Provincia de Cádiz

El gigante era de arcilla

  • El epicentro de la crisis, el ladrillo, destruye empleos en fábricas y almacenistas. De los cuatro principales productores, uno ha cerrado, otro se encuentra sin actividad desde enero y el resto apenas tiene pedidos

"¿Luz al final del túnel, brotes verdes? Esto está más oscuro que nunca y yo lo único que veo son rastrojos". Antonio Montero sobrevive, pero no sabe cómo, con Las Tres Cerámicas, su fábrica de ladrillos situada en el Polígono El Portal de Jerez. En el patio de la planta se levantan gigantescos rascacielos de ladrillo visto, ladrillos que nadie compra. La llamada 'crisis del ladrillo' está reventando a los ladrilleros.

En 1999 se entregaban las llaves de un mar de unifamiliares en Jerez, la mayor urbanización de la provincia. Nos adentrábamos en el maravilloso mundo de la burbuja. Sólo tres años después se inauguraba también en Jerez, con la presencia de autoridades, una gran planta para fabricar ladrillos, Cerámicas jerez. El inversor era un ubriqueño que venía del mundo de los seguros, José Luis López, y que en poco tiempo se posicionaría en todos los suelos de cierto interés y con proyección de crecimiento en el futuro Jerez. Junto con Chiclana, Jerez era la población que más suelo devoraba. Y se pensaba que sería eterno. Los nuevos planes hablaban de cerca de 150.000 viviendas nuevas en toda la provincia en plazos que oscilaban entre 10 y 20 años. En agosto de 2007 todo estalló. Cerámicas Jerez era una firma atractiva y fue comprada por un promotor sevillano, Francisco Pineda, que encontraba un modo de abastecerse a sí mismo para sus obras. Hace meses que Cerámicas Jerez cerró sus puertas y que se sabe que los planes generales de la expansión son pura ciencia ficción. Año y medio después, el ladrillo no vale nada. Lo que era una floreciente y moderna planta que iba a alimentar el crecimiento inmobiliario con el que se frotaban las manos los ayuntamientos con suelo tuvo que admitir que sus ladrillos no había donde colocarlos.

A Pablo Armario, de Ladrillos Juanjo, una institución en Arcos, se le nota la desesperación en la voz. En enero tuvieron que tomar la decisión de paralizar la actividad, menos de dos años después de que esta empresa familiar hubiera realizado una fuerte inversión en la modernización de sus instalaciones. Tuvieron que prescindir de 43 de sus 51 trabajadores. La situación era tan evidente que lo entendieron los trabajadores y la propia delegación de Empleo de la Junta. Pero es que en 2006 la demanda de ladrillo no paraba de subir, estaban desbordados. Pasaron de producir 250 toneladas diarias a llegar a las 800 toneladas, trabajando a veces a cuatro turnos. "Ahora en perspectiva se ve la locura que era la construcción. Estaba desorbitada y la avaricia de los constructores no tenía límite. Ellos ganaban ingentes cantidades, pero nosotros, en los mejores tiempos, le hemos sacado un margen de dos pesetas al ladrillo. Y cada vez ese margen se fue reduciendo hasta llegar en el 2007 a saber que a cada trailer que salía de la fábrica se le perdían 300 euros, pero nosotros teníamos que seguir en movimiento, había que pagar a la plantilla, cumplir con la Seguridad Social había que distribuir, no podíamos parar... hasta que no hubo más remedio que parar. Avanzábamos esperando que se produjera un cambio de tendencia, pero no sólo no se produjo, sino que el sector se desmoronó". Ahora tienen fe en que lleguen subvenciones para recomenzar en un escenario más racional, "pero las administraciones están tan tiesas como nosotros". En su día los hermanos de Ladrillos Juanjo barajaron hacerse constructores, que era donde estaba el dinero, pero se lo pensaron mejor. "Hay que hacer lo que uno sabe hacer. Y nosotros sabíamos hacer ladrillos".

Pequeñas fábricas de ladrillos de gente que no conocía el mercado salieron como setas, sobre todo en la Sierra. Ya no queda casi ninguna de ellas. Juan Manuel Caballero, de la Asociación de Almacenistas de la Construcción, pone con cifras el derrumbe del ladrillo, el origen de una crisis "distinta a todas ". La caída de la demanda se sitúa en el último trimestre en un 18% y se ha perdido el 40% del empleo. Eso confrontando dos épocas de crisis. Con respecto a los últimos años de bonanza esa reducción es de un 50%. "Y antes aún que el ladrillo, está el hormigón, cuyo declive ha llegado después. Si nos recuperamos un poco es porque están cerrando empresas y la competencia se reduce. Vamos a resistir sólo unos pocos. Ha cerrado gente tan potente como la distribuidora de Arance de Tres Caminos o Vázquez de la Chica en San Roque. El único consuelo es que en Cádiz caemos menos que en el resto de Andalucía, pero si esto se mantiene así no va a aguantar nadie. Bailén, por ejemplo, que tenía multitud de fábricas de materiales de construcción se está viniendo abajo".

Como dice Caballero, en el negocio del hormigón apenas quedan pequeñas empresas. O han cerrado o han sido absorbidas por firmas más grandes. Antonio Moreno, de Las Tres Cerámicas, es igual de pesimista que caballero y coincide en que en esta crisis confluyen elementos que no se producían antes. "Es una crisis financiera, no hay crédito, los pocos pedidos que te llegan es para que tú adelantes el ladrillo y te pagan a los 180 días. Es decir, financias tú... ¿y a ti quién te financia? En otras crisis de la construcción no se agregaba el problema financiero y había muchas más chapuzas. La promoción privada se sustituía con cooperativas o VPO. Ahora no hay ni eso. Lo poco que se vende es al por menor. Estamos luchando contra una crisis total y que ya afecta muy seriamente a las hormigoneras, que parecían empresas con más recursos que las ladrilleras".

Esta ladrillera sufre el impago del 90% de las empresas con las que ha trabajado últimamente. Moreno piensa que "resistiré y aguantaré el tirón", pero lo dice sin convicción en su Manhattan de ladrillo visto. El ladrillo ha vivido al día, la burbuja ha devorado toneladas que han ido a parar miles de viviendas vacías. Nadie necesita ahora materia prima. La crisis del ladrillo tumbó al gigante de arcilla.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios