Cerca de 400 personas han recorrido hoy por carretera más de veinte kilómetros en protesta por el cierre de Cádiz Electrónica, filial de la multinacional Visteon en El Puerto de Santa María y por la presentación de un ERE que afecta a los 394 trabajadores de la planta de componentes de automoción.

La «marea naranja» de los trabajadores de la filial, que llevan camisas de este color desde el anuncio del cierre hace cuatro meses, han emprendido esta protesta a las ocho de la mañana en la estación de trenes de El Puerto de Santa María, localidad donde está ubicada la planta, y han llegado poco después de las dos de la tarde a la Plaza Asdrúbal de Cádiz, donde se encuentra la Delegación de Empleo de la Junta de Andalucía.

Los trabajadores se han concentrado frente a la sede de la Delegación de Empleo y han anunciado que permanecerán allí hasta que se conozca la resolución de este organismo sobre el ERE extintivo para la factoría gaditana presentado por los representantes de la multinacional, una resolución que, según han dicho fuentes de este organismo, no se hará pública hasta mañana.

Las seis horas de marcha de la «marea naranja», que ha circulado por tramos de autovía y ha entrado en Cádiz por el puente Carranza, han transcurrido sin incidentes, salvo las molestias para los conductores que se han encontrado con los cortes a la circulación establecidos por la subdelegación del Gobierno en Cádiz para facilitar el paso de la protesta.

Con esta marcha, los 394 trabajadores de Cádiz Electrónica dan un paso más en las protestas que emprendieron el pasado mes de junio nada más conocer que la multinacional de componentes electrónicos había decidido cerrar la planta.

Aunque Visteón ha justificado el cierre por motivos económicos, los trabajadores aseguran que la planta es viable y que la decisión se debe más a que la multinacional «quiere ganar más dinero» llevándose la planta «a China», o a algún país en el que la mano de obra sea más barata, según ha explicado durante la marcha José Antonio Rodríguez, secretario general del Metal del sindicato CSIF en Cádiz y miembro del comité de empresa de Cádiz Electrónica.

"Los últimos 23 años la empresa ha estado generando beneficios, algunos de ellos de 25 millones de euros. La compañía lo que quiere es hacer esa rentabilidad más grande en China, porque aquí la mano de obra les cuesta 25 dólares al día y allí dos», ha apuntado el representante sindical.

Y mientras el pasado viernes la multinacional de componentes de automoción daba un paso más para el cierre y presentaba en el juzgado de lo Mercantil de Cádiz la solicitud de preconcurso de acreedores, los trabajadores siguen dispuestos a hacer todo lo posible para que la administración y la opinión pública «no se olviden» de este conflicto que puede dejar 394 nuevos parados en Cádiz, la provincia con más desempleo en España.

Ese ha sido el motivo de esta marcha en la que los trabajadores, como ha apuntado José Antonio Rodríguez, han querido dejar claro que aún tienen esperanzas en la posibilidad de que «algún inversor» quiera quedarse con las instalaciones de Cádiz Electrónica y con sus empleados.