JOSÉ MANUEL MIRANDA. DELEGADO TERRITORIAL DE ECONOMÍA, INNOVACIÓN, CIENCIA Y EMPLEO

"La gente no entiende que nos peleemos por asuntos como el paro"

  • Asegura que "es normal" que los ciudadanos no crean en los políticos: "Ha habido mucho sinvergüenza infiltrado en los partidos para lograr enriquecerse"

Acaba de llegar. En el despacho que antes ocuparon Angelines Ortiz y Juan Bouza, hoy José Manuel Miranda reconoce que no quiere pasar mucho tiempo frente a las enormes cristaleras que dan a la playa. Quiere estar en la calle, escuchar lo que tiene que decir la gente. Atiende a este periódico después de tres meses en los que una de sus principales labores, la lucha contra el paro, no le ha ayudado.

 

-Cuando decide dar el paso de aceptar el cargo en esta multidelegación, ¿qué le pasa por la cabeza? ¿Por qué acepta?

-Venía de una plaza que tampoco era fácil, en el Ayuntamiento de Barbate, a cargo de la delegación de Hacienda, Empleo, etc. Y más, en estos tiempos de coyuntura económica, donde dedicarse a la política local es de héroes. Yo he tenido gente que ha venido a mi casa a buscarme a contarme verdaderos dramas. Es decir, eso curte. Pero, volviendo a la pregunta, cuando me llaman para ofrecerme este puesto, en política el tren pasa una vez y el reto era muy importante. No porque mis miras políticas sean muy altas, sino porque entendía que podía aportar ideas. A los agentes económicos y sociales de la provincia con los que me he reunido, les digo que creo en el potencial de esta provincia, y ellos mismos me dicen que, tal y como lo digo, lo digo convencido y así es. Me lo creo, por su situación, por sus recursos. Estoy aquí porque creo en el enorme potencial que tiene estar provincia para salir y hacerlo con firmeza, sin que se derrumbe a los tres días. Pero claro, la coyuntura es peor de lo que nos podíamos imaginar.

 

-Es responsable de Economía, Ciencia, Innovación y Empleo. Pero a la sociedad llega siempre más lo malo del empleo que lo bueno de las otras tres...

-Soy responsable de muchas competencias, pero todo el mundo me dice delegado de Empleo. Es normal. Tenemos cifras de paro insoportables. Hemos conocido los datos de marzo, y sigue siendo un dato preocupante. En las primeras valoraciones que me tocó hacer como delegado hablaba de cautela porque me temía que estos meses fuesen malos. Otros años, marzo no ha sido malo en empleo, pero se da la coyuntura de que la Semana Santa es en abril y las contrataciones serán este mes. Eso pone de manifiesto el peso que tiene en nuestra provincia el sector servicios, y sobre todo el turismo, a nivel laboral.

 

-El sector servicios es el que hace que fluctúe arriba o abajo la cifra de parados...

-El sector servicios ha sido el que más ha repercutido a ese incremento en los tres últimos meses: tres de cada cuatro nuevos parados viene de ese sector. En los tres últimos meses del año pasado, el Observatorio Argos reflejó la importancia del sector turístico, porque influye mucho.

 

-¿Por qué no se regulariza de manera que no sea estacional?

-Nos llenamos la boca de decir que hay que corregir eso en nuestra provincia, pero creo que es algo que compete a todos, no pierdo esfuerzos en decir de quién es la culpa, es esfuerzo compartido. La presidenta de la Junta ha avanzado ya que iba a hacer un esfuerzo inversor importante en un plan renove del sector turístico, para modernizar los centros turísticos de Andalucía. Con eso se consigue la reactivación del sector de la construcción, porque el impacto que ha tenido este sector en el desempleo ha sido muy grande. Y al mismo tiempo, se logra ser más competitivo con mejores servicios al turista.

 

-A raíz del caso Bahía Competitiva, ¿tiene la sensación de que esta provincia depende en exceso de las subvenciones para crear empleo?

