Finalmente, los nueve días de huelga en el sector del metal de la provincia han tenido un saldo positivo para sindicatos y patronal, que han celebrado el acuerdo alcanzado, pero para las arcas del Ayuntamiento de Puerto Real, el conflicto supone un desembolso de alrededor de 50.000 euros para reponer contenedores de basura. El dato lo corrobora la alcaldesa del municipio, Elena Amaya.

Solo en la jornada del miércoles quedaron dañados 16 de ellos en la barriada Río San Pedro. A estos hay que sumar los que sufrieron daños o quedaron totalmente calcinados durante las protestas del lunes, también en el mismo barrio, que superaron la docena.

Hace poco más de una semana, el Grupo Energético de Puerto Real (GEN), detallaba que cada contenedor de carga lateral, los más afectados en las protestas, tiene un precio aproximado de 1.200 euros. A esto hay que sumar los costes de retirada del elemento calcinado, así como los trabajos de limpieza y la gestión para reciclar los restos, entre otros. Esto hace que el montante global ascienda a unos 1.800 euros aproximadamente por cada contenedor que sale ardiendo.

  “Es una consecuencia de la situación que hemos vivido que puede parecer no justificable pero hay que entenderlo”, dice la alcaldesa, Elena Amaya, quien asegura que se está trabajando para “reponerlo lo antes posible buscando una partida económica dentro de las dificultades que tiene el Ayuntamiento”.

La regidora puertorrealeña, que ha celebrado el acuerdo entre la patronal y los sindicatos, insiste ha vuelto a reiterar su defensa por “el derecho a la huelga de los trabajadores, en este caso del sector del metal, porque es una forma legal que ha servido para presionar y reclamar lo que entienden que les pertenece”, al tiempo que lamenta que “cuatro o cinco personas al final aprovechen estos actos para liarla. Por fortuna, al final, el diálogo ha imperado, aunque es cierto que en algunos momentos ha faltado un poco de cordura por todas las partes y se ha echado gasolina al fuego de forma innecesaria”.