Provincia de Cádiz

Herencias, 3.377 renuncias en tres años

  • Las repudiaciones en la provincia siguen aumentando debido a la falta de liquidez y al alto impuesto de sucesiones que grava la Junta

Juan, portuense de 42 años, clase media, se llevó hace ahora exactamente un año la alegría de su vida: había muerto la tía solterona de Sevilla de su mujer. La alegría no era porque se muriera la tía, con la que tenían poco contacto, sino porque les había legado el pedazo de piso que tenía en el barrio de los Remedios. Le han dicho que valorado en 800.000 euros. Además, como un lacito al regalo, les legaba lo que había en una de sus cartillas de ahorro, poco más de 6.000 euros. Se dirigió Juan, tan feliz, a su abogado antes de invitar a unas cañas a las amistades. Cuando salió de su reunión con el abogado decidió no invitar a cañas. Al no ser familiar directo de la finada y no contar con ningún otro tipo de exenciones, Juan tendría que tributar al tipo máximo por el legado de la tía solterona. Es decir, un 36,5%; es decir, para quedarse con el pisazo de Los Remedios tendría que abonar a la administración autonómica la friolera de 288.000 euros. Casi como comprarse el piso. Que el piso tuviera el valor de 800.000 euros era una operación aritmética que salía de unos valores catastrales desviados por la burbuja inmobiliaria y de unas correcciones realizadas por los tasadores de la Junta. En realidad, ya nadie paga 800.000 euros por un piso ni en Los Remedios ni en ninguna parte. Con lo que eso de que valiera 800.000 euros era más que relativo. Juan estuvo tentado de renunciar a la herencia, pero al final, de acuerdo con su mujer, que le daba pena desprenderse del pisito (ya no decían pisazo) de su tía, se decidió por pedir un préstamo hipotecario con el que pagar el impuesto de sucesiones, alquilar el pisito y con el alquiler pagar la hipoteca. En definitiva, ni para cañas.

Este caso absolutamente real, por tanto, no entra dentro de los 3.377 gaditanos que en los últimos tres años han preferido renunciar a la herencia. La Junta considera que no son demasiados y que a partir de este año serán menos debido a la reforma del impuesto llevada a cabo el pasado verano por la presión de Ciudadanos. El nuevo mínimo está en 250.000 euros, frente a los 125.000 que había con anterioridad. "El 93% de los andaluces está exento de pagar el impuesto de sucesiones. Sólo un 7% tiene que pagarlo, los que más tienen, y la cifra baja al 2% en el caso de parientes directos". En 2015 fueron cerca de 250.000 andaluces los que tuvieron que liquidar el impuesto, pero sólo 19.000 tuvieron que pagar. Sólo -o nada menos, dependiendo de cómo se mire- un 1,4% reunció a la herencia, "y en la mayoría de los casos no es por una cuestión fiscal, sino porque se trata de regalos envenenados, herencias que vienen asociadas a deudas". Eso explicaría que comunidades con un 99% de exención también tengan un número porcentualmente parecido de renuncias. Por ejemplo, en 2015 en Madrid se produjeron 4.120 renuncias.

"No tenemos ni un solo cliente en sucesiones que sea rico", afirman en el bufete OrtizEl éxodo fiscal es una realidad y el destino es Madrid porque bonifica el tributo al 99%"

Lo corrobora el decano del Colegio Notarial de Andalucía, José Luis Lledó. Explica que hasta 2007 era muy reducido el número de personas que al morir acumulaban deudas. "Por norma general, cuando alguien fallecía con una edad longeva lo hacía con una economía saneada. La crisis alteró esta coyuntura, por lo que muchas personas fallecidas en los últimos años lo han hecho con un pasivo (deudas) considerable", asevera Lledó.

Sin embargo, David Páez, fiscalista de El Puerto que lleva un buen número de casos relacionados con este impuesto, considera que es un "gravamen muy injusto. Estás pagando un impuesto por algo que ya se han pagado impuestos en vida. Y no se trata de que lo paguen pocos, se trata de que quienes lo pagan se encuentran con un verdadero problema, sea un 7 o un 2%. Y no intentes liquidarlo por ti mismo. es un impuesto supercomplicado, no apto para mortales, con un montón de letra pequeña".

Realmente, si uno está en ese pequeño porcentaje de los que tiene que pagar se puede encontrar con un verdadero problema. Lo tiene Luis, fontanero de Cádiz en paro. Es uno de los cinco hermanos a los que su madre legó, a su muerte en 2015, una serie de inmuebles, algunos de renta antigua, y locales. Por ellos obtiene, partido por cinco, un beneficio de no más de 900 euros mensuales, pero apenas tiene más ingresos, aparte de la ayuda familiar por parado de larga duración. Para poder hacer frente a la herencia, 60.000 euros, tuvo que pedir un préstamo al banco que paga de esos ingresos. "Vivo con 400 euros al mes pensando que alguna vez esas propiedades servirán de algo a mi hijo. No puedo renunciar a ello". Hay acuerdo entre los hermanos para vender las propiedades. Nadie compra. La única oferta que recibieron por un inmueble que la Junta valoró en 140.000 euros fue una que, sin negociación, entregaba un tope de 70.000 euros. Si la hubieran aceptado, Luis tendría que seguir pagando al banco.

José Luis Ortiz está al frente de un bufete de Cádiz que lleva aproximadamente unos 40 casos al año relacionados con este impuesto. Su especialista en lo que en el argot se llama con el macabro nombre de 'impuesto muerte' es Natalia Rojo. "Aquí no tenemos ningún caso de problemas con la herencia de gente de dinero. El perfil es más bien de clase media e incluso clase media baja,. Se da mucho el caso del piso en Cádiz y el chalé en Chiclana, pero nada de liquidez, lo que rápidamente te coloca en la franja de los que pagas". Según este bufete, la herencia standard tiene que ver con familiares que adquirieron propiedades y cuyos beneficiarios son mileuristas. Esos son básicamente el 7%.

La Junta dice que no es así. "El prototipo de fallecidos actual suele ser una persona de 70-80 años casado y con cuatro o cinco hijos. Un alto porcentaje solo tiene una casa en propiedad, y a lo sumo una cuenta, alguna parcela, una segunda residencia. No se pagaría nada a no ser que se tuviera un patrimonio de varios millones de euros", explican fuentes de la Consejería.

Que Andalucía tenga el tipo más alto de todas las comunidades, aunque sea para casos muy concretos de herencias y haya numerosas bonificaciones y supuestos, no significa que sea la que más recaude por este impuesto. Lo que paga ese 7% de los herederos apenas supera los 350 millones de euros. El problema, precisamente, explican los fiscalistas, es que lo pagan muy pocos, pero los que los pagan, pagan mucho, hasta el punto de que la herencia se convierte en un problema en sus vidas con multitud de aristas burocráticas. no se puede mirar hacia otro lado porque empiezan a caer recargos. "Y la Junta mira con lupa cada caso, quizá porque sólo son un 7%. No te escapas. O sí te escapas. Si tienes posibilidades, te empadronas en Madrid", dicen en el bufete Ortiz.

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