-Creo que no. Nuestra dependencia es similar a cualquier otra provincia. Sí es cierto que la mayor parte de los incentivos es para el sector industrial porque nuestra provincia está muy industrializada, con el Campo de Gibraltar, con dos sectores estratégicos como el naval y el aeronáutico. Sí es normal que en Cádiz se puedan solicitar más incentivos por la propia configuración de nuestro tejido productivo. La mayor parte de los incentivos son fondos europeos que hay que aprovechar.

 

-Por cierto, ¿qué piensa de las últimas imputaciones en este caso?

-Creo tanto en la Justicia como en la honorabilidad de la anterior delegada, Angelines Ortiz.

 

-¿No es cierto que las empresas que quieren invertir ven más cómodo el camino recurriendo a las subvenciones?

-En la Junta, desde el escalón más pequeño al más alto, decimos a la gente que lo primero es su empresa y su viabilidad económica, la rentabilidad del propio proyecto. No tienen que depender de las ayudas, que están ahí, pero no pueden hipotecar la viabilidad de su empresa a tener subvenciones. Eso, nuestros técnicos, lo dicen desde el minuto uno. Además, muchas subvenciones son préstamos reembolsables, que después hay que devolver.

 

-No tiene la receta mágica para acabar con el paro pero, ¿cuáles son sus objetivos como delegado de Empleo?

-La Junta, como cualquier administración, no es la que crea empleo. Ayudamos a la empleabilidad, quien los crea es la empresa privada. Proporcionamos instrumentos como incentivos, pero también en momentos puntuales tenemos planes de choque de diversa índole y que afectan a todos los campos. 

 

-Delphi. Se ha encontrado un asunto complicado. ¿Qué salida va a tener? ¿Qué va a hacer la Junta?

-Es verdad que llevamos siete años haciendo un esfuerzo importante. Ya se ha dicho muchas veces que la coyuntura era distinta a la actual, eran 1800 los trabajadores de Delphi y quedan unos 600 con los que se sigue dialogando. Nos pidieron una depuración del censo para ver si la cifra se rebajaba y que la solución fuese más factible. Eso formaba parte de un decálogo de medidas que se acordó y del que se pueden beneficiar. Seguimos intentando buscar soluciones siete años después, lo que no es nada fácil. Pero también es verdad que hoy hay muchos Delphis, muchos trabajadores que están igual que ellos, pero claro, con todos no firmamos un compromiso como con ellos.

 

-¿Se siente rehén de lo firmado por anteriores responsables de la Junta?

-No vamos a rehuir ninguna responsabilidad. Pero no me considero rehén de nada. Vamos a intentar lograr acuerdos para que algún día se pueda dar carpetazo a este asunto que es un problema más de los que tenemos en la provincia. Tenemos que seguir hablando. 

 

-¿Y con los terrenos?

-Me imagino que será cuestión de estrategia. Entendemos que lo debe adquirir el Consorcio de Las Aletas porque creemos que sus estatutos lo permiten y tienen financiación para hacerlo. Han dicho que no, pero la Junta cree que sí se podría. Es cuestión de negociarlo.

 

-Eso choca con la postura del PP de que tiene que ser la Junta la que los compre. ¿De verdad es imposible un acuerdo Gobierno-Junta para comprar los terrenos y evitar que se acaben derribando?

-Yo tengo confianza en que se produzca ese acuerdo y que pase por el Consorcio de Las Aletas. Tengo confianza en que haya entendimiento para la compra, porque además, no es cuestión de confrontar, pero en temas de paro hay que buscar puntos de encuentro. No podemos perder esfuerzos, porque la gente no lo entiende, en pelearnos en temas tan sensibles como el paro. 

 

-Y con Las Aletas, ¿es optimista?

-En el estado en que está, es un problema de decisión política, de llevarlo a Consejo de Ministros, porque después es cuestión administrativa.

