La Costa Noroeste, cuna de la batata en España
El boniato de Frusana, un tesoro bajo la tierra de Sanlúcar
Carissa Aurelia, la ciudad de origen prerromano situada entre Bornos y Espera que fue privilegiada por Julio César, será el centro de una importante investigación arqueológica que se afrontará en su núcleo urbano, donde apenas se han realizado intervenciones.
La dirección General de Patrimonio Histórico ha autorizado la puesta en marcha de un Proyecto General de Investigación Arqueológica (PGI) centrado en este yacimiento declarado Bien de Interés Cultural, de la que apenas se conocen algunos restos arquitectónicos emergentes correspondientes a edificio públicos y sus notables tumbas hipogeas.
'Carissa Aurelia: Anatomía urbana, desarrollo histórico y vertebración territorial de una ciudad romana privilegiada del norte de la provincia de Cádiz', es el nombre de este proyecto que se prolongará durante seis años y que ha sido presentado este miércoles en el Museo Arqueológico de Espera de la mano de uno de los directores del proyecto, Diego Romero Vera (Universidad de Sevilla), el catedràtico de Arqueología e Historia Antigua de la US José Beltrán, la alcaldesa de Espera, Tamara Lozano, el alcalde de Bornos, Hugo Beltrán, y Pepa Lozano, Directora del Museo Arqueológico de Espera.
El objeto principal de la investigación será la antigua ciudad de Carissa Aurelia (Carija, Bornos-Espera), un asentamiento y centro económico de importancia regional en la parte alta del valle del Guadalete, que aún no ha sido investigado arqueológicamente de manera suficiente, ha explicado Diego Romero. Pero, al mismo tiempo, se investigará el territorio circundante, poniendo especial atención en el asentamiento de Esperilla, identificado como la antigua Cappa, y la vía romana que transitaba en sus inmediaciones.
Con este fin, se empleará un amplio repertorio de métodos no invasivos (teledetección, geofísica, prospección arqueológica, intensiva y extensiva), complementado con investigaciones invasivas (especialmente, sondeos arqueológicos y análisis geoquímicos del suelo). También se realizarán análisis cualitativos y cuantitativos de materiales (por ejemplo, cerámica, restos arqueozoologícos, y arqueobotánicos, etc.), con la incorporación de las técnicas correspondientes, que proporcionarán información adicional sobre la cultura material y la historia económica de este territorio en los períodos indicados, permitiendo una visión histórico-arqueológica de esta microrregión a largo plazo.
Este proyecto parte de una intervención previa realizada en 2021, en la que se aplicaron en el yacimiento diferentes métodos geofísicos (georradar, magnetometría y resistencia eléctrica). Los resultados de esta campaña revelaron interesantes datos sobre la fisonomía urbana de Carissa. Principalmente, su extensión, el trazado de sus murallas, la existencia de un parcelario urbano y de un callejero no regular adaptado a la accidentada orografía, así como de diferentes espacios públicos, entre los que sobresale un centro monumental compuesto por una acrópolis y un foro aterrazado, así como un posible teatro.
Durante las intervenciones arqueológicas que arrancarán a mediados de septiembre se realizarán tres sondeos en el área intraurbana de Carissa que serán el foro, un edificio doméstico del norte de la ciudad y en una de las calles principales del sector norte de la ciudad. De manera simultánea, se llevará a cabo el primer tratamiento y clasificación de los materiales obtenidos en esos sondeos arqueológicos, para, a continuación, desarrollar una prospección arqueológica superficial de carácter intensivo en torno al yacimiento.
Cabe subrayar el carácter internacional de este proyecto de investigación, ya que reúne a destacados investigadores de arqueología y de otras disciplinas de las Universidades de Colonia y Kiel, en Alemania, y de Gröningen, en los Países Bajos; además de contar con tres codirectores solicitantes extranjeros, respectivamente, Michael Heinzelmann, Janine Lehmann y Tymon De Haas, que aportan una amplia experiencia en dirección de proyectos de investigación arqueológica a nivel internacional, tanto de excavaciones, como de prospecciones arqueológicas y geofísicas. Asimismo, en la Universidad de Sevilla la dirección recae en el profesor Diego Romero, aunque se incorporan otros destacados investigadores como los catedráticos José Beltrán y José Luis Escacena. Junto a ellos se ha conformado un equipo interdisciplinar y de gran experiencia en sus respectivos campos. Además, en las diversas actividades planteadas en las fases anuales colaborará un número muy nutrido de alumnos de grado, máster y doctorado de las cuatro universidades citadas, potenciando las relaciones entre las instituciones académicas implicadas.
La dotación económica para llevar a cabo estas labores procede de un proyecto de investigación de la Fundación Thyssen (Alemania), titulado 'Carissa Aurelia y el valle del Guadalete: un estudio urbano y regional de la historia de los asentamientos antiguos en el sur de Andalucía (España)', que permitirá financiar las actividades de los dos primeros años (2024-2025) con 155.000 euros, ampliable a un tercer año en función de los resultados. Cuentan, además, con el apoyo económico y la colaboración de los Ayuntamientos de Bornos y Espera, así como del Museo Arqueológico Local de Espera, lo que supone potenciar la vinculación al territorio y sus gentes, cumpliendo así de manera más adecuada el objetivo de transmisión de la ciencia a la sociedad en su conjunto y la protección y tutela del patrimonio cultural de este territorio. También intervendrá una veintena de estudiantes de Historia y Arqueología de las cuatro universidades participantes.
También te puede interesar
La Costa Noroeste, cuna de la batata en España
El boniato de Frusana, un tesoro bajo la tierra de Sanlúcar
Historias de Cádiz-Herzegovina | Capítulo 24
Los últimos de Filipinas en versión serrana