La película del desfalco en el Consistorio isleño siguió ayer el guión marcado desde hace días. Las versiones no cambiaron, como tampoco lo hicieron los puntos de vista. En la Delegación Municipal de Bienestar Social se celebraba un Consejo de Participación Ciudadana con un único punto sobre la mesa, explicaciones municipales a los colectivos y partidos convocados. A sus pies, un centenar escaso de ciudadanos, pertenecientes a la recién creada plataforma ciudadana Responsabilidades políticas ya se esforzaba en hacer escuchar su voz, poco antes de que los protagonistas del encuentro llegaran a la cita.

El momento más tenso, sin duda, la llegada del alcalde de San Fernando, Manuel María de Bernardo. Los cánticos -y algún que otro insulto- se multiplicaron. "¡Alcalde dimite, el pueblo lo transmite!" o "¡PP, rompe el pacto!", fueron los más repetidos ante un regidor que intentó pasar el trago como mejor pudo.

Instantes después, dos responsables de la plataforma subían las escaleras de las dependencias para entregar un manifiesto, que recogía básicamente las conclusiones del primer encuentro de este colectivo días anteriores: "Nos han robado 1.300 millones de pesetas a todos los isleños, unos 115 euros por cabeza, por tanto reiteramos que tenemos la obligación social y moral de exigir a nuestros políticos que asuman su responsabilidad", rezaba uno de los párrafos del mismo.