Miles de sanluqueños y visitantes arroparon este pasado lunes a la Patrona de la ciudad, Nuestra Señora de la Caridad Coronada, en su procesión de reencuentro con el pueblo cofrade después de los dos años en blanco motivados por la pandemia del Covid.

Sin olvidar que el pasado 1 de noviembre la Alcaldesa Perpetua salió a la calle con motivo de la festividad religiosa de Todos los Santos y “conmemoración del aniversario de elevación del misterio de la Asunción de la Virgen en cuerpo y alma a los cielos como dogma de fe”, según anunció en su día la Hermandad de la Caridad, lo cierto es que había muchas ganas de contemplar a la Patrona en su tradicional desfile estival de cada 15 de agosto.

Así se pudo comprobar en los distintos tramos del recorrido procesional, confirmándose tras el obligado paréntesis impuesto por la crisis sanitaria que esta jornada sigue siendo una de las más multitudinarias del calendario festivo de la localidad.

Aparte de la salida y la recogida de la Patrona en la Basílica Menor que lleva su nombre, suscitó un especial interés su paso por las espectaculares alfombras de sal diseñadas por Joaquín Lara que se confeccionan cada verano en la Plaza de la Paz y las céntricas calles Ancha y San Juan.

Los preparativos comenzaron a última hora de la tarde del 14 de agosto. Un total de 60.000 kilos de sal se utilizaron para su elaboración por parte de ocho hermandades y otras entidades de la ciudad, con el apoyo de muchos devotos y numerosos niños ilusionados, bajo la coordinación del propio Lara.

La jornada festiva arrancó a las siete de la mañana con una serie de misas en el templo de la Patrona a la que siguió la solemne función principal de instituto programada a las once. Presidida por el obispo de Asidonia-Jerez, José Rico Pavés, contó con la presencia de miembros de la Corporación municipal encabezados por el alcalde, Víctor Mora, que también formaron parte, ya por la tarde, de la esperada procesión de la Virgen de la Caridad.