Elena Amaya | Alcaldesa de Puerto Real

“Antonio Romero vio el cielo abierto con nuestro pacto con los andalucistas”

  • Elena Amaya dice que su predecesor en la Alcaldía de Puerto Real no quería seguir en el cargo, ve “pésima” la herencia de Podemos y pone como ejemplo que no se haya dado un paso en la gestión de los fondos Edusi

  • "El PA de Maribel Peinado era la marca blanca del PP en esta ciudad pero ahora creo que AxSí ya no lo es"

  • "Los de Podemos dicen que son de izquierdas pero han usado el dedazo para favorecer a sus amigos"

  • "El Ayuntamiento de Puerto Real no tiene dinero para pagar un asesor de la talla de José Antonio Barroso"

Elena Amaya, durante la entrevista en la Alcaldía de Puerto Real.

Elena Amaya, durante la entrevista en la Alcaldía de Puerto Real. / Julio González

Que todo el mundo lo sepa: desde hace cuatro semanas en la Alcaldía de Puerto Real mora un torbellino. Porque la socialista Elena Amaya (1972) todo lo hace rápido: reflexiona rápido, habla rápido, parpadea rápido, gesticula rápido... Quizás porque todo lo vive y lo siente con mucha intensidad y con mucha rapidez también.

Pese a no ganar las elecciones municipales por muy poco, esta vallisoletana por accidente que se siente puertorrealeña por los cuatro costados logró apartar de esta Alcaldía a Antonio Romero y a Podemos gracias al pacto firmado con sus hasta hace muy poco irreconciliables enemigos andalucistas. En esta entrevista Amaya deja claras varias ideas: que la gestión de Podemos en la ciudad en los últimos cuatro años ha sido “nefasta”, que Antonio Romero jamás quiso seguir siendo alcalde, que para ella los andalucistas de Puerto Real ya no son de derechas, que Barroso era y es un referente y que a su ciudad le va a venir muy bien tener una alcaldesa y un gobierno que sean del PSOE.

–En la noche electoral, y tras constatar la derrota en las urnas, usted decía que el PSOE se integraría en la oposición. Sin embargo 20 días después llegaba usted a la Alcaldía de Puerto Real gracias a un pacto con los andalucistas. ¿Qué pasó?

–Pues lo primero que pasó fue que en la noche electoral hablé por mí misma y no como portavoz del PSOE puertorrealeño. Puede que fuera un fallo por mi parte, pero es que yo soy así de efusiva y de visceral y así voy a seguir siendo. Yo creía en ese momento que no teníamos que pactar con los andalucistas, pero había gente en mi partido que no pensaba igual. Y lo que hicimos a partir de ahí fue negociar con todos los partidos porque estábamos convencidos de que era bueno que el PSOE estuviera en el gobierno municipal. Los de Podemos nos cerraron las puertas desde el principio hasta el fin mientras que con los andalucistas, después del desencuentro inicial, sí terminamos llegando a un acuerdo. Y hoy pienso que no nos equivocamos y que hicimos lo que teníamos que hacer porque es lo mejor para Puerto Real.

–¿Después de la noche electoral hubo alguna orden de Irene García, secretaria provincial del PSOE, para que peleara usted por la Alcaldía?

–Le aseguro que no. No hubo orden hace cuatro años, cuando podíamos haberle quitado la Alcaldía a Podemos con un acuerdo con PA e IU, y tampoco la ha habido ahora. En la noche electoral Irene García me felicitó por nuestros resultados y nos dio carta libre a los socialistas de Puerto Real. Lo que sí hice al día siguiente fue hablar con algunos de mis compañeros en el anterior gobierno de la Diputación de Cádiz y muchos de ellos me dijeron que me estaba equivocando porque Puerto Real tenía la oportunidad de contar con el PSOE en su gobierno.

–¿Por qué no hubo acuerdo con Podemos?

–Yo creo que no hubo acuerdo porque Antonio Romero no quería seguir siendo alcalde de Puerto Real. Así de claro. No luchó por seguir en la Alcaldía, se acomodó y creo que hasta vio el cielo abierto cuando firmamos el pacto con los andalucistas. Yo se lo dije, que él estaba encantado con la situación. Nosotros sólo le pedimos a Podemos entrar en el gobierno y hacer un equipo solvente. Nuestro objetivo nunca fue la Alcaldía. Pero en la primera reunión nos dijeron que eso no iba a ser posible porque Podemos llevaba en su programa electoral que no pactarían con el PSOE y eso lo mantuvieron hasta el final. La última oferta que nos hicieron fue que los socialistas pasaríamos a ser sus socios prioritarios en la oposición, una definición que me pareció sarcástica y cínica.

–¿Para usted los andalucistas de Puerto Real son de derechas?

–Para mí el gobierno de Maribel Peinado, con Juan Carlos Martínez y demás, sí era la marca blanca del PP en Puerto Real. Ahora no veo que sigan siendo esa marca blanca del PP, porque no son los mismos concejales, salvo alguna excepción, y porque han sido ellos mismos los que se han catalogado como un partido de izquierdas. En cualquier caso eso tendrán que demostrarlo con su trabajo y sabiendo que mi gobierno jamás pondrá en marcha políticas de derechas. Porque yo soy una mujer de izquierdas, de partido y sobre todo de Puerto Real.

–¿Y de dónde provenía esa inquina que había entre socialistas y andalucistas antes del pacto?

–Esa inquina viene de atrás, de antes de que yo entrara en política. Desafortunadamente hice mía esa herencia y tuve mis encontronazos con la anterior alcaldesa andalucista (Maribel Peinado). Hoy pienso que aquel rechazo mutuo fue desacertado y ahora la relación entre PSOE y AxSí es cordial e intentamos hacer un equipo.

