Provincia de Cádiz

7 años al dueño de un taller de El Puerto por robo de motos y tráfico de drogas

  • La Audiencia condena también a otros siete procesados por el mismo asunto, una investigación que se remonta a 2007

La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a siete años y seis meses de prisión por varios delitos al propietario de un taller de reparaciones ubicado en El Puerto porque considera que se dedicaba al tráfico de drogas y a robar motocicletas de gran cilindrada que luego eran desmontadas y vendidas algunas por piezas. La sentencia condena también a otros siete procesados. Todos fueron detenidos en una investigación realizada en 2007 que se inició a raíz de otra operación policial antidroga realizada el año anterior en la barriada portuense de José Antonio.

El dueño del taller condenado es M.A.A.M., nacido en 1980. La sentencia le impone varias penas que suman siete años y seis meses por un delito de tráfico de drogas de las que causan grave daño a la salud, por un delito continuado de hurto, por otro de receptación y por otros dos de falsedad en documento oficial.

La Policía llegó a M.A. tras detener en diciembre de 2006 a D.G. durante una vigilancia en la barriada José Antonio, una zona conflictiva de El Puerto. D. portaba varias bolsas con cocaína, unos 67 gramos, y les explicó a los agentes que se la había entregado M.A. para que se las entregase a una tercera persona a cambio de medio gramo. Comenzó entonces una investigación en la que fueron pinchados varios teléfonos. De ese modo, la Policía fue sabiendo que M.A. pasaba la mayor parte del tiempo circulando con varios vehículos, solo o en compañía de otras personas, que carecía de una dedicación laboral u horarios normales y estables y que pasaba la mayor parte de las mañanas durmiendo, según relata la sentencia dictada por la Sección Primera de la Audiencia.

La resolución explica que la Policía comprobó que se producía una masiva e infrecuente afluencia de vehículos al taller de M.A. y que los conductores permanecían allí un corto espacio de tiempo. También se encontraron los investigadores con que en las llamadas telefónicas se sucedían vocablos y expresiones que indicaban que el procesado y otras personas hablaban en clave.

Hubo otros detalles no menos sospechosos a los que alude la sentencia. Los policías notaron que M.A. adoptaba medidas de seguridad tanto cuando se desplazaba a pie como cuando lo hacía en coche. Daba varias vueltas en las rotondas, se detenía repentinamente y esperaba un tiempo antes de reanudar la marcha o ponía el intermitente y simulaba un giro que finamente no efectuaba.

Una de las personas con las que comunicaba M.A. era el también procesado J.C.C.T., que ha sido condenado a cinco años y un mes de prisión. J.C., según declara probado la sentencia, planificó la introducción en España de hachís procedente de Marruecos. Para ello, ordenó comprar un Peugeot 406 que fue puesto a nombre de J.M.D.O., también condenado a tres años y tres meses de prisión. Éste fue el encargado de viajar a Tánger en ese vehículo y regresar en él, con 18,8 kilos de hachís ocultos en las puertas y en el salpicadero del automóvil.

La Policía halló en el domicilio de M.A. una bolsa con 5,3 gramos de cocaína. Y, según la sentencia, participó en el robo de tres motos; en una calle de El Puerto, en otra de Jerez y en la urbanización Valdelagrana.

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