Un total de 76 trabajadores se verán afectados por el cierre de la fábrica de Altadis. Ese era el dato que se ofrecía el martes cuando se anunció el fatal desenlace que un nuevo plan de reorganización de la empresa tabaquera iba a tener para Cádiz. Pero junto a los 76 empleados que hoy en día conforman la plantilla, desempeñan su labor también en las instalaciones de la Zona Franca en torno al doble de trabajadores. El cierre de la fábrica gaditana traerá consigo la pérdida de numerosos puestos de trabajo de empresas que prestaban servicios en esos 153.000 metros cuadrados de suelo.

Diversas empresas tenían subcontratados algunos trabajos para la fábrica tabaquera de la capital gaditana. Empleos de todo tipo que sumaban en torno a las setenta personas, según los datos que maneja Altadis, y unos noventa según las previsiones del comité de trabajadores.

Estas labores subcontratadas corresponden a mantenimiento eléctrico, mecánica, limpieza, vigilancia, informática, jardinería, pintura, soldadura... siendo en muchas ocasiones empresas de la capital o de la provincia las que han venido prestando este servicio.

Además, explican fuentes de los trabajadores que en no pocos casos se trata de empleados que llevan en Altadis "desde que nos vinimos a la Zona Franca", por lo que se consideraban un compañero más. La empresa tabaquera ha querido precisar que a ninguna de las empresas subcontratadas "se les ha exigido contrato en exclusividad para Altadis", por lo que el servicio prestado finalizará cuando se estime oportuno. En este sentido, un representante de la plantilla de Altadis matizaba que habitualmente los contratos con estas empresas cumplen en el mes de septiembre.

La pérdida de estos setenta o noventa puestos de trabajo -según la fuente que aporte el dato- supone un efecto colateral importante al anuncio del cierre de la fábrica de tabacos.

"Es algo que nos afecta, como es lógico", explicaba ayer Agustín Aragón, que es el gerente de Renasur, una de las empresas que trabaja en Altadis (en este caso encargada de la electricidad de las instalaciones de la Zona Franca). En este caso, son cuatro las personas que trabajan actualmente en la fábrica. "Se ha trabajado mucho, pero la carga ha ido disminuyendo conforme la planta también ha perdido actividad", explicaba al respecto Aragón. Uno de los empleados de esta empresa gaditana explicaba que uno de esos cuatro trabajadores "lleva allí desde que la fábrica existe en la Zona Franca", abriéndose ahora una incógnita respecto al futuro de estos empleados destinados desde hace años a la antigua Tabacalera. "Habrá que recolocarlos cuando llegue el momento", vaticinaba el gerente, que reconocía que hasta el día de ayer no tenían noticias oficiales de nada.

Otro de los ejemplos de estos daños colaterales es el de la empresa Inversur, con sede en Puerto Real, que es quien realizaba en Zona Franca las labores de jardinería. "Repercute bastante", afirmaba uno de los responsables de la empresa, Miguel Ángel Moreno, que explicaba que el sector está padeciendo una fuerte crisis por la ausencia de obras y de nuevos equipamientos, a lo que ahora se unirá la pérdida de este importante cliente. Dos personas estaban fijas en Altadis realizando estas labores de mantenimiento de los jardines, "aunque a veces van más para podas y cosas así", matizaba Moreno, que al igual que con la empresa eléctrica entendía que en los próximos meses habrá que esclarecer el futuro laboral de estos trabajadores. "El cierre no es bueno para nadie", concluía.