Provincia de Cádiz

La gallina que quiere ser reconocida

  • Asociaciones gaditanas trabajan para que la gallina sureña sea catalogada como raza autóctona, un trámite paralizado desde 2008

Dos ejemplares de gallinas sureñas negras en Los chozos en Medina Sidonia.

Dos ejemplares de gallinas sureñas negras en Los chozos en Medina Sidonia. / m.s.

El asidonense Mariano Sánchez se pone a hablar de gallinas y no para. Es policía local pero también tiene un criadero de gallos y gallinas sureñas en Medina, que viene trabajando en la recuperación, reproducción y selección de esta especie que estuvo a punto de desaparecer pese a que es "nuestra", defiende. "Es la que ha existido siempre en los campos de Andalucía y Cádiz, es nuestro patrimonio, pero ha estado a punto de perderse por la llegada de tantas aves híbridas que potenciaban la puesta y el engorde", cuenta este aficionado a las aves y que es vicepresidente de la Federación Andaluza de asociaciones de criadores de la gallina sureña, constituida el pasado año para poner en marcha una estrategia común con un objetivo: que esta gallina vuelva a campear por los campos gaditanos y sea catalogada como raza.

Y Sánchez y sus compañeros lograron que en el último pleno de la Diputación todos los grupos hablaran sobre este asunto y aprobaran por unanimidad una propuesta de IU para que se propicien los estudios necesarios para su catalogación como raza de ganado por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente. "Ha si un paso importante", decía Sánchez. Él es el encargado de elaborar un censo real de criadores que ahora mismo "tirando por bajo" pueden ser 650 en la comunidad. En Cádiz, nada menos que hay seis asociaciones distintas por todas las comarcas. A la de Medina, se suma la de Chipiona, Alcalá de los Gazules, La Barca, Castellar y Arcos. Sólo la asidonense tiene más de setenta socios.

La labor de estos años se ha notado, asegura, porque de estar al borde la extinción se ha pasado a un gran repercusión de la cría de esta especie en Cádiz, con numerosos certámenes específicos a lo largo de las distintas zonas rurales, donde se premian las mejores y se intercambian entre los criadores para ir reintroduciendo lo mejor de estos animales.

El asidonense enumera cada uno de los encantos de la sureña: "sus huevos son una exquisitez y calidad extrema, son blancos y más grandes de los normal con una media 70-75 gramos", "también la carne del pollo criado en libertad es de una calidad culinaria excelente", cuenta. La sureña además es un animal "de belleza", "es llamativo ver la cara de sorpresa de las personas que vienen a las exposiciones". Con unos plumajes llamativos, es la raza con la mayor variedad de colores de cuantos existen que tienen distintos nombres desde la franciscana, a la ceniza, blanca sucia, negra o aperdizada. "Duermen en los árboles y están adaptados al medio perfectamente, pueden soportar desde temperaturas de 43 grados y 2 en invierno", sigue relatando Sánchez, que disfruta mientras cuenta todas las características. "Ellas picotean lo que hayan , caracoles, cualquier bichito, sobras de la casa, aunque también le introducimos grano y no es cara su crianza. Es una afición asumible".

En 2006, el Comité de Razas de Ganado de España, integrado por representantes de las comunidades autónomas y del Ministerio de Agricultura, reconoció tres razas avícolas autóctonas de Andalucía (utrerana, andaluza azul y combatiente o de pelea) pero el expediente sobre la sureña "está paralizado en la Junta de Andalucía desde 2008", lamenta. "Hemos presentado documentación, informes que hemos hecho donde han participado profesores de genética de la Universidad de Córdoba y técnicos de su Diputación pero parece que aún no es suficiente. La catalogación sería importante para establecer un patrón, unas directrices para seguir criándolas y luego también accederíamos a ayudas para potenciarla".

De momento, seguirán trabajando porque se mantenga la raza como tal, seguir reintroducíéndola en la provincia y que vuelva que este animal campee, afirma Mariano Sánchez. "Trabajamos porque se reconozca algo nuestro , que como el flamenco, no existe en ninguna otra parte del mundo".

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