Provincia de Cádiz

Los parados de más de 45 años dejan la provincia para trabajar

  • Cádiz es la provincia española con un mayor saldo migratorio entre los desempleados en la recta final de su vida laboral El paro entre titulados superiores de esta edad subió un 14%

Unas 10.000 personas con edades comprendidas entre 45 y 65 años y con residencia en la provincia abandonan su localidad cada año para lograr un contrato de trabajo, en lo que supone el mayor saldo negativo de toda España en cuanto a oportunidades para este sector de población, que supone un 26% del total y que es la que encuentra más dificultades para reengancharse a la vida laboral una vez que han perdido su empleo.

En concreto, en 2013 fueron 10.708 los parados del último segmento de edad los que fueron contratados fuera de la provincia, mientras que 5.666 de otras provincias vinieron aquí a trabajar. En Andalucía sólo se aproxima Córdoba, con un saldo negativo de 4.000 trabajadores.

El principal destino de estos trabajadores, casi todos relacionados con la hostelería o la construcción, es Málaga, que cuenta con saldo positivo y que cada año recibe unas 11.000 personas de estas edades de otras provincias que acuden a trabajar allí eventualmente en la temporada alta. Esta emigración interprovincial, por tanto, es breve. De hecho, más del 90% de los contratos firmados por desempleados de más de 45 años en 2013 fueron temporales. Se van y vuelven después de haber realizado sus tareas como peones agrícolas (11.623 contratos) o camareros (8.543 contratos). Con vidas asentadas a esta edad, es más extraña una movilidad más permanente a otra comunidad o al extranjero.

Según un estudio realizado por el Observatorio Argos, vinculado a la Consejería de Empleo, y dirigido por Dolores Rosell, los parados con más de 45 años de la provincia encuentran muchas más dificultades que ningún otro para poder trabajar cerca de su domicilio. O, simplemente, para poder trabajar. De hecho, también se observa el movimiento fuera de la localidad de residencia, aunque denro de la misma provincia. Un 38% de los mayores de 45 años que consiguieron un empleo temporal en 2013 lo lograron fuera del lugar en el que se encontraban empadronados.

El estudio, que analiza el comportamiento del mercado laboral para estas personas en el pasado año, sigue la evolución de los 78.000 parados de la provincia que han superado una edad en la que las oportunidades laborales escasean incluso más que para los jóvenes que se incorporan por primera vez al mercado laboral. Es una cantidad estimable cuyo peso en el total del desempleo provincial ha ido creciendo en los últimos años por el incremento de las regulaciones de empleo y las quiebras de empresas. Un 40% de las paradas y un 38% de los parados de la provincia tienen más de 45 años y, como en otros índices, la provincia muestra su cara más dramática, ya que uno de cada cinco de los parados andaluces en este segmento de edad es de Cádiz.

Serán aquellos que cuenten con estudios primarios o no tengan estudios, es decir, trabajos sin apenas cualificación y con más bajos salarios, los que logren un empleo. Es mucho más difícil para los que sólo cuenten con el bachillerato o con un título de secundaria equivalente. Para aquellos que cuentan con un título universitario la situación aún es peor. El paro entre los titulados superiores de la provincia con más de 45 años se incrementó un 14%, mientras que en la población sin ningún tipo de estudios descendió un 13%.

Son dos porcentajes reveladores porque no se parecen a los del resto de Andalucía, donde el paro subió para los demandantes más cualificados en un 10%, cuatro puntos menos que en Cádiz, mientras que el desempleo entre aquellas personas sin ninguna cualificación se mantuvo en los mismos términos que el año anterior. Así podemos ver que en el ranking de los diez empleos más ofertados en la provincia por las empresas sólo aparece uno que requiera cualificación, el relacionado con tareas agrícolas. Todos los demás tienen que ver con tareas para las que no se requiere titulación alguna.

En cualquier caso, las oportunidades para estas personas no son muchas, como demuestra que más de lasmitad de esos 78.000 parados de más de 45 años supere el año como demandante de empleo. En este segmento es donde se encuentra la mayor parte de los que están en riesgo de salir por completo del sistema, es decir, abandonar la búsqueda de trabajo e introducirse en la economía sumergida o, simplemente, subsistir como buenamente se pueda.

Es algo en lo que se trabaja mucho desde los servicios de orientación de la Junta, que tienen en este sector de población una parte muy importante de un trabajo que tiene que ver con mantener vivo el estímulo. Existen programas específicos orientados a evitar que estas personas desaparezcan de los cauces por los que puedan tener una oportunidad de ser empleados, aunque pocas veces se consigue.

Los propios datos abundan en que es durante los seis primeros meses cuando, al menos en los casos de demandantes cualificados, existen más posibilidades de reengancharse al mercado laboral. Sobrepasar los doce meses es entrar en el agujero negro de ese 55% que es casi inamovible, como demuestra que la cifra apenas se haya modificado en los últimos tres años.

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