Costa Noroeste

Trebujena, la capital de los motes

  • En este municipio gaditano de poco más de 7.000 habitantes hay documentados de manera extraoficial casi 800 apodos. Los vecinos se conocen por apelativos que heredan las familias.

Antonia Varela es conocida como Antonia el Abogao por su padre, recordado vecino sin estudios pero de una extraordinaria sabiduría popular.

Antonia Varela es conocida como Antonia el Abogao por su padre, recordado vecino sin estudios pero de una extraordinaria sabiduría popular. / Radio Trebujena

Si usted va de visita a Trebujena buscando localizar a alguien echando mano de su nombre y apellidos, lo tendrá crudo. En este noble pueblo gaditano de algo más de 7.000 habitantes mandan los apodos. Casi todos los trebujeneros -por no decir todos- tienen un mote directo o indirecto, es decir, porque lo tengan propiamente o por parentesco con alguien que sí lo posee, sin olvidar las familias que lucen un apelativo genérico.

Lo que resulta más o menos anecdótico en otros municipios de la provincia es verdaderamente llamativo en Trebujena. Sin embargo, no consta que haya ninguna publicación editorial dedicada a esta curiosa cuestión de manera que deje para la posteridad la enorme cantidad de apodos que coronan la historia popular de esta localidad de la Costa Noroeste gaditana. Hace años, en la radio municipal había un concurso en el que los oyentes llamaban para comunicar motes que conocían tomando como referencia digamos, una categoría: relacionados con pájaros, frutas, profesiones... La emisora elaboró un listado que debe andar por algún cajón perdido.

Preguntamos en el pueblo si hay recopilaciones de apodos, aunque sean de andar por casa, y nos hablan de dos vecinos. El primero de ellos es Manuel Cabral, Manolo ‘El Carmelito’, maestro ya jubilado que hace muchos años se interesó por este tema en su colegio. “Los niños preguntaban a sus padres y abuelos y me los iban diciendo. Así empecé a apuntarlos en un cuaderno”, nos cuenta. Ha ido actualizando su relación con el paso del tiempo, pero admite que no la ha terminado, porque, entre otras cosas, es imposible cerrarla:no paran de surgir nuevos apelativos. Hay jóvenes que se van incorporando a esta rica costumbre.

Manolo, que es también poeta y presta mayor atención al léxico propio de la localidad -de hecho, tiene recopiladas más palabras propias del pueblo que apodos-, intentó profundizar en el origen de los motes. “De algunos incluso se desconoce la procedencia. Ni siquiera los familiares lo saben. La verdad es que los hay de muy diversos orígenes”, afirma poniendo como ejemplo al Topipe: “su hijo me contó que decidió llamarse así por su nombre, Pepito, al revés”. Quien no tiene un apelativo propio lo hereda, pasando a convertirse en “el hijo de...”, “la nieta de...”.

La otra vecina de referencia en este asunto es Josefa Galán, conocida como Fifi. Enfermera prejubilada, es hija de Juanillo Rasposo y Josefita la Candida Mechilla, sobrina de Los Coloraos y está casada con un Lopijo. En otras palabras: una trebujenera de pura cepa.Es la autora de un exhaustivo listado de casi 800 motes clasificados por temáticas. Empezó a elaborarlo un día de hace más de 15 años. Su madre le dijo que con apodos del pueblo se podía preparar una comida entera, postre incluido. Lo ha ido actualizando, pero también confiesa que es una labor interminable. Actualmente sigue incorporando apelativos nuevos, como El Schumacher -por el expiloto alemán de automovilismo- y El Caserón.

Su recopilación, una auténtica joya de la idiosincrasia de Trebujena, incluye, por ejemplo, motes de “cocina y alimentos” (La Melli la Sal, Juan Pringue, La Arcatufa), de “árboles y plantas” (Juanito El Olivillo, Petrolita Tagarnina), de “defectos” (El Bizco Jaraba, Cabeza Trapo, El Manquito de la Soledad, El Jorobaíto Nica), de “gentilicios” (El Marciano, El Ruso, El Coreano, El Maño), referentes a “objetos” (El Tiesto, El Alcayata, La Guitita), “eclesiásticos” (Diego El Papa, El Fray Miguel, El Virgen), de “títulos nobiliarios y grados” (El Míster, Miguelito El Cabo), de “animales” (Catalina Ocho Perros, El Gorrión Callejero), de “medios de locomoción” (Pepita Bicicleta, El Vespa), de “color y rostro” (El Cutis, El Morao), en torno al pelo (El Bien Peinao, el Pelito Meao), de “rubios” (La Rubia Cuartito, El Rubio Contrabandista), de “profesiones” (Jacobo la Costurera, Pepi el Artillero), de “fenómenos atmosféricos” (El Rayo, Centella, Sol Divino), de “dinero-lujo” (Frasquito Billete, El Peseta), “eróticos” (Josefa La Amante, El Pichita en Mano, El Follata, El Motonabo, El Pepe Folla Canuto), de "deportistas" (El Kubala, El Urtain, El Kempes, El Chuster) y “sin clasificar” (El Patajiguita, El Ciriguti, La Antoñoña).

Conclusión: si usted fuera de Trebujena, tendría un apodo.

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