–Dijo usted que no gobernaría con imputados pero no es así...

–Las circunstancias son las que son. Con Manuel Izco (concejal de AxSí y miembro del nuevo gobierno) siempre me he llevado bien y hemos llegado al acuerdo de que si hay sentencia condenatoria tendrá que dimitir. Creo que todos, socialistas y andalucistas, nos hemos tenido que tragar muchos sapos para que Puerto Real tenga un gobierno estable.

–¿Cómo valora las dimisiones que ha habido en el PSOE local tras la firma del acuerdo de gobierno con AxSí?

–Es que la que ha dimitido es Eva Basadre, que no sólo era mi compañera sino que es mi amiga. Ella lo tenía muy claro, no quería este pacto y ni siquiera intentamos convencerla. Yo a Eva la quiero con locura y sólo puedo darle las gracias por haber votado en la sesión de investidura y alegrarme de que siga siendo militante del PSOE. En el partido había quienes veían bien el pacto con los andalucistas y quienes lo veían mal. Pero la mayoría pensamos que la gobernabilidad de la ciudad era lo más importante, que un gobierno en minoría de Podemos sería muy nefasto para Puerto Real y que l llegada del PSOE a la Alcaldía sería muy bueno para la ciudad.

–¿Y habrá más dimisiones en su gobierno?

–No me consta. Es verdad que hay una concejala (Maite Orellana) que tiene que aclarar su futuro para compaginar la política con algunas cuestiones profesionales. Mientras se aclara yo he decidido asumir sus competencias.

–¿Qué se puede salvar de estos cuatro años de gobierno de Podemos en Puerto Real?

–Uf, qué difícil. A ver, dejadme pensar... Es que la gestión en el pueblo en estos cuatro años no ha sido insuficiente sino pésima. El tema de la deuda, por ejemplo, es mentira, porque lo único que han hecho es cambiarla de sitio, porque ahora está en el banco. Y en Deportes no han hecho nada; y en Cultura y Fiestas, tampoco; y en Urbanismo e Infraestructuras, nada de nada; y además han dejado un Ayuntamiento muy desorganizado en el que, por cierto, ha habido favoritismo en materia de Personal porque dicen que son de izquierdas pero han usado el dedazo para favorecer a sus amigos. Y ha habido mucha dejadez en la ciudad, y se le debe dinero a la Universidad, a la que no se ha cuidado como debiera. Y hay un ejemplo muy claro de mala gestión: antes de fin de año debe estar ejecutado como mínimo el 30% del proyecto de la Edusi, que eran seis y millones y pico de euros y que tenía como prioridad la reforma de la Plaza de Abastos. Y a día de hoy no hay nada hecho. De verdad que me gustaría decir lo contrario pero no han hecho nada bien y por eso la gente no quería cuatro años más de Podemos en Puerto Real.

–¿Existe el riesgo de que se pierda esa inversión de la Edusi?

–Le aseguro que con una alcaldesa socialista en Puerto Real va a dar tiempo de hacer esa obra y no se va a perder ese dinero.

–¿En qué detalles van a apreciar los puertorrealeños que ha habido un cambio de gobierno?

–Sobre todo en embellecer Puerto Real como esta ciudad se merece. Puerto Real es el corazón de la Bahía de Cádiz y tenemos que darle el enfoque que no ha tenido nunca. Y hace falta una limpieza a fondo y que la zona ajardinada luzca como ahora no sucede, y tenemos que cuidar la Plaza de Abastos, y hay que apostar por los astilleros para seguir siendo la referencia industrial de la Bahía, y tenemos que cuidar a la Universidad y poner en valor el campus de Puerto Real.

–Pues Puerto Real va a perder la Facultad de Ciencias de la Educación, que regresará a Cádiz cuando esté recuperado Valcárcel con el visto bueno de la Diputación presidida por el PSOE...

–Ya, pero también vino a Puerto Real años atrás la Escuela Superior de Ingeniería (ESI) y estábamos encantados de ello. Y si Cádiz no puso entonces el grito en el cielo, yo no lo voy a poner ahora. Lo único que le pido a la UCA es que si Ciencias de la Educación termina yéndose, que le dé contenido a esa Facultad.

–¿Qué puede hacer la alcaldesa de Puerto Real para potenciar la industria naval y aeronáutica en su municipio?

–Pues posicionarse siempre al lado del puertorrealeño y pelear siempre ante el Gobierno central para que llegue carga de trabajo a Puerto Real. Esta ciudad vive de la industria y así tiene que seguir siendo. Y si para pedir trabajo me tengo que subir en un contenedor como hizo un día Barroso, lo haré.

–¿Le ha ayudado Barroso en esta campaña electoral?

–José Antonio Barroso ha estado cerca mía desde que lo conocí cuando era una niña, y en los momentos más complicados de mi vida siempre lo he tenido a mi lado. Su problema fue que no supo retirarse a tiempo pero él sigue siendo una persona muy querida y muy respetada en Puerto Real. Estos días corría el rumor de que iba a fichar a Barroso como asesor de mi gobierno y lo único que puedo decir es que ojalá fuera así pero el Ayuntamiento de Puerto Real no tiene dinero para pagar a un asesor de la talla de Barroso. No compartimos ideas políticas pero me voy a dejar guiar por él porque sus consejos son de sabio.

–¿Y qué consejos le ha dado?

–Que sea yo misma y que no cometa los errores que él cometió. Bueno, también me ha recomendado que no sea tan bocazas como él, pero eso creo que lo llevo regular.

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