Cádiz

Cádiz registra casi un delito sexual al día

  • Es la décima provincia española con más abusos y agresiones

  • Se contabilizaron 287 ilícitos en 2017, de los que 29 fueron violaciones

  • El efecto 'Manada' hace que se disparen las denuncias en toda España

Una de las manifestaciones contra la violencia machista celebradas en 2018 en Cádiz.

Una de las manifestaciones contra la violencia machista celebradas en 2018 en Cádiz. / julio gonzález

La provincia de Cádiz aparece en el mapa de Interior sobre los delitos contra la libertad sexual sombreada como una de las zonas donde más vulneraciones de la ley en este ámbito se producen. Es casi un delito sexual al día. Así consta en un informe publicado recientemente por el Ministerio del Interior sobre los delitos contra la libertad e indemnidad sexual en España. Este documento detalla una serie de estadísticas sobre este tipo de prácticas, cuyas denuncias han ido creciendo de manera notable en los últimos años.

El dato más actual que publica el informe es del año 2017, que se cerró con 11.692 casos ocurridos en todo el territorio nacional. Esto es lo que el estudio designa como "hechos conocidos". Se entiende por tal el conjunto de infracciones penales y administrativas que han sido conocidas por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, bien por medio de una denuncia interpuesta o por una intervención policial realizada de motu proprio, ya sea por una labor preventiva o de investigación.

Del total de casos, 287 ocurrieron en la provincia de Cádiz, que ocupa el décimo lugar en número de delitos sexuales en términos globales, un 2,4% del total, lo que se corresponde con el porcentaje sobre la población total, un 2,6%. Obviamente, las dos primeras provincias con más casos son Madrid y Barcelona por ser las más pobladas, con 1.776 y 1.627 hechos respectivamente. Le siguen Valencia, con 661; Baleares, con 517; Alicante, con 510; Málaga, con 483; Sevilla, con 464; Murcia con 99 y Las Palmas con 361.

Por comunidades autónomas, Cataluña es la primera, con 2.212 sucesos, seguida de Andalucía, con 2.064.

De los 287 delitos registrados en la provincia de Cádiz, 57 fueron calificados como agresiones sexuales, 22 como agresión sexual con penetración, 104 como abusos sexuales, 16 abusos sexuales con penetración, 28 casos de pornografía de menores y 21 de exhibicionismo. Hubo también 14 casos de corrupción de menores y otros 9 de acoso sexual.

Los delitos sexuales tienen un elevado índice de esclarecimiento. La mayoría de los casos fueron resueltos por la Policía Nacional o la Guardia Civil. Por hechos esclarecidos se clasifican todos aquellos en los que se den algunas de las siguientes circunstancias: detención del autor in fraganti; identificación plena del autor o autores, sin necesidad de que esté detenido, aunque se encuentre en situación de libertad provisional, huido o muerto; cuando exista una confesión verificada, pruebas sólidas o una combinación de ambos elementos, o cuando la investigación revele que, en realidad, no hubo infracción.

En Cádiz se esclarecieron 230 de los 287 delitos denunciados, lo que supone el 80% de los casos y por ellos fueron detenidos un total de 200 personas. Las víctimas fueron 284, lo que quiere decir que en tres casos habían sufrido durante el mismo año dos delitos contra su libertad sexual. De los casos más graves, las violaciones, es decir, agresión sexual, con o sin penetración, se resolvieron 68 casos de los 79 contabilizados. Es decir, once de estas violaciones quedaron impunes.

El informe no hace una evolución de los delitos por provincias, pero sí a nivel nacional. Durante los últimos cuatro años, la tendencia muestra un patrón acusado de crecimiento que rompe la tónica general de los años anteriores. Además, se observa "estacionalidad"; es decir, se dan más casos en primavera y verano que en el resto del año. Los meses de julio y agosto son los que más hechos conocidos registraron. En julio de 2017 se alcanzó el pico más alto de casos de los últimos cinco años, con casi 1.200 delitos sólo en ese mes.

Ese crecimiento de los últimos años tiene su exponente principal en los casos de abuso, que ocupan más del 40% de los hechos conocidos y que han pasado de 3.087 en el año 2012 a 4.792 en 2017. Del total de hechos conocidos, el 75% vienen aglutinados por la suma de los abusos y las agresiones sexuales.

