Desde el curso 2000-01 se viene desarrollando en la ciudad un proyecto pionero a nivel provincial que da salida a los problemas escolares de esos alumnos que se encuentran con complicaciones a la hora de sacar adelante las asignaturas. Se trata del Proyecto de Reinserción Educativa, una iniciativa que este año permite a 22 jóvenes menores de 16 años (13 chicos y 9 chicas) hacer prácticas en empresas de la localidad, pero continuando en el instituto. En esto radica el principal objetivo de esta experiencia: aprender un oficio, pero sin dejar los estudios.

Pero no todos los alumnos pueden acceder a este programa educativo, puesto que antes deben pasar por una serie de pruebas. No sólo ellos, sino también sus padres. Así, son los propios profesores los que derivan al alumnado a este proyecto que consta de una primera fase en la que los candidatos son entrevistados y a los que se les exigen una serie de requisitos como la asistencia a clase, puntualidad, grado de comportamiento con sus compañeros de instituto, etc. Si supera este paso, tanto el chico como sus progenitores se someten a una serie de talleres educativos durante el primer trimestre del curso. Esos talleres tratan sobre orientación, cata de oficios; prevención de riesgos laborales; habilidades sociales; Justicia juvenil; igualdad de prevención de adicciones, y Seguridad Vial.

La segunda fase, que se desarrollaría en los dos últimos trimestres, ya sería de carácter práctico; es decir, el chaval elegiría un trabajo en una empresa de la ciudad que se ha prestado a colaborar con el proyecto promovido desde la Delegación de Educación del Ayuntamiento.

Este es el caso de José Manuel Manzano que se ha incorporado esta semana a los talleres Torres Paradela, donde realiza prácticas de chapa y pintura. Igual que él, otra veintena de alumnos viven la misma experiencia pero en distintos establecimientos: peluquerías, carpinterías, talleres mecánicos, centros educativos, etc.

La jornada de estos jóvenes se reparte con dos horas de clase y otras tres horas y media de prácticas. Incluso cuentan con un seguro que cubre los trayectos y otro de responsabilidad civil de la empresa.

José Manuel , alumno del instituto Fernando Quiñones, se mostró satisfecho con esta experiencia al tiempo que reconocía que supone una buena oportunidad de cara a su futuro laboral. Así, opina que está aprovechando el tiempo, sin dejar de lado las clases en la escuela. De hecho el proyecto de Reinserción Educativa surge del programa de absentismo escolar, otra de las actuaciones en las que destaca Chiclana con respecto a otras poblaciones de la provincia.

Son seis los institutos que participan en el proyecto: Huerta del Rosario, Fernando Quiñones, Pablo Ruiz Picasso, Poeta García Gutiérrez, La Pedrera Blanca y Ciudad de Hércules. Pero también es muy valiosa la colaboración de las empresas para que los 22 chicos y chicas puedan desarrollar las prácticas.

Antonio Ladrón de Guevara, educador del Proyecto de Reinserción Educativa, señala que "en la selección de alumnos para el proyecto es importante que muestre un claro interés en aprender un oficio". Precisamente, él se encarga del seguimiento de los chavales tanto en las empresas como en el instituto. Asegura que con este recurso educativo se motiva a los alumnos e incluso da opciones a que se le pueda reorientar académicamente.

Con todo ello, Ladrón de Guevara subraya que el proyecto "es excepcional" y que cuenta con el respaldo de inspectores de Educación y la comunidad educativa. "En otras localidad hay experiencias parecidas, pero no igual al que se desarrolla en Chiclana", afirma.

Junto a la coordinadora, Aurora Bernal, Antonio Ladrón de Guevara vela para que la veintena de alumnos puedan sacar buena tajada de este proyecto que ya ha cumplido una década.

Las empresas y entidades colaboradoras en este curso escolar son las peluquería Lola del Río, Nieves Roldán, Inma & Manoli, María Merchán, Peluki, Chani Sánchez; los talleres Paco Sena; Repuestos Falicar; Mondiña; Motos Kike; Neumáticos Paradela; Serafín Utrera; Corona; Motos Diego; Colchón y Rodríguez; y Torres Paradela. También colaboran en este proyecto los centros de educación infantil El Recreo; Badulaque; El Principito de Santa Ana; y Huerta Rosario, así como la empresa de carpintería de madera Hermanos Jurado y Acero Inoxidable Capricho.