Este primero de mayo ha servido para punto de arranque de la nueva temporada para el sector de la hostelería que ha visto sus terrazas llenas de clientes llegados de diversos puntos de la provincia.

El viento de poniente que ha acompañado esta jornada del sábado, ha movilizado a muchas personas, pero no invitaba a bañarse dado que la sensación térmica del agua era muy fría.

Uno de los puntos con mayor presencia de público ha sido el referido a la costa de Conil, donde incluso el Ayuntamiento mantiene habilitado desde la pasada Semana Santa un puesto de socorro en la playa de La Fontanilla, desde el que se pueden desplazar a atender cualquier urgencia o servicio de emergencia en sus diferentes playas, Roche, Fuente del Gallo o Los Bateles.

Según ha apuntado el coordinador de Protección Civil, Nicolás Amaya, este equipo está compuesto por una ambulancia, un todoterreno, socorristas, enfermeros y miembros de Protección Civil.

En el casco urbano de Vejer, también se ha notado ese movimiento de público, sobre todo por la mañana y hasta la hora de la comida, saliendo muchas de estas personas a otros puntos de la costa para tomar un café o una copa. Así, el mercado de abastos se ha visto lleno, al igual que los distintos bares y restaurantes que están en su alrededor, por la Plazuela, la calle Juan Bueno y lo poco que estaba abierto en la Corredera y plaza de España.

En El Palmar, las terrazas presentaban un lleno completo, dado que el sol invitaba a estar en espacios abiertos, pero sin desprenderse de mucha ropa, dada las corrientes de aire. Eso no quitó que muchos de estos visitantes pasaran por la arena de la playa que presentaba un buen estado. Eso sí, para el agua eran pocos los atrevidos a entrar en ella, como mucho un paseo descalzos por la costa aprovechando la marea baja.

Las playas del término municipal de Barbate no han presentado mucha presencia de público más allá de los vecinos de la zona, ya que el cierre perimetral del término municipal ha restado mucha presencia de turistas. Eso no ha quitado que las terrazas existentes a lo largo del paseo marítimo estuviesen repletas, tanto en el aperitivo de la mañana, a la hora de comer y por la tarde para tomar un café, una copa o un helado. La anchura de este paseo ha invitado a muchos vecinos de la población a acudir a dar un paseo con sus pequeños o sus mascotas. Eso sí, guardando la pertinente distancia de seguridad.

En Zahara de los Atunes sí se ha notado la falta de turistas llegados de otros puntos, y aunque había cierto ambiente en algunas terrazas no se daba el lleno de otras ocasiones o fines de semana sin restricciones de movilidad.

Una de las curiosidades de esta jornada festiva ha estado en algunos puntos de la costa de Atlanterra, donde han aparecido cientos de algas, que llenaron con la pleamar la costa cercana al búnker de la playa de Los Alemanes, y la playa barbateña de La Hierbabuena, por la zona de los bloques que delimitan el puerto deportivo y hasta el acantilado de La Breña.

Estas algas, de no ser retiradas en los próximos días, volverán a ser arrastradas por las corrientes a otros puntos de la costa, o se quedarán sobre la arena, descomponiéndose en unos días, lo que produce un hedor insoportable y la presencia de moscas. De no tomarse en breve una decisión administrativa que exima a los ayuntamientos de este coste, se presenta un verano complicado para muchos municipios costeros que verán mermada la presencia de público dada la presencia de algas en cada cambio de marea.