Los trabajadores de la empresa Sociedad Anónima de Electrónica Submarina (SAES) que trabajan en Navantia San Fernando se movilizan para reclamar mejoras salariales y sociales después de años sin que las condiciones laborales hayan aumentado. La compañía se rige por una estricta normativa al tener capital público que le impide aprovechar sus recursos financieros en beneficio de la plantilla -sin ofrecer salarios competitivos, ni promoción profesional-. Comisiones Obreras (CCOO) ha mostrado su apoyo a estos trabajadores.

Los trabajadores que preparan un calendario de movilizaciones con paros de una o dos horas reivindican la mejora de la condiciones económicas y sociales ante la marcha a empresas privadas de profesionales altamente cualificados con la consiguiente pérdida del capital tecnológico. Desde el sindicato explican que SAES, que tiene su central en Cartagena pero que está implantada en Navantia San Fernando, cuenta con una plantilla de unos 15 trabajadores dedicados a la ingeniería de submarinos y fragatas.

La empresa de carácter público -aunque buena parte de su capital es privado- no puede incrementar sus salarios ante la falta de actuación del Ministerio de Hacienda respecto al plan estratégico que tiene el visto bueno de Navantia y la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales). En concreto, la paralización se debe a la falta de respuesta de la Dirección general de Costes del Ministerio.

La falta de mejoras ha hecho que desde hace años se marchen profesionales, lo que dificulta el desarrollo de los trabajos de alta tecnología que realiza SAES, algo que afecta a empresas del sector naval como Navantia. Esto merma la capacidad tecnológica de la compañía pública y por ende las posibilidades de optar a carga de trabajo, y en el caso de la propia empresa, la ejecución de trabajos muy especializados.

No es solo una cuestión que afecta al personal, sino a la propia empresa que no puede competir con los salarios que existen en el mercado para los perfiles de los profesionales cualificados que necesita y que a pesar de que no resulta fácil que los contrate otra empresa terminan saliendo, reconoce su delegado sindical, Ignacio Prieto. La falta de personal a la que puede enfrentarse SAES porque no resulta fácil encontrar reemplazos con las condiciones laborales a las que está limitada, advierte, puede afectar a los programas de las fragatas F-110 o el submarino S-80, esto es, a Navantia, a la Armada, a Defensa y a Industria.

"Nadie quiere irse de una empresa, pero después de muchos años esperando las mejoras terminan saliendo", asegura. La dirección ha conseguido el visto bueno de Navantia y SEPI para las mejoras de la plantilla, pero se ha encontrado el escollo en Hacienda, y sigue sin resolverse el problema, lamenta.

"Desde la dirección de SAES mostramos nuestro respeto a las movilizaciones de la plantilla, y continuamos en conversaciones con el comité de empresa, con el que siempre hemos mantenido un cauce fluido de comunicación. Seguiremos haciendo todo lo que esté en nuestra mano para solucionar este asunto lo antes posible y conseguir la aprobación del plan estratégico presentado ante los órganos competentes", manifiesta el presidente de SAES, Joaquín López Pagán.

Con sus reivindicaciones los trabajadores buscan que la Administración se mueva y el plan estratégico se apruebe finalmente por la Hacienda, "cuestión que hasta la fecha no hay noticias de que lo hayan ni siquiera tratado".

CCOO Industria de Cádiz hace suyas las reivindicaciones de estos trabajadores y trabajadoras que forman parte fundamental del sector naval en la Bahía de Cádiz, de la carga de trabajo en las empresa auxiliares y por tanto del futuro de muchos trabajadores y trabajadoras "y exigimos la implicación de todas las administraciones en la búsqueda de una salida a esta situación".