La fragata Reina Sofía ha finalizado su participación en la Operación Sea Guardian de la OTAN con su regreso a la Base Naval de Rota. Durante 25 días de despliegue, la fragata española ha permanecido al mando del ‘Task Group’ (TG) 440.03 de la operación, integrado también por el destructor inglés HMS Duncan y la fragata francesa FS Courbet.

El buque ha navegado más de 5.000 millas para mejorar el conocimiento del entorno marítimo en zonas específicas del Mediterráneo y realizar encuentros y visitas consensuadas a buques mercantes con el fin de dar a conocer la operación de la OTAN.

Según apuntan desde el Estado Mayor de la Defensa (EMAD), la misión de la Operación Sea Guardian es la de llevar a cabo este tipo de actividades y operaciones de seguridad marítima, que tienen como objetivo el conocimiento del entorno marítimo para disuadir y luchar contra el terrorismo, así como mitigar el resto de amenazas en aguas internacionales del Mar Mediterráneo y aproximaciones del Estrecho de Gibraltar.

Durante su despliegue, la fragata ha contado con 222 militares a bordo, entre los que se encontraban un Equipo Operativo de Seguridad del Tercio de Levante y una Unidad Aérea Embarcada de la 10ª Escuadrilla de Aeronaves.