Cientos de trabajadores de los cuatro hospitales que la empresa Pascual tiene en la provincia de Cádiz se manifestaron ayer para defender sus puestos de trabajo a raíz de la falta de acuerdo entre la Junta de Andalucía y la entidad privada para renovar el convenio de concierto sanitario que mantienen.

La concentración, que según sus organizadores superó todas las previsiones, partía poco después de las 11:30 de la mañana (un poco antes de lo previsto, debido a la lluvia) desde la plaza de San Antonio de la capital gaditana y acabó en la plaza de las Flores con la lectura de un comunicado.

En él, el comité de empresa indicó que la Consejería no les ha asegurado "de una forma clara" que se vaya a mantener el mismo "volumen asistencial" para mantener los más de 2.000 puestos de trabajo que existen entre los centros sanitarios de Cádiz, Huelva y Málaga.

La raíz del desacuerdo, según expuso el viernes la Administración autonómica a través de un comunicado, es que la Junta desea rebajar en un 2,3 % el coste de los servicios conveniados, algo que la empresa no aceptaría.

Reyes Ragel, secretaria del comité de empresa de la Clínica de San Rafael (uno de los cuatro centros concertados de la provincia junto a los de Villamartín, Sanlúcar y El Puerto), aseguró que se han echado a la calle porque nadie les ha asegurado "que vayan a mantener su empleo" y porque dudan de que la prórroga de dos meses para continuar las negociaciones que ayer anunció la Junta se ajuste a la Ley de Contrataciones Públicas.

Todos estos argumentos fueron expuestos por las plantillas en un comunicado al que se dio lectura en las escalinatas de Correos. En el texto, los trabajadores indican que "no nos creemos que la oferta de la Consejería, que el delegado del Gobierno nos ha dicho personalmente y ha trasladado a la opinión pública, sea la de una rebaja económica del concierto de un 2,3% y asegurar el mismo volumen asistencial". Añadieron que han pedido para hoy mismo una reunión con la empresa "con el fin de convencer a don José Manuel Pascual de que si eso es así acepte dicha oferta con premura, pero que si eso no es así y nos quieren engañar, que no acepte la prorroga de dos meses por considerar que es una imposición para amedrentarnos y hacernos morir poco a poco".