Provincia de Cádiz

¿Qué pretende Visteon?

  • La empresa vale ahora menos que cuando salió de la quiebra. Su competidor, Johnson Controls, ofertó mil millones de euros por su compra y fue rechazado

¿Cuál es la intención de Visteon? Esa parece ser la gran pregunta. El hecho, irrefutable, es que la compañía multinacional ya ha cerrado muchas fábricas en todo el mundo (lo viene haciendo desde el año 2007) e, incluso, el día que anunció su intención al comité de empresa de la factoría de El Puerto, los responsables de la compañía esbozaron un "ya hemos cerrado 35 y esta será la siguiente".

Pese a que su intención inicial es clara, ahora se debe abrir un periodo de negociación con la representación de la plantilla y, si cabe, con la mediación de la Junta de Andalucía. Pero esa negociación tendrá unos costes. Según se ha publicado ya en medios financieros norteamericanos, la compañía prevé registrar unos 24 millones de dolares durante los tres meses siguientes al 30 de junio, que representa la cantidad mínima para deshacerse de la plantilla de acuerdo a las normas legales. Incluso se prevé que ese pago se haga en efectivo. Además, la compañía prevé incurrir en gastos adicionales en relación con el cierre que es probable que sean por material. Sin embargo, una estimación de la cantidad o el rango de cantidades de estos costos no se puede determinar en este momento debido a que están sujetos a los resultados de las negociaciones de fondo con las partes antes mencionadas y otros factores.

Pero hay más. Hay que recordar que, al igual que ocurrió con Delphi, Visteon se acogió a la Ley de Quiebra de EEUU, al famoso capítulo 11, en el que permaneció durante 16 meses. Fue la forma de salvar el negocio. Una vez que salió del capítulo 11, en octubre pasado, se dieron varias circunstancias. En primer lugar, que el conjunto de Visteon valía menos que el total de sus partes (distintas divisiones repartidas por el mundo, especialmente en EEUU). De hecho, las acciones en bolsa no pararon de bajar. Y en este punto es cuando aparece el gran protagonista, Johnson Controls. Esta empresa es la segunda mayor del mundo de fabricación de componentes de automóviles y rival directa de Visteon. En junio pasado, Visteon rechazaba la oferta de compra por sus operaciones de interiores y de sistemas electrónicos planteada por su competidor Johnson Controls, por un importe de 1.250 millones de dólares (unos 1.030 millones de euros al cambio de entonces). Visteon explicó que su consejo de administración analizó detenidamente la oferta de Johnson Controls y decidió no aceptarla, por considerar que lo más adecuado para la empresa era seguir adelante con su plan de reestructuración para emerger de la suspensión de pagos.

La antigua filial de Ford envió una respuesta a Johnson Controls en la que argumentó que su propuesta supondría un aumento de costes en otras áreas y no garantizaba los pagos a los acreedores. Asimismo, señaló que se prolongaría demasiado el período bajo suspensión de pagos, lo que echaría por tierra los esfuerzos realizados hasta el momento en el marco del plan de reorganización.

La empresa con sede en Van Buren Township (Michigan) expresó además su preocupación por los contactos que Johnson Controls dice haber mantenido con sus clientes, y advirtió entonces de que estas conversaciones, realizadas sin su conocimiento, podían producirle perjuicios.

Pero ahora, una vez que Visteon ya salió de la quiebra, hay quien piensa que su intención de desprenderse de más factorías puede tener una doble posibilidad: una, que Johnson Controls pueda hacerse con aquellas plantas que ya no sean rentables para Visteon; y, dos, que directamente Visteon esté 'aligerando equipaje' para que su competidor la compre ahora que es más barata.

Sin duda, para la plantilla de El Puerto, la primera opción será la única viable, ya que de otra forma quedarían fuera del tablero de ajedrez y, por tanto, en paro.

Además, se da otra circunstancia: Johnson Controls ya está en España, concretamente en Valencia. De hecho, el Ministerio de Industria le concedió en 2009 (con cargo a las ayudas de la Orden de Reindustrialización) una ayuda en concepto de anticipo de dos millones de euros, para la construcción de una planta productiva para la fabricación de interiores para vehículos Ford C344 (el C-Max) y C307 (nuevo Ford Focus). Curiosamente, en esa misma época, Visteon se llevó de la planta de Cádiz Electrónica la elaboración de interiores para el modelo del Focus.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios