Los cinco trabajadores del comedor del acuartelamiento de Camposoto que tenían pendiente juicio por su despido tras no permitirles la entrada en octubre de 2019 ya se han incorporado ya a sus puestos de trabajo. Con ellos son 15 los empleados que han vuelto a este servicio, de los 17 que en su momento atendían estas instalaciones.

"Los casos entraron en los juzgados y se separaron. Diez fuimos por un lado, y la vista se celebró hace unos meses, y cinco la tuvieron en septiembre y este segundo juez también ha fallado a su favor", explica Cristina Castilla, una de las afectados que lleva desde abril incorporada de nuevo a su trabajo en el comedor del acuartelamiento del Ejército de Tierra en San Fernando. Otro compañero se jubiló durante este proceso, y otro optó por no presentar denuncia y ha quedado desvinculado del servicio.

La sentencia del Juzgado de lo Social número 2 de Cádiz estableció entonces la nulidad del despido colectivo de una decena de trabajadores, a los que el 1 de octubre de 2019 se impidió la entrada a las dependencias militares,. Defensa tomaba esta medida ante la imposibilidad de prorrogar el contrato por la deuda que la empresa responsable del servicio de catering mantenía con la Seguridad Social. Para los empleados de cocina y comedor comenzó entonces un calvario: no podían cobrar el paro por estar pendiente la subrogación, no salía la licitación del servicio que finalmente descartó el Ministerio, ni se les trató como a otros compañeros que prestaban servicio (en su caso también Dulcinea Nutrición) en la Moncloa que sí asumió la Administración.

La sentencia a su favor, que condenaba a Defensa por despido colectivo nulo y la consideraba empresa al haber asumido las tareas de estas instalaciones, suponía un respiro que ahora también llega a los compañeros que esperaban su turno judicial por la obligación de reincorporar a los puestos de trabajos a este personal. "Ayer firmaron en la Subdelegación de Defensa la subrogación", comenta Castilla, que muestra su satisfacción y la del grupo por que se haya solucionado el conflicto laboral. Ahora espera que ni el recurso que Defensa presentó contra la primera sentencia, ni el segundo contra este fallo lleguen a nada. 

Todos han vuelto a sus tareas: Castilla como encargada de personal y de recepción de mercancías, los cocineros y los ayudantes. Solo han dejado de realizar la limpieza del menaje, ollas o cubertería. "Otra empresa lo lleva ahora", aclara. Eso demuestra que el trabajo siguió existiendo, ya sea con otra adjudicataria o con personal propio del acuartelamiento, como estimó la Justicia en este segundo supuesto; y que continúa prestándose para atender a las distintas promociones de soldados de tropa que pasan por el Centro de Formación de Tropa número 2 (CEFOT-2).

"La acogida fue muy buena. No sabíamos cuál iba a ser la reacción al incorporarnos, pero todo ha ido muy bien", reconoce sobre la vuelta al trabajo, que en el caso del primer grupo se produjo en abril.