El acusado de ciberacosar a 81 jóvenes desde su domicilio de Chipiona, la mayoría chicas menores de edad, al que juzga la Audiencia Provincial de Madrid, negó ayer los hechos por los que está procesado y planteó que sus amigos también tenían acceso a su ordenador. Alegó además que él sólo hizo un curso de aplicaciones informáticas.

Jorge M.C., para quien la Fiscalía pide 359 años de cárcel por los delitos de elaboración y difusión de pornografía infantil, amenazas graves, vejaciones injustas, descubrimiento y revelación de secretos, se escudó en que otra persona pudo acceder a sus direcciones informáticas y dijo que, además, existen páginas como votamicuerpo.com donde los jóvenes cuelgan imágenes que puede ver todo el mundo.

El procesado explicó que en la época de los supuestos delitos, entre 2007 y 2009, estaba "de moda" entre los jóvenes hacerse fotos en el baño con el propio móvil y luego colgarlas en ese tipo de páginas, y que, además, su ordenador pudo ser utilizado por más personas, incluidos sus familiares y amigos que acudían a su casa.

El acusado, de 27 años, manifestó que ha estado en tratamiento psicológico por esta denuncia y, a preguntas de su abogado, dijo que está en libertad provisional con una medida cautelar que le impide acceder a internet.

Sin embargo, la abogada de tres de las víctimas, Carmen Carcelén, declaró a los periodistas antes de empezar la vista que Jorge, que estuvo en prisión cuatro meses -de junio a octubre de 2009-, está en la calle y puede acceder a un ordenador.

El representante del Ministerio Público recordó al acusado que existen "pruebas contundentes" contra él, pero Jorge insistió en asegurar que no entró "en ninguna cuenta", ni "insultó" ni "denigró" a nadie por internet.

¿Por qué en su ordenador la Policía halló vídeos de unas menores de 14 y 15 años masturbándose y haciendo las posturas de carácter sexual que precisamente él les había pedido previamente en unos mensajes amenazadores?, le preguntaron. El procesado respondió que no se lo explica y comentó que si había alguna imagen de chicas de instituto en su ordenador a lo mejor era porque las habría solicitado en el "perfil público" de ellas.

"Te cambio la contraseña d tu msm si no m pones la kam y m dejas vert al menos las tetas" o "k tal cielo, ola, pasas d mi?, weno mira a tomar x culo t cambio la contraseña dl msm", son algunos de los mensajes que, según leyó ayer el fiscal, Jorge envió a sus víctimas.

El inspector jefe de la Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) de la Policía Nacional, Enrique Rodríguez, relató que tras recibir la denuncia de una joven en Madrid, pidieron a la empresa Microsoft los datos sobre esas conexiones y resultó que provenían del domicilio del acusado en Chipiona. Su padre aparecía como titular de la cuenta de internet.

El juicio continuará hoy con la declaración de las víctimas, algunas de las cuales testificarán a puerta cerrada por tratarse de supuestos delitos de pornografía infantil, tal y como han pedido las acusaciones.

Al principio de la vista, la defensa, que pide la absolución, solicitó al tribunal la nulidad al entender que hubo irregularidades tanto en las entradas y registros a la casa de su cliente como en los accesos a sus cuentas de internet. Fue rechazado.

El fiscal sostiene que el acusado contactó con las víctimas a través de Messenger, logró sus contraseñas y les hizo ver que podía controlar sus mensajes y fotos si no accedían a enviarle imágenes de ellas desnudas o en determinadas posturas.