Adam Driver, el actor que no entraba en el canon

'Star Wars: El ascenso de Skywalker'

El intérprete estrena este jueves la nueva entrega de 'Star Wars' y triunfa con 'Historia de un matrimonio'

Como Kylo Ren en 'Star Wars: el ascenso de Skywalker'.
Como Kylo Ren en 'Star Wars: el ascenso de Skywalker'.
Braulio Ortiz

18 de diciembre 2019 - 06:00

Cuando leyó el primer guión de Girls, la serie de Lena Dunham con la que empezaría a ser un rostro conocido, Adam Driver vio que describían al personaje que aspiraba a hacer como "un apuesto carpintero", una definición en la que el intérprete sabía que no encajaba. "Soy como un chiste, tengo esta cara realmente grande. Pensé que en realidad tendrían a alguien guapo pensado para el papel y que no contarían conmigo. No estoy hecho para protagonistas", reconoció con humildad. No predecía Driver que, con los años, iba a convertirse en uno de los valores seguros del último Hollywood, como confirma un 2019 que le ha deparado la mejor de las fortunas: este jueves vuelve a los cines con la máscara de Kylo Ren en Star Wars: el ascenso de Skywalker, la última entrega de la saga galáctica más célebre de la historia del cine, mientras demuestra que es uno de los actores dramáticos más sólidos de su generación en dos proyectos estrenados recientemente en Netflix y Amazon, Historia de un matrimonio y The Report.

Star Wars desembarca en las salas con una esperada entrega en la que J. J. Abrams se pone denuevo a los mandos tras la discutida aportación de Rian Johnson en Los últimos Jedi, y en la que Carrie Fisher encarna otra vez a la princesa Leia gracias a metraje que se rodó antes de su fallecimiento en 2016 y que no se había utilizado. Kylo Ren vuelve a pasear por el reverso tenebroso de la Fuerza después de que en el anterior episodio el hijo de Leia y de Han Solo exhibiera su ansia de poder y su deseo de acabar con la Resistencia. En las notas promocionales, Lucasfilm no anticipa demasiado de este proyecto: habla de "fascinante desenlace de la saga Skywalker, donde nacerán nuevas leyendas y la batalla final por la libertad está a punto de llegar".

Driver aparca el sable láser y se enreda en una dolorosa disputa con Scarlett Johansson en Historia de un matrimonio, una de las mejores películas del año y la conmovedora crónica de la ruptura de una pareja. Aunque hay quien ha criticado que la radiografía de esta separación acaba decantándose por la visión del marido y quien percibe el trabajo de Noah Baumbach como un ajuste de cuentas tras su divorcio de Jennifer Jason Leigh, esta producción de Netflix emociona no obstante por el poso de esperanza que deja: pese al alejamiento de dos personas que se amaron siempre quedará un cariño imborrable entre ellas.

'Historia de un matrimonio'.
'Historia de un matrimonio'.

El actor, galardonado por asociaciones de críticos como Dallas, Detroit o Chicago, opta al Globo de Oro Globo de Oroal mejor actor de drama y se espera que consiga su segunda candidatura al Oscar (la primera fue como actor de reparto por Infiltrado en el KKKlan) por un trabajo en el que transmite la rabia, perplejidad y el desamparo de ese hombre, un director de teatro en el Off Broadway que ve cómo se derrumba su estabilidad emocional. Driver demuestra no sólo que es un actor soberbio, sino también un cantante muy capacitado que se marca una interpretación memorable del tema de Stephen Sondheim Being Alive.

Driver protagoniza asimismo The Report, de Scott Z. Burns, que puede verse en Amazon desde noviembre. Un sobrio thriller político en el que su personaje, ayudado por la senadora Dianne Feinstein (Annette Bening), investiga las torturas llevadas a cabo por la CIA en las detenciones posteriores al 11-S.

Títulos que confirman el estatus que ha alcanzado aquel joven de llamativa fisonomía que se paseaba sin camiseta en los episodios de Girls, un tipo que antes de dedicarse a la actuación se alistó como marine y aprendió en el ejército la importancia de la disciplina. "Algo que me ha quedado de aquella etapa", dice, "es saber trabajar con un grupo de gente y conocer cuál es tu papel en ese equipo". A pesar de formar parte de una de las franquicias más exitosas de Hollywood, las coordenadas que ha seguido por ahora Driver hablan de alguien interesado en colaborar con los directores más respetados.

En una escena de 'Girls'.
En una escena de 'Girls'.

Ha expresado su admiración por Pedro Almodóvar, Mike Leigh, Paul Thomas Anderson o Michael Haneke, autores que aún no constan en su filmografía. Colaboró con los Coen en A propósito de Llewyn Davis, donde coincidió con su compañero de Star Wars Oscar Isaac; viajó a Japón vestido con una sotana de jesuita de la mano de Scorsese en Silencio; leyó con pasión la poesía de William Carlos Williams gracias a Paterson, de Jim Jarmusch, con quien repetiría en Los muertos no mueren. También contribuyó al celebrado retorno de Spike Lee en Infiltrado en el KKKlan y ayudó a que Terry Gilliam concluyera al fin su largamente aplazado El hombre que mató a Don Quijote.

Para su próxima película se ha puesto en manos de otro cineasta impredecible, Leos Carax. Con el director de Holy Motors ha rodado el musical Annette, en el que Driver y Marion Cotillard interpretan a un matrimonio que tiene una hija "con un don único" (y tratándose de Carax, todo puede pasar con semejante premisa). Está previsto que filme también el nuevo guión que han escrito Matt Damon y Ben Affleck, The Last Duel, un libreto que dirigirá Ridley Scott y que llevará a Driver a batirse en duelo en la Francia del siglo XIV. Puede que, como él temía, Driver no entre en la categoría de guapos oficiales, pero hace mucho que el actor alcanzó el protagonismo que merecía.

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