Los próximos días 21 y 22 de abril se procederá a la subasta de toda la maquinaria de la antigua factoría de Delphi. Tras varios meses de trabajo sobre el terreno, la empresa holandesa Troostwijk Auctions, experta en el sector industrial, ha finalizado su labor de identificación y clasificación y ha fijado ya la fecha de venta.

La compañía ha citado a todos los interesados en el Hotel Gran Ciudad del Sur, en Puerto Real, para celebrar la subasta ambos días a partir de las 11 de la mañana. Curiosamente, fue en este mismo hotel donde el entonces comité de empresa de Delphi, encabezado por Antonio Pina, mantuvo la primera reunión oficial con el que fuera director de la planta en el momento de la suspensión de pagos, Gonzalo Herrera, junto a su equipo de abogados. Fue el encuentro en el que se comenzó a pactar la desvinculación de los trabajadores de la antigua planta de componentes de automoción de Puerto Real. Ahora, este mismo hotel servirá para dar la última salida a la maquinaria que durante más de 25 años ha servido para emplear a miles de trabajadores en la Bahía de Cádiz.

Troostwijk ha elaborado un dossier de varias páginas con la descripción del procedimiento y ha realizado un exhaustivo trabajo de identificación de cada lote, desde pequeñas piezas, armarios o bancos de trabajo hasta grandes máquinas, la mayoría específicas para los modelos de componentes y marcas que Delphi producía hasta el 22 de febrero de 2007.

Para empezar, y previamente a la subasta, habrá tres jornadas de puertas abiertas en la factoría, los días 16,17 y 20 de abril, para todos aquellos interesados en comprar algún lote o equipo.

La subasta presencial será para todos los artículos de mayor tamaño mientras que para los más pequeños, se realizará a través de internet. Según la propia empresa, el primer día (21 de abril) se pondrán a la venta 766 lotes correspondientes a las plantas de dirección (41) y rodamientos (U1), mientras que el segundo serán 450 de la nave de suspensiones (40).

Uno de los responsables de esta firma y coordinador de la operación explicó a este periódico que el dinero resultante de toda la enajenación estará a disposición de la administración concursal en el plazo aproximado de un mes, a partir de la finalización del proceso. Una vez realizado el pago, el futuro de la factoría quedará en manos, únicamente, de los administradores concursales y del Juzgado de lo Mercantil.

Paralelamente a la liquidación de la maquinaria, se desarrollarán los últimos juicios con los acreedores, que podrían terminar en dos meses. A continuación, se pondrá fin a la fase común del concurso y los administradores presentarán el texto definitivo. Entonces se abrirá la fase de convenio (si nadie solicita la liquidación) y en el plazo de tres meses (julio o septiembre) se convocará junta de acreedores.