento de relajarse y que debemos mantener esa actitud preventiva que se ha instaurado de manera prácticamente generalizada entre la población. Estoy orgullosa del comportamiento de la gente. 

Actualmente, la joven gaditana ha sido derivada al servicio de Urgencias del hospital, donde hace falta más personal ante el incremento constante del número de casos en Madrid.