El sector primario se rebela

Los consumidores de Cádiz pagan cuatro veces más de media por los alimentos

  • El precio medio de venta al público llega a veces hasta el 600% con respecto a lo que perciben los productores. Indignación de pescadores, olivareros y cooperativas de Conil por “la especulación de los intermediarios”

Oferta de aceite en un supermercado de Cádiz

Oferta de aceite en un supermercado de Cádiz / Joaquín Hernández 'Kiki'

El Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos (IPOD) que elabora la organización agraria Coag da cuenta del desfase entre lo que pagan los consumidores y lo que percibe el agricultor, con puntas en algunos productos que llegan a superar el 600%.

El último IPOD, correspondiente al mes de enero de este año, refleja que el precio de origen de los alimentos se cuadruplica hasta que llega al consumidor, con un diferencial de 4,43 veces en los productos agrícolas y de 3,10 veces en los ganaderos.

Los casos más sangrantes de enero en las producciones agrícolas se dan en la patata, con un precio en origen de 0,17 euros/kilo frente al 1,25 euros del precio en destino (+635%) y la cebolla, 0,20 frente a 1,44 euros (+620%).

Los casos más sangrantes son la patata y la cebolla

Otros cuatro cultivos superan el 500% entre lo que llega al agricultor y lo que paga el consumidor: repollo, de 0,19 a 1,25 euros; ajo, de 0,82 a 5,36 euros;naranja, de 0,25 a 1,60 euros;y mandarina, de 0,32 a 1,95 euros.

Bartolomé Ramírez, cooperativista de Conil y miembro de Coag de La Janda, pone el ejemplo del tomate, cuyo precio oscila entre 30 o 40 céntimos en lonja y llega a los supermercados por encima del euro. “Pero nuestro problema está en origen. Nosotros no ponemos los precios de nuestros productos, pero a nosotros sí nos ponen el precio de la presión fiscal y de los coste de producción.El tomate no sólo es el tomate, sino su envase, que a veces el envase cuesta más de lo que pagan por los tomates que lleva. La única forma que tenemos de reducir nuestros costes es que exista menos presión sobre los costes del productor”.

El aceite de oliva virgen extra fue el único producto por debajo del 100% entre el coste en origen y destino, ya que según el IPOD, pasó de 2,10 a 3,80 euros. Los productores del olivar de la Sierra sostienen que el aceite no sufre los mismos vaivenes que el resto de productos de la cadena alimentaria como, por ejemplo, el tomate o la patata, que al agricultor se lo pagan a pie de mata a precios irrisorios y en el lineal del súper se encuentra a un 400 o 500% más caro que en origen. Los olivareros aseguran que el aceite de oliva virgen extra de es el único producto que los márgenes son parecidos tanto para productores como intermediarios o distribuidores. El problema viene en la desproporción que existe entre los costes de producción del kilo de aceite que están, en estos momentos, a 2,70 euros, y a lo que se está vendiendo en el mercado, que es alrededor de 2,20 euros.

“Nos encontramos con precios tan bajos porque el aceite se ha convertido en un producto gancho en los supermercados. Y eso hace que caigan tantos los precios y estemos muy por debajo de los costes de producción”, sostiene Juan Sánchez, gerente de la cooperativa El Agro, en Setenil. Además, añade que, en estos momentos, la distribución del aceite está en una posición de fuerzas con respecto a los productores por la buena campaña del año pasado y la entrada de aceites de terceros países, que hacen que tiren a la baja los precios.

Los olivareros de la Sierra harán su propia tractorada de protesta el próximo día 14

Así que, todo el sector del olivar de montaña en la Sierra, en el que se incluyen cooperativas, almazaras y agricultores, protestará el próximo día 14 organizando una tractorada reivindicativa desde Alcalá del Valle y hasta Olvera para denunciar la situación. Piden precios dignos para el aceite porque, dicen, que los actuales son ruinosos; que se frene la “especulación” a costa de los agricultores y la “competencia desleal” de productos de terceros países, que no pasan los mismos controles que los de aquí y que se ponga freno “a las barreras y aranceles que nos expulsan de los mercados”, añaden.

Entre los productos ganaderos, la palma se la llevó la ternera de 1ª, por la que se pagó al productor 3,95 euros/kilo frente a los 15,84 euros de venta al público, mientras que la docena de huevos medianos se situó en el otro extremo, con un repunte del 65% entre los 0,85 euros que fueron a parar al bolsillo de los productores y los 1,40 euros que desembolsó el consumidor final.

El sector pesquero también sufre la problemática de los precios. En la Cofradía de Pescadores de Sanlúcar, José Carlos Macías destaca que en los últimos años se está dando especialmente en la flota de cerco, con especies como el boquerón, la caballa o el jurel. Cuenta, por ejemplo, que un kilo de boquerones puede salir en la primera venta en lonja a 30 ó 40 céntimos y “en los supermercados nunca lo encontrarás por menos de 3,50 ó 4 euros”. La pesca de arrastre no es ajena a este problema, pero se ve afectada en menor medida, porque “existe más variedad de productos, casi 100 diferentes” y los hay que “están caros siempre”, como es el caso del langostino. Como soluciones, Macías plantea “acortar la cadena de intermediarios” y cambiar la tendencia actual de la subasta en primera venta por contratos de aprovisionamiento como el que la propia Cofradía de Pescadores de Sanlúcar mantiene desde hace años con Mercadona para la chirla con “un precio estable” que resulta satisfactorio para los 16 barcos de la flota que forman parte del mismo. “La clave está en que el productor se meta en la cadena de comercialización sin intermediarios”, asegura.

De este modo, el sector primario calienta motores para la tractorada y el corte de carretera convocados por las organizaciones agrarias (Asaja-Cádiz, Coag-Cádiz y UPA-Cádiz) junto a las cooperativas agroalimentarias el próximo 18 de febrero en Villamartín.

“Todos los cultivos están mal y hay mucho hartazgo por los ataques injustificados que sufre los agricultores de todos lados y que vienen de lejos”, indica el presidente de Asaja-Cádiz, Pedro Gallardo, quien a modo de ejemplo de la situación “insostenible” del sector, alude al caso de los cereales, que de pagarse a 450 euros/tonelada hace ocho años ha pasado a 240 euros, casi la mitad, mientras que la uva de vinificación del Marco de Jerez, cuya superficie de viñedo se ha reducido de 20.000 a 6.500 hectáreas, “es prácticamente la peor pagada de España”. Salvo el aguacate, que apenas ocupa unas mil hectáreas en la provincia y está bien pagado, el resto de cultivos y sectores –algodón, arroz, ganadería...– venden a pérdida, es decir, por debajo de los costes de producción.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios