El juicio con jurado por el caso de la madre que mató en Chipiona a su hija celebró ayer la sesión de conclusiones en la Audiencia Provincial de Cádiz. El proceso, que dura desde el lunes, está a la espera de que hoy el jurado aporte un veredicto definitivo para que el juez adopte una sentencia.

Los hechos ocurrieron el pasado 12 de agosto de 2013, cuando la acusada R.B. llamó a su hija I.M.R.B requiriendo que esta fuera al domicilio de la madre para que la llevara a comprar a la carnicería. I.M.R.B accedió a trasladar a su madre al punto que esta precisaba y subió al vehículo junto a su madre, que se sentó en el asiento del copiloto. Arrancó el coche y comenzó a circular cuando a los pocos metros fue sorprendida por una agresión por parte de la madre. R.B. sacó de uno de los bolsos un arma blanca de 20 centimetros y asestó varias puñaladas a la fallecida.

La Fiscalía pide una condena de 18 años de prisión por un delito de asesinato e inhabilitación absoluta. En la vista de ayer en la sala 3 de la Audiencia, también se reclamó que había agravante por parentesco. También se reclamó que la acusada se encargue de las costas y que indemnice al padre de la fallecida con una cantidad de 60.000 euros y a la pareja sentimental de la víctima con 40.000 euros. La defensa, por su parte, pide la libre de absolución y las medidas de seguridad legalmente previstas para estos casos. Esto es, optar por el internamiento de R.B. en un centro psiquiátrico o un tratamiento ambulatorio que obligue a la acusada a ir a un centro para recibir medicación. Esta última posibilidad se haría con la vigilancia del tribunal. Además, se contempla que en el caso de que no quedase exenta de responsabilidad de forma total se redujese la pena de prisión entre 7 años y 6 meses y 15 años. Las conclusiones finalizaron con la inculpada, a través de su abogado, rechazando la oportunidad de tener la última palabra tras los hechos presentados por las partes.