Habían salido de marcha por la llamada ruta del Trabuquete, en la comarca cacereña de La Vera, donde los scouts de San Jorge 310 pasan estos días de acampada. Se trata de un grupo de 24 niños con edades comprendidas entre los 11 y los 14 años y de tres monitores.

Fue el sábado y la marcha formaba parte de las actividades habituales de los scouts. Pero el calor apretaba demasiado y el ritmo del grupo era cada vez más lento. El camino resultaba bastante duro, así que los responsables, al ver que no iban a llegar al destino al tiempo previsto, optaron por dar la vuelta y regresar.

Avisaron de la vuelta, que estaba prevista a primeras horas de la noche. No obstante, al estar ilocalizados durante un rato por la falta de cobertura y tardar más de lo previsto, el coordinador del campamento optó por lo más prudente y dio aviso a la Guardia Civil de Jaraíz de la Vera (Cáceres), que salió a su encuentro y los encontró cuando ya le quedaba menos de un kilómetro para regresar.

De hecho, explican desde el grupo San Jorge, apenas unos minutos después de que los agentes emprendieran el camino, consiguieron al fin entablar contacto con la expedición, que les informó que ya estaban a punto de regresar. 

Aunque cansados, niños y monitores se encontraban en perfectas condiciones. 

No obstante, la polémica ha saltado hoy al hacerse eco varios medios extremeños de la operación de rescate de una veintena de niños de un grupo scouts de San Fernando que se habían perdido en el bosque, en la comarca cacereña de La Vera, mientras realizaban una ruta senderista. Según un comunicado de la Guardia Civil al que alude EFE, se encontraron al grupo de niños "exhaustos por la cantidad de horas que llevaban caminando, sin agua y apenas iluminación".

La noticia, difundida seis días después del incidente, ha pillado por sorprensa al grupo scout, que afirma que en el grupo, en ningún momento, estuvo perdido puesto que los monitores sabían en todo momento donde estaban; si bien el coordinador del campamento reconoce que, por prudencia, al llevar un rato sin poder entablar contacto con ellos y al tardar más de lo previsto, dio aviso a la Guardia Civil, que los encontró cuando les quedaba menos de un kilómetro de camino. 

Tanto es así que ni siquiera se había llegado a informar del incidente a los familiares de los scouts, que además continuaron con la marcha y las actividades previstas al día siguiente con total normalidad.