La crisis se ha cobrado casi 5.500 empresas en la provincia en cuatro años
El número de negocios se sitúa en las mismas cifras de 2005, las firmas con menos de 20 empleados son las que más sufren y el movimiento cooperativo se desploma
El tejido empresarial de la provincia se despeña por el desfiladero de la crisis. Entre 2008 y 2012 han desaparecido casi 5.500 negocios, situándonos por primera vez desde el año 2005 por debajo de las 60.000 empresas. Es un dato demoledor que ayer reveló el Directorio Central de Empresas del Instituto Nacional de Estadística.
En el interanual del verano de 2012 al verano de 2011 la caída ha superado las mil empresas, pasando de las 60.184 del junio de hace un año a las 59.027 de hace dos meses. El único consuelo, que no lo es, es que nos encontramos ante la menor caída interanual del número de negocios desde que el desplome de Lehman Brothers, en septiembre de 2008, dio el disparo de salida de la segunda mayor recesión económica en cien años.
En 2008, Cádiz había crecido hasta el mayor número de empresas nunca conocido en la provincia, 64.505, si bien muchas de ellas, la inmensa mayoría, eran demasiado pequeñas para aguantar el vendaval que se les venía encima. Esto se puede comprobar en el número de asalariados de las empresas desaparecidas. En 2008 estaban registrados 31.439 negocios en la provincia con menos de veinte asalariados. Cuatro años después las empresas que se encuentran en ese segmento suman 27.531. Es decir, las pymes han sido castigadas por la crisis con una drástica reducción en la que cuatro de cada cinco firmas que cerraban las puertas correspondían a pequeños empresarios que no podían sostener la situación.
En el lado opuesto, la situación no sólo no es mucho mejor, sino que es peor. La provincia nunca se ha caracterizado por tener empresas de mayores dimensiones, aquellas que tienen entre 100 y 500 trabajadores. En estos cuatro años de devastación económica la provincia ha perdido más de la mitad, pasando de las 212 de 2008 a las 109 de la actualidad. En este apartado se incluyen muchas de las deslocalizaciones que han asolado el tejido industrial de la Bahía mientras no paraban de inyectarse millones de dinero público y, en menor medida, el sector agroalimentario, no tan castigado como otros.
En el punto intermedio, entre los 20 y los cien trabajadores, donde podemos situar, generalizando, una parte importante del sector inmobiliario y derivados, se ha pasado de las más de 300 de 2008 a las 194 actuales.
El potente movimiento cooperativo de la provincia, alrededor del cual se crearon fuertes empresas, tampoco ha resistido el empuje de la crisis. La provincia llegó a tener 614 cooperativas en 2006. La fórmula funcionó y, en muchos casos, ha articulado la comercialización para pequeños productores. A día de hoy la provincia cuenta con 419, muchas de ellas, como algunas vitvinícolas, al borde de la quiebra. En sólo un año han desaparecido una veintena, que es el ritmo que, números arriba o abajo, se está produciendo desde 2008.
Lo único que crece dentro de los registros empresariales es el apartado asociativo. Hay más asociaciones que nunca, pasando de las 1.966 de 2008 a las 2.413 actuales. Pero el tejido asociativo, siendo importante, no genera movimiento económico y, en buena medida, cada vez menos, depende del dinero público. Tampoco las sociedades anónimas son las más vapuleadas, que han pasado de 1.085 a 1.033. Hay que buscar en las sociedades limitadas la verdadera sangría y, sobre todo, en los emprendedores, las personas físicas. 1.040 en los últimos doce meses admitieron el fracaso y cancelaron el negocio.
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