Coronavirus en El Puerto

El guardián de la Feria de El Puerto

  • Un portuense de 38 años reside desde hace tres meses en los cuartos de baño del recinto ferial

Javier Peinado, el guardián de la Feria de El Puerto.

Javier Peinado, el guardián de la Feria de El Puerto. / Fito Carreto

La Feria de Primavera de El Puerto de Santa María, que se iba a celebrar en el recinto de Las Banderas entre los días 20 y 25 de mayo, se ha cancelado y ni los más optimistas prevén que se pueda desarrollar este año. Los portuenses no pisaremos el recinto de la Feria este año. Pero ¿todos? No. Hay un portuense, Javier Peinado Díaz, que desde hace aproximadamente tres meses reside en uno de los cuartos de baño del recinto, que ha adecentado y ha convertido en una vivienda.

Javier, de 38 años de edad, fue desahuciado el pasado mes de octubre de la vivienda en la que residía y tras un calvario de búsqueda sin éxito de otro lugar en el que resguardarse, optó por trasladarse a estos cuartos de baño del recinto ferial, en desuso durante el resto del año, que se encontró totalmente sucios y llenos de residuos de todo tipo.

“Me ofrecieron desde el Ayuntamiento ir al centro de emergencia -el dispositivo que se ha habilitado durante la pandemia para albergar a las personas sin hogar- pero eso no es para mí”, explica.

En este tiempo Javier, que lleva muchos años instalando en Las Banderas una mini caseta llamada ‘Nuestra Señora del Rocío’ -cuyo lema exhibe orgullo a la entrada de su refugio- se ha llevado a este enclave sus escasas pertenencias y el material con el que cada año montaba la caseta.

No tiene ni luz ni agua y sabe que su situación es precaria, pero ha adecentado el pequeño cuarto en la medida de lo posible con pinturas y materiales que le han ido facilitando los vecinos de las zonas cercanas al recinto ferial. Se ha convertido en una especie de guardián de la Feria y a pesar de su complicada situación, limpia con mimo el recinto para evitar que se acumule basura.

Una imagen de Javier en el recinto ferial de Las Banderas, en El Puerto de Santa María. Una imagen de Javier en el recinto ferial de Las Banderas, en El Puerto de Santa María.

Una imagen de Javier en el recinto ferial de Las Banderas, en El Puerto de Santa María. / Fito Carreto

En estos cuartos de baño tiene instalada hasta una pequeña cocina y todo lo necesario para su aseo personal. Muchos de los vecinos de viviendas cercanas, que ya le conocen, le llevan comida y todo lo necesario para poder pasar el confinamiento de la manera más digna posible, al igual que algunos voluntarios de los colectivos que atienden durante esta crisis a los más desfavorecidos. Por supuesto también le hacen llegar lejía y otros productos de limpieza, aunque para poder conseguir agua tiene que desplazarse varios kilómetros. Ahora está loco por conseguir una desbrozadora para recortar las malas hierbas que crecen en el recinto.

La ‘caseta’ de Javier es ahora mismo la que más reluce en Las Banderas, ya que está pintada de un blanco luminoso que da idea del mimo con el que so ocupante ha querido adecentar al máximo la que hoy por hoy es su vivienda.

Javier, que sigue desde hace tiempo un tratamiento psiquiátrico, no se queja de su situación, al contrario, está contento de tener un techo. Toda una lección de supervivencia que nos enseña que hasta de las más lamentables situaciones se pueden sacar la fuerza y las ganas para seguir adelante.

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