 

-¿Qué cree que puede pasar con los astilleros de Navantia? ¿Se anunciará algún contrato en campaña electoral? 

-Quiero pensar que eso no pase. Que se pueda estar jugando con los empleos de las personas por una cuestión electoral, sería sangrante, no tendría perdón. Quiero pensar que en las negociaciones de búsqueda de carga de trabajo no han tenido suerte. Ahora, desde aquí, nuestro ofrecimiento para ayudar en esa búsqueda. Y tiene que ser inmediato, porque es de las pocas empresas capaz de generar miles de empleos desde el primer momento. La Junta ya está ayudando con la creación del clúster del sector auxiliar naval.

 

-¿A eso ayuda el acuerdo del convenio del metal?

-Por supuesto. El que los agentes económicos y sociales hayan llegado a ese acuerdo, con el sambenito que tiene esta provincia de conflictividad, ha sido importantísimo, después de una negociación durísima. Hay que felicitarlos, porque crea un marco de estabilidad que nos permite a nosotros la puesta en valor de las bondades y recursos de esta provincia y también la ausencia de conflictividad.

 

-Viene de Barbate. La firma con Marruecos ¿es la salvación del sector pesquero?

-Puede serlo del sector, que no del municipio. El acuerdo da un valor añadido a la economía del municipio muy importante. Hay muchos sectores que, de forma indirecta, dependen de ello. Y sobre todo se ve alegría en el pueblo, y eso se contagia.

 

-Ya ha dicho alguna vez que esta provincia tiene que apostar por un nuevo modelo productivo. Explíquese. 

-El nuevo modelo productivo: la innovación, el conocimiento y la internacionalización. Cuando el consejero lo decía, casi no lo creía, pero una vez que llegas vas conociendo empresas, la vinculación con la Universidad, y te das cuenta de que es verdad. Es que hay que estar en ese modelo productivo porque es esencial. Por ahí va el futuro. La relación entre empresas y Universidad se comprueba en Carbures, Comensal, Evolucionapp, Biskotaki ... hay muchas. Y la internacionalización, como hace Cibernéticos, una empresa de El Puerto que ha sido premios Alas a la Internacionalización. El trabajo que hace el CADE también es impresionante.

 

-La sociedad, y más en Cádiz, tiene un descrédito total a la clase política y sindical. ¿Qué les puede decir a los gaditanos?

-Es normal que la gente piense así. Con la que ha caído, que la política esté tan denostada es casi normal, porque ha habido tanto sinvergüenza que se ha infiltrado en los partidos para tener un rédito personal y enriquecerse, que nos han hecho tal daño a los partidos, que es normal que la gente piense así. 

-¿Y cómo se remedia eso?

-Hay una nueva hornada de políticos con otros mensajes, otros discursos, mayor cercanía y más transparencia. Queremos combatir que no se vuelvan a producir episodios tan lamentables, porque además es el instrumento que  hay, no hay otro. Los políticos tenemos que luchar y poner esas herramientas para que no se vuelvan a dar esos casos. Todos tenemos que poner nuestro granito de arena, lo que no vale es que en mi caso el malo sea el corrupto, y en el otro lado, el malo sea la justicia. Y los sindicatos en los tiempos que corren, son más necesarios si cabe. La solución no está en derrumbar lo construido, sino encauzar lo equivocado. Con los parados que hay, con lo que ha afectado la reforma laboral a los derechos básicos de los trabajadores que en su día tanto costó conseguir, entiendo que la figura de los políticos y los sindicatos es clave. Si hay informes sociológicos que indican que hay gente dispuesta a trabajar a cualquier precio, que les da igual lo que les paguen, eso es para que los sindicatos estén y eso no ocurra. No puede haber gente dispuesta a trabajar a cualquier precio. No estamos en un país subdesarrollado. Nuestros derechos están ahí y seguiremos peleando por ellos, no podemos dar ni un paso atrás.

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