Aunque el documento no entre a analizar las causas de este repunte, es notorio que existe una mayor concienciación de la mujer a la hora de denunciar hechos que antes no se ponían en conocimiento de las Fuerzas de Seguridad. Tampoco puede negarse el reflejo que algunos casos mediáticos, como el de la Manada, han tenido en el repunte estadístico de las denuncias por delitos sexuales.

En el polo opuesto se sitúan los delitos relacionados con la prostitución, que tienen una tendencia claramente decreciente. Sí llama la atención la subida paulatina de los casos de ciberdelincuencia sexual. En 2017 hubo 394 delitos que consistieron en el contacto con menores de 16 años por internet, redes sociales o telefonía móvil. Cuatro años atrás, en 2013, sólo se habían registrado 92 episodios en toda España. Son precisamente estos delitos los que tienen un índice de esclarecimiento más bajo, ya que los autores se amparan en la tecnología para pasar desapercibidos.

En el capítulo de detenciones e investigados, se obtienen las mismas conclusiones que en los hechos conocidos: aumento durante los últimos años con mayor prevalencia de los abusos y agresiones sexuales. En 2017 se batieron los récords de detenidos e investigados por estos delitos, con 6.796. Esto supone un incremento superior al 6% en relación con el año anterior, cuando hubo 6.363. Faltan por conocer los datos de 2018, que todavía están pendientes de análisis y publicación por parte del Ministerio del Interior, para saber si se ha seguido la tendencia al alza.

Las victimizaciones siguen la misma pauta, con un incremento notable en 2016 y 2017. En el primero de estos ejercicios crecieron un 8% y en el segundo un 9%. Es decir, en dos años subió cerca del 20% el número de víctimas de delitos contra la libertad sexual. El informe traza un perfil de las víctimas según la tipología delictiva, el sexo y la edad. Respecto a la distribución por sexo, el 84% fueron mujeres y el 16% hombres. Para ambos, es en la franja de edad de los menores donde se concentra el mayor número de casos, seguida de la comprendida entre los 18 y los 30 años. Así, hubo 2.201 víctimas de entre 0 y 13 años; 2.341 de 14 a 17; 2.641 de 18 a 30; 1.083 de 31 a 40; 1.075 de 41 a 64; y 111 de 65 años o más.

Es decir, tres cuartas partes de los abusos y agresiones sexuales registradas en España en 2017 fueron a menores y jóvenes de hasta 30 años. Dentro de los menores de edad, destacan los abusos sexuales y los delitos de exhibicionismo, seguidos por las agresiones. Un dato a tener en cuenta es que las victimizaciones de menores duplican el segundo grupo con mayor cantidad.

Entre ellas, las de sexo femenino triplican a las del masculino, excepto en los apartados de corrupción de menores o discapacitados, pornografía de menores y contacto mediante tecnología, donde las diferencias se reducen.

Aproximadamente el 78% de las víctimas son españolas. El 22% restante son extranjeras. Por nacionalidades, Rumanía y Marruecos (los países con mayor número de súbditos en España) presentan las cifras más altas. En la franja de edad entre los 18 y 30 destaca un porcentaje significativo de víctimas del Reino Unido, mientras que en el de 41 a 64 el de ciudadanas chinas

Las viviendas y anexos son los escenarios en los que ocurren la gran mayoría de los casos, seguidos a cierta distancia por los espacios abiertos y las vías de comunicación. Sorprende el carácter prácticamente residual de los hechos ocurridos en medios de transporte.

Dentro de la relación entre la víctima y el autor, destacan las relaciones desconocidas sobre el resto. En el caso de las víctimas mujeres, las que poseen una relación familiar, incluidas las de pareja o ex pareja, llegan a representar el 13% de los casos conocidos. Por edades y tipo de relación se observan situaciones dispares. Dentro de la violencia familiar, claramente los menores de edad son los más preponderantes.

En el caso de los autores, el 96% son hombres y sólo hay un 4% de mujeres. La franja de edad a la que pertenecen la mayoría de los responsables de estos delitos es la de entre 41 y 64 años, seguida de la de 18 a 30.

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