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¿Qué es una pistola táser?

Una pistola táser.

Una pistola táser.

Una pistola táser es un arma de electrochoque que interfiere en el sistema nervioso muscular e inmoviliza al individuo con descargas eléctricas. Aunque la descarga es de unos 50.000 voltios, en contacto con la persona la descarga baja su intensidad y la convierte en un arma no letal.

Existen dos tipos principales de táser: las pistolas que lanzan dardos y el táser ordinario, que no dispara nada y tiene dos dientes o electrodos que sobresalen en un extremo. Estas pistolas sólo las pueden usar las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Según la web de Aasias, compañía que distribuye la marca en España desde 2003, existen más de 800 modelos de pistolas eléctricas tipo táser en nuestro país, desde los 485 hasta los 2.320 euros. A día de hoy está permitido su uso a los policías locales de unos 200 municipios, especialmente en Andalucía, Murcia, Canarias, Valencia y Cataluña. Además la Guardia Civil ha comprado ya 150 unidades.

Según publicó La Razón, un informe realizado por miembros de la Unidad Central de Informática y Electrónica Forense de los Mossos d’Esquadra explicaba que primero se disparan los dos electrodos con forma de arpón. Acto seguido, estos dardos se clavan en el objetivo mientras el cable conductor los mantiene conectados a la pistola y se produce la descarga eléctrica. Finalmente, la descarga continúa mientras el agente aprieta el gatillo, normalmente entre uno y cinco segundos.

Este mismo informe señala también que la pistola es más efectiva cuanto más separada esté del objetivo. Esto es porque, de los dos dardos que dispara, uno sale en línea recta y el inferior lo hace con cierta inclinación para así interferir “en una mayor superficie muscular”. Esto quiere decir que es posible que a poca distancia sólo se clave uno de los dardos, por lo que el circuito no se cerrará y la persona no recibirá la descarga eléctrica.

¿Qué daños provoca?

La utilización de este tipo de armas sigue levantando controversia. De hecho, en diciembre de 2021 fallecía en Badalona una persona después de que los Mossos d’Esquadra utilizaran un táser para inmovilizarlo. Y es que, pese a ser un caso aislado, este tipo de armas no son inocuas y contemplan factores de riesgo potencial como cardiopatías previas o estado de intoxicación. Estas dolencias previas pueden ser desconocidas por parte de la Policía en el momento de su utilización lo que podría poner en peligro la vida de la persona que recibe la descarga.

Los expertos apuntan que si una persona recibe una descarga de un dardo táser cerca del pecho, podría provocar un rápido aumento del ritmo cardiaco de la persona. Por ejemplo, si alguien en reposo tiene desde 72 latidos por minuto podría llegar hasta 220 latidos por minuto tras la descarga.

A esto hay que sumar la sensación paralizante, un dolor intenso, contracciones incontrolables en los músculos, entre otros muchos efectos.

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