Provincia de Cádiz

La mejor recompensa gaditana

  • Manolo Sanlúcar, nuevo Hijo Predilecto de la provincia en el día que se cumplen 20 años de la celebración de este acto Irene García destaca el papel de la Diputación en el futuro de Cádiz

El Salón Regio de la Diputación desea que cada año, al menos desde hace 20, llegue el Día de la Pepa, el día del padre, el 19 de marzo que es el día de la provincia. Cada sillón de los diputados provinciales, cada escudo de los municipios que lo adornan y cada pintura que lo mira desde arriba no ven la hora de que, por un día al año, se escuchen otras voces. Ayer, el Salón Regio de la Diputación comprobó una vez más, como en los últimos 20 años, que hay personas que llevan el nombre de Cádiz a todos los rincones del mundo simplemente por una cosa: su trabajo, su arte o su vocación. Esta vez, el principal salón del Palacio Provincial vio con asombro cómo, por un día, los políticos pasaban a un segundo plano.

Ayer se otorgaban las medallas de la provincia: Hijas de la Caridad, empresario, dibujante de cómic, trabajadores de almadraba, criadores de cabras y ovejas, la 'abuela' Radio Cádiz de la Cadena Ser, un director de cine y, sobre todo, un guitarrista.

Antes, por los pasillos que recorren el Palacio, políticos, asesores, homenajeados, trabajadores, invitados... era como asistir a una reunión de antiguos alumnos. Todos, por un día, estaban felices de estar juntos. El alcalde de Cádiz, José María González, con chaqueta y corbata (venía de los actos institucionales del Ayuntamiento), sentado al lado de su rival, Teófila Martínez.

El gran protagonista ayer fue Manolo Sanlúcar, proclamado Hijo Predilecto de la provincia. "Hemos saldado una deuda", dijo su paisana y presidenta de la Diputación, Irene García. Manolo Sanlúcar es grande. Manuel Muñoz Alcón es hoy todo canas. Por cada una de ellas corren siglos de sabiduría. Lo demostró ayer. Hay que imaginárselo sentado en su casa, solo y en silencio. Y mientras piensa, por cada una de esas canas fluye la tradición secular de la esencia de la música, la que partía de la vieja Al-Andalus, la Reconquista y aquel Mediterráneo que era, dijo ayer el guitarrista, "el Nueva York de hoy".

Emocionado, ayer no tocó la guitarra, pero ofreció una clase magistral de historia de la música, para concluir que los auténticos artistas no necesitan partituras. "No ha existido nunca en la historia de la guitarra mundial nadie comparable al maestro Paco de Lucía, mi compadre. Él no sabía dónde había que escribir una nota", dijo. Eso, como a él, le llegaba "de ver el aroma de una rosa o la complejidad de un clavel, eso es la ósmosis". Y, más allá del sentimiento, el guitarrista también es combativo, luchador, como lo fue siempre. En esa lucha introdujo dos aspectos: su oficio y su tierra. "La cultura musical andaluza no está reconocida en Andalucía", o "los conservatorios de la comunidad han estado cerrados a cal y canto para transmitir el conocimiento de la guitarra flamenca". Y de Andalucía, aseguró ante todos que "no soy ni separatista, ni tampoco soy criado, ni quiero que mi pueblo lo sea". Identidad andaluza y sanluqueña, en todos los sentidos. Acabó reconociendo que, pese a todos los premios (uno de los últimos de manos del Rey), ninguno es tan ilusionante como el recibido ayer, "porque te lo da tu gente".

Antes del momento del nuevo Hijo Predilecto, hubo otros momentos. El primero fue para las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl del Hogar de los Dolores de Jerez. En su nombre habló la visitadora provincial Sor Pilar Rendón. "Solo hacemos, como dijo José María Pemán, lo que tenemos que hacer", agradeció.

Carlos Pacheco, dibujante nacido en San Roque, es el alma de los principales cómic que siguen haciendo las delicias de ese público, que lo tiene. Reconocido al otro lado del Atlántico, Pacheco concluyó su discurso con un sonoro: "estoy orgulloso de ser gaditano". También el campo de las artes, tuvo su reconocimiento el equipo de la película Techoycomida, ese film que ha puesto caras a crudas realidades que, como dijo ayer su director, Juan Miguel del Castillo, muestra la tragedia que viven muchas familias en silencio. En nombre de Cepsa en San Roque, su director, Miguel Ángel Pérez, recordó la implicación de la mayor refinería de la península y una de las mayores de Europa en la sociedad de San Roque y de todo el Campo de Gibraltar.

