La crisis de los cuarenta no es ningún cuento. Tiene sus peligros. Y con el covid, más aún. Mientras que la vacunación avanza a buen ritmo entre los tramos de edad del medio siglo en adelante, los jovencitos de 40 tacos se piensan a salvo de todo, pero no lo están. Tanto es así, que en el Puerta del Mar la tendencia ha cambiado y actualmente el 90% de los ingresos corresponden a personas con edades comprendidas entre 40 y 49 años. "Llegan caminando por su propio pie. Son personas que han dado positivo por covid y que después de estar cuatro o cinco días en casa aislados han empezado a presentar cuadros más severos, con fiebre alta, diarrea y cansancio", cuenta un enfermero.

Tras ser examinados por los sanitarios, se les detecta la temida neumonía, en muchos casos sólo en un pulmón, aunque también la hay bilateral. Es entonces cuando deben ingresar. "Les suministramos un tratamiento con corticóides y mejoran rápidamente", dice el enfermero. Normalmente el tiempo de ingreso no supera la semana, ya que mejoran con los corticoides y pueden continuar con la recuperación en sus domicilios.

Actualmente en el Puerta del Mar hay siete pacientes ingresados por covid en la planta octava, y confían que conforme las personas de cuarenta años vayan completando la pauta de vacunación los contagiados que necesitarán ingresos "serán cada vez más jóvenes. Habrá menos casos y más jóvenes", dice el sanitario.

De cualquier forma, parece que la tasa de incidencia de la provincia sigue subiendo pero poco a poco mientras que los ingresos se estabilizan o descienden. Es una buena señal. Aunque con este virus no valen confianzas.