El Puerto de Santa María siempre ha mantenido una gran afición por la vela y al mundo de la náutica en general. Cuenta con el Real Club Náutico a orillas del río Guadalete y con otro club en Puerto Sherry, donde se encuentra también el Centro de Tecnificación y Alto Rendimiento de la Federación Andaluza de Vela.

La ubicación del centro no se entendería sin las extraordinarias condiciones que ofrece la Bahía de Cádiz y su entorno para la práctica de este deporte, desde el punto de vista climatológico, por su situación, su régimen de vientos y sus extraordinarias instalaciones. Muchos equipos internacionales, sobre todo del norte y del este de Europa han elegido la ciudad portuense para establecer su base de entrenamientos durante el invierno: polacos, rusos, ucranianos o finlandeses coinciden en sus entrenamientos en aguas de la Bahía, y utilizan la playa asfáltica de Puerto Sherry, una instalación sin duda adelantada a su tiempo, para bajar sus barcos al mar y mejorar sus prácticas deportivas casi a diario.

Aunque la afición a la vela ya era muy importante antes de la construcción del Centro de Tecnificación, este se ha transformado en un acicate para este deporte. En el complejo residen becados varios jóvenes de alto rendimiento de distintos puntos de Andalucía, que combinan sus estudios y sus entrenamientos dentro del programa Educativo de Excelencia Deportiva (CEEDA), de la Junta de Andalucía.

El modelo aplicado en el deporte de la vela en la provincia es exitoso. Así lo considera Nicolás Mariño, a tenor de los datos de la Federación Andaluza de Vela, de la que es director técnico, que tiene su sede en el propio centro de tecnificación. Por ejemplo, de los 2.737 regatistas de toda Andalucía que compiten en pruebas nacionales, un total de 1.200 están federados en la provincia de Cádiz; de los 317 entrenadores acreditados en la comunidad, 220 son de la zona gaditana, y en cuanto a deportistas de alta competición menores de 18 años, de los 664 que hay en Andalucía, 190 pertenecen al ámbito de nuestra provincia. Los datos vienen a demostrar por lo tanto que Cádiz es una potencia de la vela a nivel autonómico, pero también nacional e internacional. Esto es posible por la existencia de clubes náuticos y escuelas de vela, unas instalaciones federativas excepcionales, como en el caso de El Puerto, y un campo de regatas ideal para la práctica de este deporte.

Aunque los grandes campeonatos, competiciones nacionales, regionales y regatas internacionales de vela ligera que se celebran en aguas de la Bahía no son tan llamativos como los catamaranes voladores de la SailGP, prácticamente todos los fines de semana hay alguna regata de primer nivel en dicha modalidad, con el movimiento que esto implica tanto en el plano deportivo como en un impacto positivo sostenido en el tiempo para la actividad económica.

La playa asfáltica forma parte del complejo náutico de la Federación Andaluza de Vela y Puerto Sherry.

El trabajo de más de 30 años de fomento de la vela, desde la federación y los clubes ha dado y sigue dando sus frutos, en las poblaciones de la Bahía y en especial en El Puerto, donde, por ejemplo, se han formado varios deportistas olímpicos. “El índice de federados va aumentando y también el de deportistas consolidados que compiten a nivel nacional”, confirma Nicolás Mariño.

No obstante, según advierte el técnico federativo, a pesar de estos buenos datos, es fundamental que las administraciones, y en especial los ayuntamientos, mantengan su implicación para el fomento de la vela base, promoviendo los programas escolares para fomentar y conocer este deporte y los ‘bautizos de mar’, donde se aprenden las primeras nociones, tan importantes para crear cantera.

En ciudades como El Puerto estos programas han desaparecido de los centros docentes después de muchos años de continuidad. Este fomento en la base o ‘socialización de la vela’, es muy importante, sobre todo teniendo a mano unas instalaciones que están consideradas la joya de la corona de la vela andaluza: el Centro de Alta Tecnificación Deportiva, donde todos los recursos que llegan se destinan a la mejora de la práctica deportiva y a la competición: Compra de nuevos materiales, mejora de los sistemas de entrenamiento, contratación de monitores, embarcaciones de acompañamiento o programas para becas, dejando de lado actividades lúdicas, más propias de los clubes náuticos o de una vela menos orientada a la excelencia formativa.

Con un poco de esfuerzo en la base y mucha afición, se pueden obtener excelentes resultados, como es el caso del Club Náutico de Sevilla, cuyos deportistas acuden todos los días los fines de semana en un microbús a entrenar a la Bahía, de donde han surgido ya varios regatistas olímpicos.

Y es que los catamaranes voladores son un espectáculo, “aunque la vela no es eso. Todo suma, pero la Sail GP es un evento que tiene más bien un carácter turístico, de atracción, una competición diferente y muy vistosa, con una gran difusión internacional, aunque entra más en el ámbito del turismo que del deporte”.