Vecinos y trabajadores del Ayuntamiento de Puerto Serrano están arropando al alcalde, Francisco Javier Galvín (IULV-CA), en el encierro iniciado anoche como protesta por la situación de asfixia económica que padece el consistorio. 

Galvín ha explicado a Efe que "entre quince y veinte" personas ha pasado junto a él la noche en el salón de plenos del Ayuntamiento, algo que le "emociona" teniendo en cuenta que a esos empleados municipales que han secundado la protesta "se le adeudan más de seis nóminas". 

El alcalde de Puerto Serrano tiene "las ideas muy claras" y únicamente pide una "respuesta" de las administraciones públicas a la situación que padece el Ayuntamiento, con una deuda que rebasa los seis millones de euros y una Participación en los Ingresos del Estado (PIE) retenida al cien por cien como consecuencia de los impagos a la Seguridad Social y a Hacienda. 

Galvín ha recibido la llamada de "varios alcaldes" de municipios "que tienen la misma problemática" de Puerto Serrano y que tampoco pueden hacer frente a las obligaciones contraídas con sus propios trabajadores. 

El regidor no pide "nada grandioso" sino "un Plan Especial de Empleo" para su municipio -con más de 7.000 habitantes y una tasa elevada de paro- y "liquidez" para garantizar el normal funcionamiento de la administración local. 

El Ayuntamiento tiene una plantilla que ronda los "130 ó 140 trabajadores", que mensualmente devengan nóminas de alrededor de 140.000 euros sin contar el importe de los salarios sociales, que "no se pagan". 

Esa deuda acumulada de seis millones de euros equivale al presupuesto de un ejercicio completo. 

El propio Galvín ha reconocido que entre el capítulo de gastos y el de ingresos existe un desfase anual aproximado de dos millones de euros, lo que genera un "agujero" en las arcas públicas. 

El alcalde ha justificado este desfase en la necesidad de cubrir las necesidades básicas de los vecinos, que a menudo se acercan al Ayuntamiento "a pedir limosna" y ayudas para hacer frente a necesidades perentorias. 

Galvín confía en que tanto la Diputación Provincial de Cádiz como la Junta de Andalucía "echen un cable" al Ayuntamiento y garanticen la liquidez económica necesaria para saldar las deudas contraídas con los trabajadores y poner fin a esta acción de protesta, de modo que "todo el mundo pueda disfrutar de algo tan natural como las Navidades".