Los premios también tuvieron su marcado carácter laboral. El reconocimiento a las cuatro almadrabas gaditanas (Barbate, Conil, Zahara y Tarifa) y a los criadores de raza caprina payoya y de la raza ovina merina de Grazalema, pusieron en el ambiente la necesidad del esfuerzo de las administraciones para evitar que languidezca un arte milenario de pesca que da empleo a comarcas que solo dependen de eso; y para que esas mismas administraciones logren que brille con luz propia el esfuerzo ganadero de las cabras payoyas y las ovejas merinas, con su propio sello denominador.

El otro gran momento emotivo vino del premio otorgado a, como la definió el presentador del acto, el periodista Fernando Pérez Monguió, esa 'abuela' de 90 años que es Radio Cádiz, de la Cadena Ser. Entre el público, su actual directora, Lourdes Acosta, que fue la encargada de recoger el premio y dar los oportunos agradecimientos; pero también antiguos responsables que han dejado su sello en ese recorrido, desde Joaquín Durán a Blanca Juste, pasando por Miguel Ángel Plaza, Antonio Yélamo o Augusto Delkáder, presidente de Prisa Radio. A todos ellos, a sus trabajadores y a los oyentes dieron las gracias e, incluso, el presentador tuvo un agradecimiento (por su etapa como trabajador en la emisora gaditana) para la entonces alcaldesa de la capital, Teófila Martínez, por otorgarles la medalla de la ciudad en su 75 aniversario.

Sólo hubo dos discursos políticos. Uno al comienzo, del vicepresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Jiménez Barrios, acabó diciendo que "esta provincia es bella", pero abogó por que la "unidad política, social y económica prevalezca, por encima de todo, en beneficio de la provincia de Cádiz". Aseguró que el día de ayer suponía "una oportunidad para poner en valor lo que significa esta provincia, lo que es hoy Cádiz, de dónde venimos, lo que hacemos, lo que queremos seguir haciendo y, lo que es más importante, lo que queremos conquistar".

Y, por último, la intervención de la presidenta. Irene García no dudó en poner a la institución que preside como el eje del futuro de la provincia. Hizo un repaso por todas las apuestas desarrolladas en los últimos meses con el empleo como principal objetivo. "Diputación reafirma su vigencia y reivindica su protagonismo", un liderazgo que necesita "una provincia llena de contradicciones" donde, dijo, convergen atractivos y recursos que aún no se rentabilizan en óptimas cotas de bienestar para una parte importante de su ciudadanía. La presidenta de la Diputación habló de amenazas, las que "ponen en riesgo la construcción de una sociedad solidaria, justa y humana, como el desempleo, la precariedad laboral, la exclusión social, los desahucios o la pérdida de valores sociales y de referencias culturales". Y habló del desempleo, con unas cifras "inaceptables", pero también de esperanzas que se logran "desde la lealtad y la colaboración con otras administraciones" y "de la mano de la ciudadanía, de los pueblos y los agentes económicos y sociales".

Irene García ya percibe los réditos beneficiosos de esta concertación en el reciente acuerdo sobre el destino del edificio Valcárcel, así como en el consenso institucional que prevalece para aprovechar al máximo la Iniciativa Territorial Integrada (ITI), "que será clave para superar nuestras dificultades estructurales en materia de desarrollo socioeconómico". Recordó la constitución del Consejo de Alcaldías, la mejora del Servicio Provincial de Recaudación hacia nuevos modelos "más eficientes y eficaces que redundarán en beneficio de las haciendas municipales"; el "saldo inversor" del Plan Provincial de Obras y Servicios; o el refuerzo a la asistencia a municipios en ámbitos como el urbanístico, el jurídico y el económico.

Y después reconoció los méritos de los premiados y, sobre todo, de Manolo Sanlúcar. "Mucho hemos tardado en sumarte" a una nómina de hijos predilectos en la que también figuran Paco de Lucía, Rafael Alberti, Rocío Jurado, Caballero Bonald, Fernando Quiñones, Carlos Edmundo de Ory, Manuel Concha Ruiz o José Mercé. Hoy saldamos una deuda".

Y, entre los invitados, el responsable de que, desde hace 20 años, se celebre un acto como el de ayer. Rafael Román decidió hace dos décadas que la institución provincial debía dedicar un día, una mención o una medalla a quienes hacen valer su esencia más gaditana.

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